Viaje de Boston a Portsmouth
Este libro relata un viaje de Francisco de Miranda por Cuba y los Estados Unidos... Miranda traza aquí un fresco de la sociedad americana del siglo XVIII.
Con este tipo de libros se inaugura algo que casi se puede considerar un nuevo género: el viaje en sentido inverso, la visión del mundo relatada por los nativos del continente americano. Cabe añadir que el ciclo de textos de viaje de Miranda comprende además a Europa Occidental y Rusia.
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Viaje de Boston a Portsmouth
Este libro relata un viaje de Francisco de Miranda por Cuba y los Estados Unidos... Miranda traza aquí un fresco de la sociedad americana del siglo XVIII.
Con este tipo de libros se inaugura algo que casi se puede considerar un nuevo género: el viaje en sentido inverso, la visión del mundo relatada por los nativos del continente americano. Cabe añadir que el ciclo de textos de viaje de Miranda comprende además a Europa Occidental y Rusia.
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Viaje de Boston a Portsmouth

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by Francisco de Miranda
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Este libro relata un viaje de Francisco de Miranda por Cuba y los Estados Unidos... Miranda traza aquí un fresco de la sociedad americana del siglo XVIII.
Con este tipo de libros se inaugura algo que casi se puede considerar un nuevo género: el viaje en sentido inverso, la visión del mundo relatada por los nativos del continente americano. Cabe añadir que el ciclo de textos de viaje de Miranda comprende además a Europa Occidental y Rusia.

Product Details

ISBN-13: 9788498977547
Publisher: Linkgua
Publication date: 08/31/2010
Series: Historia-Viajes , #247
Sold by: Bookwire
Format: eBook
Pages: 24
File size: 813 KB
Age Range: 11 - 18 Years
Language: Spanish

About the Author

Francisco de Miranda Rodríguez (Caracas, 1750-España, 1816). Venezuela. Hijo de Sebastián de Miranda, comerciante canario, y Francisca Antonia Rodríguez, caraqueña. Nació el 28 de marzo de 1750. Estuvo involucrado en la Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos, y de Hispanoamérica. Estudió en la Universidad de Caracas y fue uno de los hombres más cultos de su época. Tenía conocimientos de matemáticas y geografía y dominó el francés, el inglés, el latín y el griego. En 1781 combatió junto a tropas españolas, a favor de las fuerzas independentistas, en Pensacola (colonia inglesa en la Florida). Poco después se fue al Reino Unido en busca de apoyo en su pretensión de independizar Hispanoamérica. También con ese propósito fue, en plena Revolución Francesa (1792), a París. En Londres vivió con su ama de llaves, la inglesa Sarah Andrews, con quien tuvo dos hijos. En 1805 viajó a Nueva York y en 1806 marchó en una expedición revolucionaria a Haití. Y más tarde se dirigió al puerto de Ocumare, en Venezuela, donde fue derrotado por los españoles. Miranda fue arrestado el 31 de julio de 1812 por un grupo de civiles y militares, entre ellos Simón Bolívar. En 1813 fue conducido a España, a la cárcel del arsenal de La Carraca (Andalucía). Allí murió el 14 de julio de 1816.

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Viaje de Boston a Portmuth


By Francisco de Miranda

Red Ediciones

Copyright © 2015 Red Ediciones S.L.
All rights reserved.
ISBN: 978-84-9897-754-7



CHAPTER 1

OCTUBRE 15 1784


A las tres y media de la tarde me embarqué en Winnesimmet Ferry (tendrá 1 ¾ millas de ancho) y en cosa de un cuarto de hora pasamos a la parte del continente en que está situado Charlestown, dejando sobre nuestra izquierda la playa en que los ingleses desembarcaron sus tropas (en setenta botes) cuando el ataque de Bunkershill (o por mejor decir Bread's Hill que es el propio paraje en que sucedió la acción sobre dicha). Allí encontramos el Stage y nos embarcamos en él una mujer, una niña de ocho años y cuatro hombres, gente al parecer de buenos modales. El camino no es muy malo aunque pedregoso y el terreno es bastante pobre en lo que se alcanza a ver. A las cinco llegamos a N. Wells Inn donde hicimos alto un cuarto de hora, tomamos una taza de té y marchamos inmediatamente; el camino no es tan pedregoso de aquí adelante; a las siete llegamos con felicidad a Salem y yo me alojé en la posada que llaman goodhue's tabern, con muy decente acomodamiento.


