Una vida más que maravillosa: 9 decisiones que transformarán tu vida hoy

Una vida más que maravillosa: 9 decisiones que transformarán tu vida hoy

by David Jeremiah
Una vida más que maravillosa: 9 decisiones que transformarán tu vida hoy

Una vida más que maravillosa: 9 decisiones que transformarán tu vida hoy

by David Jeremiah

eBook

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Overview

¿Anhelas tener una vida mejor?

¿Estás listo para convertirte en la persona que Dios quiere que seas? En este libro, el aclamado autor doctor David Jeremiah revela la estrategia de Dios para alcanzar una transformación verdadera y te desafía a tomar nueve decisiones importantes que cambiarán tu corazón, tu vida y tu mundo.

Cada uno de nosotros tiene solo una vida por vivir. Nuestras vidas deben valer para algo. Deben importar, tener un propósito, y, francamente, deben ser maravillosas. Pero cuando miramos alrededor, vemos personas que viven en derrota, en caos y profundamente decepcionados. El autor best seller y pastor David Jeremiah nos insta a ir más allá de los titulares desalentadores, la adversidad de nuestras vidas personales, las fatigas de la vida cotidiana, las limitaciones de nuestros días, y tratar de alcanzar una vida más que honorable, más que respetable, y más allá de lo increíble.

Él nos señala las Escrituras que nos prometen una vida de bendiciones más allá de nuestra comprensión, una vida más allá de nuestros sueños. El doctor Jeremiah se enfoca en nueve cualidades que crean una vida más que maravillosa. Explora lo que significa ser el pueblo que Dios quiere que seamos y cómo el Espíritu Santo nos ayuda a desarrollar estas cualidades en nuestras vidas.

«Una vida más que maravillosa no tiene que empezar cuando lleguemos al cielo», dice el doctor Jeremías. «Una vida más que maravillosa puede ser vivida aquí en la tierra».


Product Details

ISBN-13: 9780718074364
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 10/10/2017
Sold by: HarperCollins Publishing
Format: eBook
Pages: 240
File size: 863 KB
Language: Spanish

About the Author

El doctor David Jeremiah es el fundador de Momento Decisivo (Turning Point), un ministerio internacional cuyo propósito es brindarles a los cristianos una enseñanza bíblica sólida a través de la radio y la televisión, Internet, eventos en vivo y materiales y libros de referencia. Es autor de más de cincuenta libros, entre ellos, Todo lo que necesitas, ¿Es este el fin?, ¿Hacia dónde vamos ahora?, El libro de las señales, y Una vida más que maravillosa. El doctor Jeremiah se desempeña como pastor principal en la iglesia Shadow Mountain Community Church en San Diego (California), ciudad en la que reside con su esposa, Donna. Tienen cuatro hijos adultos y doce nietos.

Read an Excerpt

CHAPTER 1

UNA VIDA DE AMOR

El amor no tiene que ver con lo que sentimos por otros; es cuestión de lo que hacemos por otros.

¿Quién se casa un martes?

Eso es lo que los familiares y amigos de Kim y Scotti Madison se preguntaron cuando abrieron las invitaciones a la boda de la pareja un martes. Sin embargo, para Kim y Scotti, era perfectamente sensato.

Kim vivía en Nashville, donde crió a sus cinco hijos después de un difícil divorcio. Scotti, también divorciado, había viajado a Nashville por negocios. Amigos comunes los presentaron y, desde el día en que se conocieron, ambos hicieron el compromiso de tomar las cosas lentamente para asegurarse de que cualquier relación personal que se pudiera desarrollar se consideraría con mucha oración.

"Cuando salía de citas con otros hombres después de mi divorcio, mi pastor me dijo: "Kim, el hombre perfecto para ti es el que esté sirviendo a los indigentes, ya sea que tú estés allí o no"", recuerda Kim.

En efecto, la noche en que Scotti viajó a Nashville para pedirle a Kim que considerara salir con él seriamente, fue la misma que ella se había comprometido a supervisar el culto de mitad de semana en la Misión de Mujeres de Nashville. Ella aceptó la cita, a condición de que Scotti la acompañara a la misión. Y, ella añadió, puesto que él iba a estar allí de todas maneras, ¿podría ser su conferencista invitado?

Scotti aceptó, esa noche les habló con el corazón a las mujeres sobre perder un hijo por la heroína y cómo llevar una vida firme con la secuela de tal tragedia.

