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Product Details

ISBN-13: 9788497776394
Publisher: Obelisco, Ediciones S.A.
Publication date: 08/15/2010
Series: Coleccion Salud y Vida Natural
Edition description: Spanish-language Edition
Pages: 144
Product dimensions: 4.90(w) x 7.50(h) x 0.50(d)
Language: Spanish

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Stevia

Historia, virtudes y aplicaciones de la planta dulce que lo cura todo


By Alba Sánchez

EDICIONES OBELISCO

Copyright © 2010 Ediciones Obelisco, S. L.
All rights reserved.
ISBN: 978-84-9777-639-4



CHAPTER 1

Conoce la planta dulce


La stevia (Stevia rebaudiana Bertoni) es un auténtico regalo de la naturaleza que procede de las zonas subtropicales y tropicales de América del Sur y América Central, concretamente de Paraguay y Brasil.

Se trata de un arbusto dioico (órganos sexuales masculinos en distinto pie que los femeninos) que puede alcanzar 90 cm de altura. Sus hojas, de color verde brillante, son elípticas y dentadas, de tamaño variable, entre 3 y 5 cm de largo y de 1,5 a 2 cm de ancho. Sus tallos son vellosos y rectos.

La flor de la stevia es pequeña, tubular y de color blanco, y no posee ningún perfume concreto. En sus países de origen puede llegar a producir frutos fértiles, aunque la mejor forma de reproducción en esta planta es a través de los esquejes.

El hábitat natural de la stevia se halla en las regiones semiáridas, como la cordillera de Amambay en Paraguay. Son terrenos con mucho sol, arenosos y poco fértiles, pero que cuentan con un buen drenaje.

Este pequeño arbusto tiene importantes propiedades medicinales, por lo que los indígenas guaraníes y del Mato Grosso lo cultivan desde tiempos inmemoriales. Lo denominaron Ka'a He'ë, que significa «planta dulce», y es que la stevia es, por su dulzor, un excelente sustituto del azúcar, gracias a sus hojas, que contienen una sustancia 15 veces más dulce que el azúcar de mesa o refinado. Además, el edulcorante natural de la stevia no aporta calorías al organismo, por lo que no engorda, a diferencia del azúcar.

Esto hace que la stevia resulte ideal para ayudar a perder peso, ya que reduce la sensación de hambre, el deseo de comer dulces y facilita la absorción de las grasas. La stevia también es ideal para los diabéticos, puesto que regula los niveles de glucosa en sangre.

CHAPTER 2

Propiedades de la stevia


Los principales componentes de las hojas de stevia son: triterpenos, monoterpenos, esteroides, taninos, flavonoides, diterpenos labdámicos, sesquiterpenos y aceites volátiles.

Las propiedades edulcorantes de la stevia las han utilizado durante siglos las poblaciones nativas de Paraguay. La medicina popular paraguaya la ha empleado como digestivo, cardiotónico, antiácido, diurético, hipoglicemiante, etcétera.

La stevia ayuda a regular la presión arterial y facilita la absorción de las grasas, razón por la que es perfecta para perder peso. La stevia también ayuda a reducir la fatiga y la ansiedad, e influye de manera positiva en las dolencias del hígado, el páncreas y el bazo.

Para una correcta higiene bucal, no dudes en tomar stevia en forma de enjuagues o como dentífrico, porque previene la caries y es un excelente antiséptico bucal y antiinflamatorio, con un efecto similar a otros antisépticos químicos como la clorhexidina.

También es un hipotensor suave y un buen diurético, que ayuda cuando se sufren problemas de estómago y gastrointestinales. Potencia la eliminación de las toxinas acumuladas debido a una mala alimentación.

Estimula el sistema inmunitario inhibiendo la reproducción de los virus. Su consumo habitual ayuda a fortalecer el sistema vascular y a fomentar el correcto funcionamiento del corazón.

La stevia también es un buen desinfectante para pequeñas quemaduras, erupciones, heridas, dermatitis o seborrea (trastorno de las glándulas sebáceas que consiste en una hipersecreción de grasa que afecta al cuero cabelludo, a la cara y al torso).

Además, la stevia contiene proteínas, fibra, hierro, fósforo, calcio, potasio, zinc, rutina y vitaminas A y C.