16

Por la mañana estuve a ver William Wetmore Esqr para quien traje una carta de recomendación; éste me recibió con sumo agasajo y atención, estuvimos juntos a dar un paseo sobre las alturas inmediatas que llaman Gallow's Hill, porque allí acostumbraban ahorcar las Brujas en tiempos de craso fanatismo y de aquí vimos en completo prospecto todo el lugar y la bahía, hermosa vista por cierto. De aquí bajamos y dimos un paseo por el lugar, cuya calle principal tendrá cerca de dos millas de largo (es verdad que es casi la única que hay) vimos de paso la casa de ciudad, que es un antiguo pobre edificio casi totalmente arruinado y la casa de mister Darby que es buen edificio y la mejor del lugar. Después pasamos a ver los archivos de la ciudad donde Leímos algo particular.

Salem. Año de 1667 County Court.

Marido y mujer, por haber cometido fornicación antes de estar casados, fueron azotados y multados. Otros por decir by god multados. Otros por haber fornicado simplemente, azotados y multados. Una mujer por no asistir a la iglesia, azotada y multada. Otros por jugar a los naipes simplemente, multados &c. &c. similitud con el código of the blew Laws in New Haven. Me excusé de ir a comer por razón de aguardar el Stage Coch, que debía llegar a las dos y yo me proponía seguir a Portsmuth, pero ni éste llegó, ni yo tuve el gusto de comer y dar una vista a los arrabales con mister Wetmore: éste vino al anochecer a mi posada y me propuso el ir cenar con él, pero yo me excusé por estar algo fatigado y su casa sumamente distante; quedamos en ir a la iglesia al día siguiente y por la tarde a Marblehead; pero habiendo llegado el Stage a las nueve e informándome que partía al siguiente día temprano, les escribí una apología, reservando la mencionada partida para mi vuelta.


17

A las siete de la mañana me embarque en el Stage y partimos de Salem, no había más que dos hombres de compañía, cosa muy singular, pues sea en las barcas de ferry, o en los coches de camino, paquetes &c. nunca faltan mujeres que incomoden: el ser domingo sin duda fue el motivo de que tan raro accidente aconteciese; y, sin embargo, una aguardaba que se le fuese a buscar, pero por no sé qué accidente el patrón del coche lo olvidó. Pasando los pequeños villages de Danvers, de Beverley, de Wenham, llegamos al de Ipswich distante catorce millas de Salem donde almorzamos en una posada mediana: y siguiendo nuestra ruta por Rowley otro pequeño lugarejo, Parker River, río que admite la navegación de pequeñas embarcaciones pero que no gira casi ningún comercio, sobre el cual hay un puente regular de madera, llegamos a eso de las dos de la tarde a Newbury Port lugar de consideración. El camino que llevo referido desde Salem es bastante bueno y sumamente poblado de casas por una parte y otra, con abundancia de orchards, o árboles frutales, que le hacen bastante ameno y agradable. Las tierras parecen, sin embargo y son efectivamente pobres el producto general es pastos, maíz y centeno, sin embargo, tal es la industria y espíritu que la libertad inspira a estos pueblos, que de una pequeña porción de ellas sacan con qué mantener sus crecidas familias, pagar fuertes tasas y vivir con comodidad y gusto, mil veces más felices que los propietarios de las ricas minas y feraces tierras de México, Perú, Buenos Aires, Caracas y todo el continente américo-español. Las distancias de la ruta referida son como se sigue

de Salem a Danvers 2'/
21/ 3
Beverly 26 millas 2
Wenham 2
Ipswich 6
Rowley 4
Parker River 4
Newbury Port 4