"Percibí su devoción por Jesús y vi su deseo de servir a otros", dijo Kim. "Esa noche supe que Dios quería que uniéramos nuestras vidas".

Poco después fueron invitados como voluntarios al ministerio The Bridge [El Puente], un ministerio de trece años de existencia que servía a los indigentes debajo del puente de la calle Jefferson en Nashville.

"Ese era un sector de nuestra sociedad al cual yo solía mirar de reojo y desviar la vista", explicó Scotti. "Ahora miro a los ojos y almas de aquellos que están sufriendo. Jesús dijo: "Los conocerán por su amor". Servir, escuchar, abrazar y orar con esas personas especiales junto a Kim es lo que me hace sentir más feliz y satisfecho".

Para Navidad, Scotti dijo claramente que quería casarse con Kim y ella sentía lo mismo en cuanto a él. Durante el mes que siguió, la pareja oró con respecto al tiempo de Dios para la boda y los detalles.

Por supuesto, Nashville ofrecía abundantes edificios preciosos y había varios viernes o sábados que servirían bien.

Sin embargo, eso no fue lo que Dios les mostró. Tanto Kim como Scotti sintieron que el Señor les mostraba el mismo lugar y tiempo: bajo el puente de la calle Jefferson, un martes por la noche, cuando podían celebrar con los indigentes y servirles.

"Fue un destino real para nuestra boda", dijo Scotti sonriendo. "Y compartimos con nuestros invitados especiales, aquellos a quienes Jesús quería invitar al banquete de bodas: "los pobres, los lisiados, los cojos, los ciegos"".

"Habíamos llegado a un punto en nuestras vidas en el que reconocíamos que el amor de Dios gira alrededor de servir", añade Kim. "Queríamos que nuestros amigos y familiares supieran y oyeran: "Esto es lo que somos. ¿Quieren servir con nosotros?"".

Y así, el 9 de mayo del 2017, se reunieron con sus invitados, incluyendo más de doscientos de sus amigos indigentes. Todos disfrutaron de una excelente comida, un culto de adoración y una ceremonia emocionante.

Sabiendo que para los indigentes una rebanada del pastel de bodas significaba que ellos eran verdaderamente invitados que importaban, Kim y Scotti se aseguraron de que cada uno recibiera tanto del pastel de bodas como quisieran. Cuando a Kim y Scotti se les declaró marido y mujer, recorrieron cada pasillo y saludaron a todos los invitados individualmente.

Nadie que asistió a esa ceremonia permaneció sin conmoverse o ser transformado. ¿Por qué? Porque Kim y a Scotti tomaron el amor que llenaba sus corazones cuando servían a los indigentes y lo devolvieron, concediéndolo en abundancia y de manera permanente a cada uno de los invitados a su boda.

¿QUÉ ES EL AMOR?

¿Hay una palabra más compleja que amor? Pienso que no. Hablamos de amar a Dios, amar el deporte, amar la cocina, recibir amor, dar amor y hacer el amor. En la iglesia cantamos que el amor de Dios es "mucho más de lo que la lengua o la pluma pueden jamás decir".

Luego nos subimos al coche y nos dirigimos a casa, con la radio encendida, escuchando canciones en cuanto al amor: amor egoísta y egocéntrico; amor unilateral, sin esperanza; engaño y crueldad enmascarados como amor; y de vez en cuando acerca de un amor maduro, centrado en otros, que resiste la prueba del tiempo.

¡Con razón damos por garantizada la palabra amor! Estamos obsesionados con el amor y, sin embargo, en el mundo que nos rodea rara vez presenciamos u oímos sobre lo que es verdaderamente el amor.

Si el amor verdadero resulta tan poco familiar, ¿por qué la gente escribe, habla, envía mensajes y canta tanto sobre el amor?

Esto se debe a que hay un vacío en el corazón humano. Estamos desesperados por experimentar el amor genuino. Dentro de las relaciones más estrechas, y en nuestras interacciones diarias con otras personas, cada uno de nosotros necesita sentir seguridad, necesita afecto y comunión, todo lo cual son formas del amor. El amor es el oxígeno del alma; tenemos que tenerlo. Lo primero que un infante necesita al nacer es que lo abracen con ternura, sentirse amado literalmente. Esta manifestación de amor trae toda una vida de bendiciones.