Otras aplicaciones de la stevia

Otras disciplinas son conocedoras desde hace siglos de los grandes beneficios de la stevia. En agricultura, la stevia se emplea como activador de cultivos, ya que ayuda a obtener frutos más grandes y más dulces, y para mejorar la calidad del césped en jardinería o en campos de golf. Asimismo, los residuos de stevia fermentada se usan para recuperar terrenos afectados por el abuso de productos químicos, estériles o con dioxinas y se logra una notable recuperación en pocos años.

El mundo de la cosmética emplea la stevia para elaborar cremas y productos para el cuerpo, como jabones y lociones. Las cremas elaboradas a base de extracto de stevia son rejuvenecedoras y antiaging. Es un excelente desinfectante y antioxidante, y elimina las bacterias y los hongos, algo muy útil en medicina para tratar las enfermedades de la piel.

La stevia también es beneficiosa para los animales, ya sean mascotas, animales de granja o caballos de carreras.

CHAPTER 3

El esteviósido, un edulcorante natural


La propiedad más importante de la stevia se encuentra en sus hojas. Se trata del edulcorante natural llamado esteviósido, que está constituido por una mezcla de ocho glucósidos diterpénicos (principalmente el esteviósido y el rebaudiósido, entre otros). En 1931, los investigadores franceses Bridel y Lavielle cristalizaron el principio edulcorante y llegaron a la conclusión de que el esteviósido, en su estado más puro, es 300 veces más dulce que la sacarosa y no posee efectos tóxicos para la salud. Demostraron que el esteviósido, compuesto por carbono, hidrógeno y oxígeno, es el edulcorante más dulce que existe en la naturaleza.

En la década de 1970, investigadores japoneses de la Universidad de Hiroshima y Hokkaido descubrieron más propiedades de las hojas de la stevia, como los edulcorantes rebaudiósidos A, B, C, D y E. El primero (tipo A) es el que tiene un sabor más intenso, unas 400 veces más dulce que el azúcar.

Las propiedades del esteviósido son sumamente positivas para el organismo y para la elaboración de alimentos.


Propiedades del esteviósido

Poder endulzante extraordinario: es su característica más importante, ya que resulta incluso 300 veces más dulce que la sacarosa, es decir, 300 g de sacarosa equivalen a 1 g de esteviósido.

No aporta calorías: el organismo no lo metaboliza, por tanto, no engorda.

Alta solubilidad en agua y en soluciones hidroalcohólicas.

Fermentabilidad: no es fermentable, ni vulnerable a ataques de las bacterias orales.

Tolerancia al calor: su fuerte estructura no resulta modificada cuando se expone a altas temperaturas, por tanto, su poder edulcorante no disminuye. Por este motivo es ideal para alimentos calientes u horneados. Se funde a 238 ºC.

Color persistente: aun en las condiciones más exigentes en el procesado de alimentos, su color no se altera ni se oscurece.

Resistente al pH: el esteviósido se mantiene estable en un amplio rango de pH (de 3 a 9), aunque se encuentre a 100 ºC. Cuando el pH supera el grado 9, la sensación de dulzor se pierde rápidamente.

El esteviósido puede obtenerse a partir de dos procedimientos distintos:

• Por difusión: después de hervir las hojas de stevia se obtiene un líquido oscuro y denso. Con este líquido se puede potenciar el sabor de los alimentos.

• Por maceración: conseguimos el líquido a través del macerado de las hojas en agua destilada.


El sabor del esteviósido es semejante a la sacarosa, pero su duración y persistencia es ligeramente inferior a la sacarosa, y muy superior respecto a los demás edulcorantes.

El esteviósido tiene, además, un sabor secundario parecido al regaliz o al mentol, que se presenta en altas concentraciones, y que es muy evidente en el extracto natural. Se puede reducir mezclándolo con sacarosa y glucosa, o con fructosa, sorbitol y malitol.

CHAPTER 4

Cómo y cuándo consumir stevia


La stevia se puede consumir fresca, en forma de infusión, o incluso mezclada con otras infusiones.

Si deseas consumirla fresca, sólo debes tomar 4 hojas tiernas a la hora del desayuno y 4 más a la hora de la cena. O puedes mezclar hojas de stevia en tu ensalada o añadirla a los platos de pasta.