Concluida la comida nos pusimos en camino a eso de las tres de la tarde, a las cuatro pasamos Amsbury Jerry sobre el río Marrimack (que es de bastante agua) con sus dificultades, pues siendo domingo no quiso el barquero pasar el coche, hasta que otros enviados suyos bajo de mano lo hicieron con retardo y obligando al cochero y a nosotros a pagar feriage doble; ¡no está mala la estratagema religionaria! pasando después por los esparcidos lugarejos de Salsbury y Saybrook, llegamos al de Hampton Falls, donde paramos a dar un pienso a los caballos y tomar té. Ya era casi oscuro cuando renovamos la marcha, pero con la confianza de que el camino que restaba era llano y muy bueno el cochero no se apuraba mucho y nosotros, no instábamos. Cuando a cosa de haber andado tres millas vea usted que se paran los caballos de repente, mi criado salta a tierra y hallamos que el coche estaba sobre la orilla de un foso bastante profundo y solo por el espacio de medio pie, ¡no había caído la rueda dentro con todos nosotros de bolteta! con algún trabajo hubimos de sacar los caballos y coche del peligro, obligando al cochero que era un ignorante y estaba pelado de miedo a seguir, uno de los pasajeros lo tuvo también y se quedó en una de las posadas inmediatas del camino; el otro que conocía dicho camino ofreció sentarse en el sillón del cochero para dirigirle y yo con esta seguridad eché un sueño en el coche; celebrando haber escapado del pasado riesgo. A las diez de la noche llegamos a Portsmouth, en donde tomé alojamiento at Stiver's taverne cené muy bien y luego me fui a la cama, cuyo reposo lo requería el ajetreo pasado.


18

La mañana se empleó en escribir algo del diario y entregar unas cartas que traía para Joshua Wentworth Esqr, coronel Langdon y mister Sheaf. Ninguno estaba en su casa, con que di un paseo por el lugar y me volví a la mía a horas del comer. La dicha posada esta no es la mejor posible, pero no había cosa más buena en el lugar. Después de comer vino mister Langdon a visitarme y convidarme a tomar té en su casa efectivamente fui, me recibió mister Langdon con sumo agrado y atención y allí lo pasé en sociedad con alguna Compara que había hasta las once que me retiré a la posada.


19

Por la mañana estuvimos a dar un paseo por el lugar mister Langdon y yo; vimos la casa de ciudad o asamblea que llaman, cuyo edificio no es más que conveniente para el propósito; de aquí pasamos a ver al famoso constructor John Peck para quien traía yo cartas. le encontramos en un tinglado u oficina cerca del mar donde se construían algunas bergas y palos para embarcaciones (con sumo gusto y limpieza por cierto) tuvimos allí una larga conversación acerca de su sistema de construcción y del poco premio, o recompensas que su patria le había ofrecido para descubrimientos tan importantes al comercio y a la navegación. Ofreciome una visita al día siguiente y mister Langdon y yo procedimos a dar una vista a los edificios del lugar que excluyendo tres o cuatro casas de tal cual magnitud, todos los demás son bien indiferentes. ¡Jamás vi un lugar de su tamaño en que reinase mayor tristeza y soledad por las calles! A las dos fui a comer con mister Langdon que realmente me trató con suma hospitalidad; no había más compañía que su propia familia, entre ella un hermano de la mujer joven abogado de unos vientidós años en quien la arrogancia e ignorancia brillan conspicuamente. Al té tuvimos además a mister Toscain, vice cónsul de Francia en New Hamshire, de trato sumamente suave y hombre de alguna instrucción. El resto de la noche se pasó en sociedad y a las once me retiré a la posada. El clima este es tan variable que ha ávido más de 31 grados de alteración en el termómetro, en el espacio de veinticuatro horas. Añádase a esto que el frío es tan continuo que por nueve meses en el año están obligadas las gentes a mantener fuegos constantemente en sus casas. ¡Con cuántas desventajas luchan estos pobres habitantes! y ¡cuántos obstáculos vence su industria infatigable!


