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Overview
Todos tienen mucho que perder, pero también tienen mucho que demostrar, no solo a sus compañeros, sino a sí mismos. Sunny es el protagonista de esta novela, el tercero de cuatro libros en la emocionante serie de literatura juvenil de Jason Reynolds.
Sunny es exactamente lo que significa su nombre en inglés: soleado. Siempre con la sonrisa bobalicona y algo agradable que decir, Sunny es el tipo más chévere en el equipo de los Defensores. Pero la vida de Sunny no siempre ha sido un rayo de sol resplandeciente. Verás: Sunny es un asesino. O al menos eso es lo que piensa de sí mismo. Su madre murió al darle a luz, y si nos basamos en el modo en que su padre lo trata —al ignorarlo y hacerle que siempre le diga “Darryl”, en lugar de “papá”—, no en balde Sunny piensa que la culpa de la muerte de su madre sea suya. Tal parece que lo único que Sunny puede hacer bien según su padre es ganar cintas de primer lugar en las competencias de una milla de distancia, igual que hacía su mamá. Pero a Sunny no le gusta correr; de hecho, nunca le ha gustado. Así que deja de hacerlo. En medio de una competencia.
En el momento en que la relación con su padre no podría ir peor, lo último que querría Sunny es dejar a los otros novatos —sus únicos amigos— atrás. Pero no puedes estar en un equipo de atletismo y no correr. Así que el entrenador le pregunta a Sunny qué quiere hacer. ¿Y la respuesta de Sunny? Bailar. Sí, bailar. Pero es que tampoco puedes estar en un equipo de atletismo y bailar. Entonces, en un movida genial que solo podría haber concebido Jason Reynolds, Sunny descubre una modalidad en el atletismo que contiene los ritmos duros del hip hop, la precisión del ballet y las dotes teatrales del baile en general: el lanzamiento del disco. Mientras Sunny practica el lanzamiento del disco, que es aprender a soltarlo a tiempo, también soltará todo lo que lo ha carcomido por dentro.
Product Details
ISBN-13: | 9781665927628 |
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Publisher: | Atheneum/Caitlyn Dlouhy Books |
Publication date: | 06/25/2024 |
Series: | Defenders Track Team Series , #3 |
Pages: | 192 |
Sales rank: | 413,691 |
Product dimensions: | 5.10(w) x 7.60(h) x 0.60(d) |
Language: | Spanish |
Age Range: | 10 - 18 Years |
About the Author
Alexis Romay is the author of two novels and two books of poetry. His essays and opinion pieces have been published by NBC News, World Literature Today, Museum of Modern Art, El Nuevo Herald, Latino Rebels, Hypermedia Magazine, Replicante, Letras Libres, and other outlets. He has written lyrics for Paquito D’Rivera and translated over forty picture books, as well as novels by Ana Veciana-Suarez, Margarita Engle, Miguel Correa Mujica, Meg Medina, Stuart Gibbs, and Adrianna Cuevas. He lives in New Jersey with his family.
Read an Excerpt
Capítulo 1: Viernes 1 Viernes
Dichosos los ojos que te ven. Y en vista de que has regresado, porque te traje de vuelta (luego de recomponer tu lomo) —que rima con plomo y mercurio cromo—, a Aurelia, vete tú a saber por qué, parece como que tendría que volver a presentártela. Como si no te conociera. Como si no te recordara. Pero yo sí. Así que no tenemos que estrecharnos las manos y hacer todo ese rollo de «me llamo Fulano de tal». Pero a Aurelia a lo mejor le va a hacer falta. Hoy mismo me preguntó si todavía te llamo «Diario» o si acaso ahora te llamo «Confidente». O tal vez «Cuaderno». Le dije que «Diario». Eso es lo que siempre te he llamado. Porque me gusta Diario. Nada de «Cuaderno». Y «Querido Confidente» no tiene la misma gracia. Como que no me cuadra. «Querido Diario» es mejor, porque «diario» me recuerda al nombre Darryl, y así siento como si en verdad le hablara a alguien. Y Darryl me recuerda a «dairy» —que en español es «lácteo»— y «diario» y «dairy» son casi lo mismo. Y a mí me gustan los productos lácteos. O al menos la leche. Pero no puedo beber mucha, cosa que ya sabes, porque hace que sienta que tengo la barriga llena de pegamento, cosa que también sabes. Pero me gusta de todos modos. Porque soy un raro. Cosa que sabes de sobra. Sabes que me gustan las cosas raras. Y todo lo relacionado con la leche es raro. Incluso la palabra «leche», que me parece que suena al modo en que suena la leche cuando te la tragas de un sorbo. Lechelechelechelecheleche. Mejor empiezo de nuevo.