En el caso de preferir la infusión, también debes tomar una infusión por la mañana y otra por la noche. Para preparar la infusión de stevia, debes añadir una cucharadita de hoja seca de stevia triturada por taza, es decir, una cucharadita es suficiente para cada infusión. También se pueden mezclar distintas infusiones con hoja seca de stevia.

Puedes preparar infusión de stevia para un par de días; para ello, debes llevar a ebullición un litro de agua y añadir 4 cucharaditas de hojas secas de stevia trituradas. Deja reposar la infusión media hora antes de tomártela para aprovechar al máximo todos los beneficios de la stevia.

Si deseas usar la stevia como edulcorante, lo mejor es hacer un aliño. ¿Cómo? Se hace una infusión de tres o cuatro litros de agua con bastantes hojas secas de stevia y se deja reposar media hora. Luego se cuela y se deja a fuego lento hasta que casi no quede nada de agua. El resultado será un líquido muy dulce que se puede emplear como edulcorante en los platos que se desee.

La stevia ayuda en caso de digestiones pesadas y puede prevenir resfriados y gripes.

Si deseas dejar de fumar, la stevia reducirá la ansiedad que genera dejar el tabaco. Y si deseas perder peso, la stevia inhibirá tus deseos de comer cosas dulces y la ansiedad del deseo de comer.

La stevia, al ser un edulcorante natural, se puede emplear en la elaboración casera de bebidas, dulces, mermeladas, chicles, repostería, confituras o yogures.

CHAPTER 5

Cómo plantar tu propia stevia


Si quieres disfrutar de las maravillosas propiedades de la stevia en cualquier ocasión, puedes cultivarla en casa. Es muy fácil, sólo necesitas una maceta, tierra de calidad, mucho sol y agua en abundancia, ya que es una planta tropical. La stevia es un arbusto sólido y muy fácil de cultivar.

Al ser una planta tropical, en primavera y verano puede reproducirse por esquejes. Con este método, la stevia puede reproducirse muy bien (de 200 a 500 nuevas plantas). No obstante, siempre hay que evitar los brotes con flor, ya que no llegarían a enraizar. En otoño e invierno, la stevia reduce su ciclo, hecho que hace que su crecimiento se detenga.


Cómo plantar una stevia paso a paso

Llena una maceta con turba abonada y riégala hasta que esté empapada. Puedes adquirirla en cualquier establecimiento especializado en plantas.

Hay que tener en cuenta que el abono mineral o químico, si no se administra bien y se añade en exceso, puede dañar la planta. Por eso es recomendable utilizar siempre abono orgánico.

Debes considerar que es muy importante que no transcurra demasiado tiempo desde que se corta el brote, hasta que se planta en otra maceta. Lo ideal es cortar y a continuación plantar. En caso de no poder plantar el brote inmediatamente, hay que colocarlo en un recipiente con agua.

Para plantar por esqueje, debes cortar, de un tallo de stevia de unos 20 cm, los últimos 10 cm. Retira un par de hojas de la parte inferior para que resulte más fácil introducirlo en la turba.

Es importante no elegir un brote que acabe en flor, ya que, de lo contrario, no crecerá bien.

Una vez plantado el brote en la maceta, colócala en un lugar con sombra en el que no dé nunca el sol, ya que el sol directo impediría el correcto enraizamiento del brote. Sin embargo, ten en cuenta que esto no quiere decir que deba estar completamente a oscuras.

Para evitar la deshidratación, la maceta debe estar al resguardo del viento.


Riégalo 3 veces al día: mañana, tarde y noche.

Una vez nazca alguna hoja nueva en tu brote de stevia trasplantado (30 días después más o menos), ya podrás colocar la maceta en un lugar con más sol.

A partir de ahora sólo hay que regar una vez al día (por la mañana).

En verano hay que regarla todos los días. En cambio, en otoño y en primavera hay que evitar la humedad en la tierra y regar sólo cuando la planta lo necesite.

En invierno, la stevia ralentiza su metabolismo y, por tanto, apenas necesita riego, para evitar que se pudran las raíces.

Para conseguir el máximo beneficio de tu planta, a los 2 meses de haber plantado el brote, es recomendable trasplantar una segunda vez en una maceta más grande, en el jardín o en su lugar definitivo.