20

Esta mañana estuvo a visitarme el constructor mister Peck y tuvimos una larga conversación acerca de su nuevo Plan de construcción, cuya sección va al margen delineada sobre mi mesa por el mismo; sus principios son igualmente que prácticos y científicos, filosóficos. La forma dice este ingenioso artista es el motor principal de una embarcación. Se ve que una ballena después de estar muerta y por consecuencia sin movimiento en sí, cuando sopla un viento fuerte los botes que la remolcan se ven precisados a cortar el cable por temor de zozobrar con la violencia que el cuerpo muerto del pez les arrastra; no obstante ser dichos botes de la construcción más valiente que puede imaginarse. Mas, dice el mismo, en la construcción moderna se han dado tales delgados a la proa y quilla de bajeles, que en el exterior forman una multitud de curvas inflectas, las cuales no se hallan en las obras de la naturaleza, particularmente en peces; y por consecuencia deben ser las menos adaptables al cuerpo de una embarcación &c ... ésta es la base principal de su teoría y que confieso me ha hecho una impresión superior a toda otra sobre la materia esta. Cuando este artista después de infinita oposición construía su primera embarcación en Boston, las gentes la llamaban Peck's Folly (la locura de Peck) hasta que por sus propios ojos vieron y se desengañaron de que ni voltearía con la fuerza de la vela, como sus cortos alcances decían, ni era una locura. Esta construcción reúne ventajas que los demás constructores y todos en general creían incompatibles, esto es que siendo de la mejor vela que conocemos, cargan más que otra de igual porte y tienen menos balance que las de distinta construcción. Ha construido ya siete desde que comenzó la guerra última, a cual mejores: yo he visto dos que son The Express of China perteneciente a mister Parker en Nueva York y marchó para la China; y The Leda, de mister Swan en esta ciudad, ambas reunían todas las cualidades que llevo mencionadas. Se queja este hombre de ingenio, que no haya aquí un arsenal en que él pudiese rectificar ciertas operaciones y descubrimientos que cree muy ventajosos en la teórica. Después de esta conversación sabia y utilísima, salimos a dar un paseo a pie hasta una altura que está a cosa de una milla del lugar desde donde hubimos una vista completa de la entrada del puerto, bahía y mayor parte del lugar; cuyos alrededores son bien áridos y el terreno pedregoso por toda la circunferencia. De aquí descendimos a la marina y, tomando un pequeño bote, pasamos a una isla que forma el gran canal de la entrada en la bahía, sobre la cual hay aún un fuerte y fragmentos de artillería para su defensa en tiempo de la guerra; el canal tendrá por esta parte como un cuarto de milla de ancho y así está fácilmente defendido. Desde este punto se logra una bastante completa vista de las islas que están interpoladas por toda la bahía, en una de ellas perteneciente a mister Langdon, se fabricó el navío de setenta y cuatro America que estos Estados presentaron a la Francia, por no tener artillería, jarcias &c ... con qué equiparlo (según un satirista de este continente dice) mister Langdon tuvo la dirección por el congreso. Observé igualmente en este paraje, la comida que se preparaba en una casa que allí hay para la maestranza que trabajaba en una embarcación que se construía a la sazón; y aseguro ingenuamente que quedé admirado de ver la abundancia y esplendidez conque se tratan las gentes mecánicas del país, por cuya razón no es extraño que la mano de obra vaya a tan alto precio. A las dos me retiré y mister Peck se fue a solicitar por Michel Sewall, Esqr famoso abogado y hombre de ingenio, para visitarlo por la tarde; pero sucedió que se hallaba fuera de la ciudad, corriendo el distrito con sus cartapacios bajo del brazo, siguiendo la Corte para buscar con qué comer y ganar popularidad.

Lo mismo acontecía al nombrado general Sullivan por cuya razón tampoco tuve el gusto de verle. Vive éste en una indiferente casa de campo a catorce millas de Portsmuth, donde tiene su mujer y número de hijos, segregados enteramente de la sociedad y sin darles educación formal nunca recibe compañía en su casa y así son poquísimos los que pueden decir haber visto, a madame Sullivan, o a los hijos. ¡Vaya usted a juzgar las extravagancias de los hombres! La tarde y noche la pasé en sociedad con madame y mister Langdon, cuyos caracteres son bastante sociables; ella es muchacha y bien parecida, casada por razón de Estado, como lo son casi todas las mujeres en estos países: él se hizo conocido (era un pobre capitán de balandra) y por haber al principio de las pasadas disensiones con la Inglaterra, apoderádose de la pólvora que había en el castillo que está a la entrada del puerto, a la cabeza de un mob de 2 o 300 individuos sin embargo de la débil resistencia que intentaron un oficial y ocho o diez soldados que había de guardia; con estas municiones se hizo después el sitio de Boston y el suceso dio tal consideración al amo Langdon, que luego fue hecho miembro de congreso, comisionado en varios asuntos de importancia &c ... curso natural de los negocios humanos!