La Biblia tiene mucho que decir en cuanto al amor. En la Nueva Versión Internacional de la Biblia en inglés la palabra amor aparece quinientas sesenta y siete veces. Desde el libro de Génesis al libro de Apocalipsis, la historia de la Biblia es el relato del amor incondicional e incesante de Dios por la humanidad. El amor es el cimiento de todo lo bueno; por eso lo escogí para que fuera el primer capítulo de este libro.

Muy sencillamente, el amor es lo que hace posible toda otra parte de una vida más que maravillosa.

El amor que aparece al inicio de casi cada lista de virtudes en la Biblia no es simplemente el amor de Dios por nosotros, sino también nuestro amor por los demás. Convertirse a Cristo quiere decir que el amor de Dios es derramado en el corazón de uno; crece en nosotros tal como las uvas crecen en una vid, porque el fruto del Espíritu es amor.

Este amor no es simplemente una sensación espiritual. Este amor se pone guantes de trabajo y atiende los detalles cotidianos de la vida. Es altamente práctico. Abraza al solitario, da de comer al que tiene hambre, atiende al enfermo, consuela al afligido y soporta al insufrible. Es bondadoso y paciente, puro y perceptivo, positivo en su perspectiva. Es verdaderamente el ingrediente clave de una vida más que maravillosa.

LA FORMA MÁS ELEVADA DE AMOR

Hasta que Jesús vino a la tierra, esta clase de amor era desconocido. El concepto que el mundo tenía del amor era egocéntrico, un amor que exigía algo en pago. No obstante, cuando Dios envió a su Hijo como una dádiva de amor a este mundo, su amor especial enfocado en otros fue puesto en exhibición para que todos lo vieran. Y este amor resultó tan diferente a todo lo que cualquiera hubiera visto antes que se le dio un nombre especial. Se le llamó ágape.

Ágape significa amor incondicional, divino, la clase de amor que Dios muestra hacia la humanidad. En el corazón del amor ágape está el sacrificio. No se trata del amor súbito e impulsivo que vemos en la televisión y las películas. Es el tipo de amor que razona, valora y elige. Ágape constituye la forma más alta del amor que toda persona quiere recibir pero que pocos parecen estar listos para dar debido a que incluye el sacrificio.

La mayoría de nosotros conocemos el cuento de "La bella y la bestia", pero lo que usted tal vez no haya considerado es la clase de amor que describe. El cuento de hadas del siglo dieciocho habla de un joven príncipe muy apuesto al que un hada lo vuelve horrible después de que él se negara a darle hospitalidad durante una tempestad. Atrapado en la forma de una bestia horrorosa, vive solo, desesperado por evitar la repulsión en las caras de los que lo ven. La bestia puede ser restaurada a su forma original solo si alguien lo ama verdaderamente, a pesar de su apariencia horrible. Un día, Bella aparece, y con el tiempo le ofrece esa clase de amor redentor y transformador.

G. K. Chesterton escribió que la gran lección del cuento "La bella y la bestia" es que "una cosa debe ser amada antes de que sea digna del amor".

Este es un ejemplo maravilloso y familiar del ágape de Dios, la forma más elevada del amor. Nuestro pecado nos hace indignos del amor, sin embargo, Dios ve debajo a la persona que creó. Cuando nos abrimos a Su amor, eso nos transforma de nuevo en lo que se supone que debemos ser.

Una de las mejores definiciones del amor ágape que he leído es esta: "Es el poder de avanzar hacia otra persona sin esperar recompensa".

¿No sería asombroso si los cristianos estuvieran tan obsesionados por la clase de amor de Dios como la sociedad lo está con el concepto que el mundo tiene del amor? En este capítulo aprenderemos mucho acerca del amor de Dios por nosotros, y veremos cómo ese amor es la clave para que nos amemos unos a otros.

EL MANDAMIENTO DE AMAR

Escuché sobre una adolescente a la que se le preguntó qué pensaba del amor y ella respondió: "El amor es un sentimiento que sientes cuando sientes que lo que tú sientes es un sentimiento que no has sentido nunca antes". Así es como la mayoría de nosotros pensamos del amor; como un sentimiento. Un sentimiento es algo que nos sucede por casualidad, causado por circunstancias más allá de nuestro control. No podemos decidir a quién amamos ... y por extensión, a quién no amamos.

