A todos nos han enseñado que la magia es tonta y estúpida, algo de mito y leyenda, más allá de la comprensión de los simples mortales. Nuestra comprensión de lo que tiene valor se confunde, y nuestra atención se desplaza hacia lo que no tiene valor. Con cada día que pasa, muchos se vuelven menos mágicos, porque se les enseña que la magia es solo algo que existe en los cuentos de hadas. Mientras tanto, un pequeño grupo de personas, en términos relativos, se reserva esas cosas para sí mismos. Esto se debe a que la magia no es algo controlado por brujas y magos, sino un derecho inherente a todos los seres humanos, antes de que nos sea arrebatada por los trucos de los envidiosos señores de la oscuridad. Si una persona puede simplemente desbloquear sus poderes creativos, entonces puede reconocer lo que realmente es la magia. No son encantamientos sin sentido en latín, ni Bloody Mary repetidos tres veces frente a un espejo. Más bien, la naturaleza mágica es la capacidad creativa que todos poseemos. Para el individuo creativo, la magia está limitada solo por el ingenio, la comprensión y el conjunto de habilidades colectivas de ese ser que reside fuera del cuerpo físico. El camino hacia la libertad creativa es muy fácil, a pesar de que se ha reprimido y enseñado fuera de la persona. El camino hacia la creación es simple y natural, una persona solo necesita cambiar su perspectiva y nada más. Reconozco mis propios poderes creativos y esto me hace mágico. Es hora de que lo hagas.