21

La mañana se pasó leyendo un libro acabado de publicar y que esta escrito con juicio, instrucción y tal que gusto Belknap's History of New Hampshire, Vol. 1th es su título. Vino mister Peck y fuimos a dar un paseo por la marina. No se puede dudar que este puerto es excelente, particularmente para navíos de porte por los fondos que tiene pegado a tierra; cuando la escuadra francesa a las órdenes de Vodreulle, vino el año de 82 a Boston y los navíos desmantelados pasaron allí a componerse, se vio la ventaja. Los mástiles para navíos y vergas que aquí se trabajan son los más limpios y perfectos que quiera imaginarle; a lo que principalmente contribuye la superior calidad del pino. A las dos fui a comer en casa de Langdon y tuve ocasión de tratar a su excelencia el presidente del Estado Nath'l Folsom, Esqr en la conversación que tuvimos convino conmigo de que la constitución era imperfecta en el artículo que exige la profesión de la religión protestante para haber de ser miembro de la legislación. Es un hombre súper envanecido y que no oye; pero como quiera que hay dos partidos y que cada uno requiere el yo, el modo de contentarlos es haciendo uno que sea inútil ... y ¡vea usted aquí una de las ventajas de estas democracias! Mister Cushing de Boston y un otro sujeto era toda la compañía; porque en dicho lugar no estilan convidarse unos a otros, ¡la sociedad está desterrada y cada uno se encierra en su casa con la mujer a gozar de los placeres domésticos que llaman con su pan se los coman! Por la tarde asistí a la asamblea general que a la sazón se juntó para poner en práctica la nueva constitución, que se admitió en convención por el pueblo el año antecedente. Lo primero que se me representó cuando entré en la sala de asamblea, fue todo el mundo estar de pie una trulla de clérigos ocho en número leyendo un memorial o adrede con dicho motivo ... en esta acción se descubre la ambición y vanidad de los eclesiásticos: y la simplicidad y preocupación del pueblo, en pagar extraordinarios respectos a unos simples miembros de la república, cuando se hallan, representando la majestad del pueblo. Concluida esta escena monacal, se ajornó la asamblea para el día siguiente; y yo me retiré a tomar té en casa de Langdon. Aquí encontré dos presidentes de unos pequeños colegios que hay en el interior del país mister Wheelock y mister Woodbridge, son sus nombres y si hemos de juzgar del instituto por los preceptores no habrá poca pedantería en dichos seminarios. En fin después de oír escolásticas majaderías por dos horas, estos señores nos hicieron el favor de irse: cenamos en compañía de la familia mister Cushing y yo, que me marché a casa a las once, para volverme al siguiente día hacia Boston. La relación siguiente dará tal cual idea de la presente situación del comercio, población &c ... como quiera que se me comunicó por sujetos de toda instrucción y veracidad. En punto al lugar es bastante mal formado y tiene la más triste apariencia que quiera imaginarse.

casas 800
templos, de todas persuasiones 5
colegios 2
News Papers, in the State 2
habitantes de la ciudad 5.000
Idem. del Estado 90.000
embarcaciones de comercio pertenecientes a este puerto 56
ídem que se fabrican anualmente para fuera &c 30
artículos que produce el país de comercio.
mástiles de todos tamaños, tablazón, bacalao,
aceite de ballena, pieles finas.


22

No con poca dificultad hube de conseguir una silla con un mal caballo (costome 5 y medio pesos) en que a las ocho de la mañana emprendí mi marcha: a las nueve llegué a Greenland, donde me dieron muy bien de almorzar y también al caballo que lo necesitaba más que yo. A las diez proseguí mi jornada por el mismo camino que vine, el cual está pobladísimo por todas partes y a la excepción de algunos pedazos areniscos es bastante bueno y llano. A las dos y media de la tarde llegué al ferry con felicidad, donde me embarqué con mi criado y en menos de un cuarto de hora, desembarcamos al otro lado en Newbury Port. Encamineme luego a la posada de mister Davenport, que hallándose llena, me dirigió a la posada secreta de Merrill donde hallé muy superior alojamiento. El ajetreo del camino y el frío me indujeron a quedarme en casa leyendo a Ferguson, sobre el aumento y década del Imperio Romano, que me parece escrita con acierto y profundidad.


(Continues...)

Excerpted from Viaje de Boston a Portmuth by Francisco de Miranda. Copyright © 2015 Red Ediciones S.L.. Excerpted by permission of Red Ediciones.
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Table of Contents

Contents

CRÉDITOS, 4,
PRESENTACIÓN, 7,
VIAJE DE BOSTON A PORTSMUTH NEWHAMSHAIRE, 9,
OCTUBRE 15 1784, 9,
LIBROS A LA CARTA, 23,

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