Sin embargo, en la Biblia el amor no es simplemente un sentimiento. No es solo una opción entre muchas. Es un mandamiento. Jesús dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros" (Juan 13.34) y "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado" (Juan 15.12).

Una y otra vez en el Nuevo Testamento al pueblo de Dios se le ordena amar, en diferentes contextos y diferentes escenarios, como padres, hijos e individuos. Y en trece ocasiones a los cristianos se les manda a "amarse unos a otros". ¿Por qué es eso? No deberíamos necesitar que se nos ordene que amemos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo; eso debería simplemente brotar de manera natural, ¿verdad? ¿Y quién va a saber en realidad si no nos amamos unos a otros? Por supuesto, Dios lo sabría, pero la Biblia dice que el mundo también lo sabrá. "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 13.35).

El mundo está observándonos, esperando para ver si este asunto de Jesús en realidad produce un cambio. Y cuando el mundo percibe hipocresía, se aprovecha.

¿Cómo sabemos si verdaderamente nos amamos unos a otros? Porque el amor no tiene que ver con lo que sentimos por otros; es cuestión de lo que hacemos por otros. El verdadero poder del amor se halla en las actitudes y acciones desinteresadas que procuran lo mejor para la otra persona sin esperar nada en pago. Siempre que actuamos de esa manera, el sentimiento de amor le sigue de cerca.

Cuando el apóstol Juan registró la acusación de Jesús contra la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2, vemos este concepto obrando: "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor" (v. 4).

Esta iglesia dinámica del primer siglo había empezado con gran pasión por el Señor Jesús y una fuerte resolución de causar un impacto en su ciudad. En el camino, algo sucedió. Su pasión se redujo, y desarrollaron indiferencia hacia el Señor y sus propósitos para la vida.

¿Qué solución ofreció Jesús? Entre otras cosas, les dijo que volvieran y hicieran "las primeras obras" (v. 5). Se les indicó que volvieran a las acciones de su experiencia anterior y, al hacerlo, recuperarían su pasión. En otras palabras, actúen como si estuvieran llenos de pasión por el Señor, actúen como si estuvieran decididos a causar un impacto en su ciudad por el amor de Jesucristo.

El mundo constantemente nos exhorta a que sigamos nuestro corazón. Lo que en realidad quieren decir es que sigamos nuestras emociones. No obstante, la clase de amor de Dios — ágape — no sigue los sentimientos. Los dirige por medio del ejemplo. Amar es un verbo. Este conlleva una acción. Guía nuestros corazones y cambia las vidas.

En su libro Caring and Commitment [Interés y compromiso], Lewis Smedes relata la experiencia del amor de James Ettison por su esposa, Alicia:

Se casaron y se establecieron cómodamente [...] en medio de la felicidad. No obstante, como dos años más tarde, en una noche fría de noviembre antes de que la nieve cayera, el auto de Alicia patinó en una capa invisible de hielo que se había formado debajo de un puente en un sector de una carretera con circulación en doble sentido y fue a estrellarse de frente, a toda velocidad, contra un coche que venía en dirección contraria.

Alicia sobrevivió. Después de estar al borde de la muerte por un año, dio señales de vida de nuevo y vivió. Sin embargo, nunca fue la misma. Estaba casi completamente paralizada de la cintura para abajo. Su memoria era esporádica y selectiva, y pronunciaba sonidos que James tuvo que aprender a traducir de la manera en que una persona aprende un nuevo idioma. Conforme los meses se convertían en años, el pasado lentamente volvió a brincos y saltos a la memoria de Alicia, lo que de alguna manera hizo la vida más difícil para ella, porque se volvió mucho más consciente de sus otras limitaciones. Las sobrellevaba con una sonrisa de ángel la mayor parte del tiempo, pero de forma impredecible, de la nada, a veces por semanas seguidas, la agobiaba la depresión.

James renunció a su trabajo como agente viajero justo después del accidente, consiguió un empleo cerca de casa, convirtió el cuidado de Alicia en su vocación casi a tiempo completo [...] Nadie jamás oyó una palabra de desaliento de su parte [...]

Alicia murió como quince años después de esa noche terrible de noviembre y alguien le preguntó a James cómo había hecho todo tan pacientemente cuando había recibido tan poco de todo lo que había esperado que Alicia le diera. Él dijo que nunca había pensado en pedir, aunque algunas veces le había preguntado a Dios por qué Alicia estaba aferrada a la vida y no recibió nada por su esfuerzo.

No obstante, al insistirle un poco, dijo: "¡Simplemente la amaba!".

UN DON QUE REQUIERE UN ARDUO TRABAJO

El concepto de amor presenta una pregunta seria para los que seguimos a Cristo. ¿Es este amor una dádiva de Dios que recibimos cuando experimentamos la salvación o es algo cuyo desarrollo es responsabilidad nuestra después de que creemos? La respuesta a ambas preguntas es sí. Sí, el amor es una dádiva de Dios que nos imparte el Espíritu Santo:

• "El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Romanos 5.5).

• "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1.7).

Y, sí, los cristianos son llamados a cultivar el amor con determinación y diligencia.

Pablo resume las palabras de 1 Corintios 13 diciendo: "Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor" (v. 13). Debido a la división de capítulos que hallamos en las Biblias modernas (añadidas en el siglo trece para facilitar el uso), damos por sentado en este punto que Pablo ha terminado su consideración sobre el amor, pero no es así.

¿Las primeras palabras del capítulo 14?

"Seguid el amor".

Tres palabras sencillas que resumen una de las asignaciones más arduas que se nos ha dado como seguidores de Cristo.

Amar a las personas es casi lo más difícil que algunos de nosotros hacemos. Podemos ser pacientes con las personas, e incluso justos y caritativos; no obstante, ¿cómo se supone que debemos invocar en nuestros corazones ese sentimiento cálido y vibrante de buena voluntad que el Nuevo Testamento llama "amor"? Algunas personas son muy desdichadamente imposibles de amar. Aquel individuo pestilente con la desagradable tos que se sienta al lado suyo en el tren, poniéndole el periódico en la cara, aquellos groseros patanes en el barrio con el perro que ladra sin parar, aquel lisonjero mentiroso que se aprovechó de usted tan completamente la semana pasada; ¿por qué magia se supone que uno debe sentir hacia esas personas otra cosa que no sea repulsión, desconfianza y resentimiento, y un deseo justificado de no tener nada que ver con ellas?

Sin embargo, el mandamiento no es ambiguo. Somos llamados a amar. "Aquí tenemos un ejemplo primordial de eso que parece paradoja que se levanta en el centro de la vida cristiana [...] El fruto siempre es un don, pero, aun así, requiere un trabajo arduo".

Puesto que el amor es tanto un don como una tarea, ¿cuál es la tarea que tenemos que hacer si deseamos vivir esta vida más que maravillosa? ¿Cómo podemos llegar a ser personas con más amor?

BUSQUE EL AMOR GENUINO

Henry Drummond predicó un mensaje clásico sobre el amor titulado "La cosa más grande del mundo", en el cual dijo: "Si un pedazo de hierro ordinario se pega a un imán y se le deja allí, después de un tiempo el magnetismo del imán pasa al hierro, así que también se vuelve un imán". Conforme nos mantenemos unidos a Jesús, su amor pasará a nosotros y a otros.

Cuando recibimos el amor de Dios en nuestros corazones, eso crea un reservorio de amor del que podemos echar mano cuando necesitamos amar a alguien. ¡En otras palabras, amamos a otros con el mismo amor con el que nosotros hemos sido amados!

Ese reservorio de amor es puro, y cuando hacemos "las primeras cosas" y actuamos como si amáramos, eso llena nuestros corazones. Actuar como si amáramos a otros y luego sinceramente abrirnos para que nos llene el amor puro de Dios es diferente a simplemente pretender amar a todos. No finja amor para decirse luego que ha amado. Esa clase de amor no es lo que Dios requiere de nosotros; Él lo ve todo con claridad, aunque por nuestra parte estemos ciegos a ello.

(Continues…)



Excerpted from "Una Vida Más Que Maravillosa"
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Copyright © 2017 Grupo Nelson.
Excerpted by permission of Grupo Nelson.
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Table of Contents

Introducción, vii,
1. Una vida de amor, 1,
2. Una vida de gozo, 25,
3. Una vida de paz, 47,
4. Una vida de perseverancia, 69,
5. Una vida de compasión, 91,
6. Una vida de generosidad, 113,
7. Una vida de integridad, 139,
8. Una vida de humildad, 163,
9. Una vida de disciplina, 183,
Conclusión, 209,
Reconocimientos, 221,
Notas, 225,
Acerca del autor, 237,

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