Cuando la planta de stevia se llene de flores indica que su crecimiento se ha estancado, momento en el que tendrás que podarla (a finales de otoño aproximadamente). Recórtala hasta que mida 10 cm de altura y deja secar las hojas que quedan.

Para hacer infusiones es mejor la hoja seca de stevia, y para secarla en casa sólo tienes que seguir estos dos sencillos pasos. Primero, coloca las hojas de stevia que desees secar encima de un papel de periódico, pon otro papel de periódico por encima y poco a poco se irán secando solas. Es importante hacerlo en el interior de la casa, ya que el sol directo puede provocar la pérdida de propiedades de la hoja.

La stevia es una planta muy fuerte y resiste bien los ataques de los hongos y de los insectos. Para evitarlos no hay que abusar del riego, ni de los abonos químicos nitrogenados. Para combatir los insectos es necesario usar métodos ecológicos para asegurar y preservar las propiedades medicinales de la stevia, como, por ejemplo, Bacillus thuringiensis (un insecticida ecológico) para erradicar los ataques de las orugas. Para luchar contra los pulgones y las moscas, puedes iniciar un tratamiento con extractos de ajo, aceites de Nem y otros productos recomendados por la agricultura ecológica.

Si sigues estos sencillos consejos, conseguirás una planta de stevia que te proporcionará infinidad de beneficios, tanto en su forma natural, como seca.

CHAPTER 6

El azúcar, veneno dulce


La historia del azúcar siempre ha estado relacionada con la controversia. El tráfico de esclavos y la producción de azúcar iban de la mano, en sus orígenes, en el siglo xvi, cuando el azúcar era un alimento exótico sólo apto para los poderosos. Y aunque se trataba de un negocio que justamente acababa de empezar, ya generaba infinidad de beneficios. Sin embargo, también tenía detractores. En este sentido, el filósofo y alquimista francés ClaudeAdrien Helvétius describió, en el siglo xviii, la cruda realidad sobre el azúcar: «No llega un tonel de azúcar a Europa en el que no lleve también sangre. Ante la miseria de estos esclavos, toda persona con sentimientos debería rehusar estas mercancías y renunciar al placer que proporciona algo que sólo se puede comprar con las lágrimas y la muerte de innumerables criaturas desgraciadas». Pese a todo, el negocio del azúcar se fue extendiendo de forma imparable, sobre todo en Inglaterra, quien controló el negocio del azúcar y de los esclavos, hasta conseguir casi el monopolio mundial, y aunque los dueños de las plantaciones, los comerciantes y la realeza se llenaran los bolsillos, eso no impidió que surgiera la primera Sociedad Anti-Sacarina en 1792 y que empezara a despuntar una conciencia social contraria al uso de esclavos. Por este motivo, durante el siglo xviii, la competencia del azúcar británico empleaba el siguiente eslogan: «El azúcar de las Indias Orientales no está elaborado por esclavos».

Durante las guerras napoleónicas, Gran Bretaña detuvo el suministro de azúcar a Francia, lo cual disparó los precios. Napoleón, que no estaba dispuesto a renunciar al veneno dulce, instó a los científicos franceses a que investigaran un nuevo tipo de azúcar, el que provenía de la remolacha de la baja Babilonia. Francia se llenó de plantaciones de remolacha azucarera y, en 1807, fue el primer país que abolió legalmente la trata de esclavos. A éste le siguieron otros países «adelantados», a excepción de Estados Unidos. Por este motivo, en pocos años, Estados Unidos se convirtió en el principal país productor de azúcar y en el principal consumidor a nivel mundial.

La modernización en el proceso de elaboración del azúcar gracias a la máquina de vapor y a la caldera supuso la democratización del azúcar y que éste llegara a todo el mundo, y con él nuevas enfermedades de las que nadie se percataba, ya que el azúcar es una sustancia muy adictiva que tarda más que otras drogas en hacer mella en el cuerpo humano, algo que entonces no se sabía, pero hoy en día sí. De ahí que sea tan importante no adquirir el hábito adictivo del azúcar, que siempre empieza en la infancia. Tras años de abuso del azúcar, el sistema endocrino resulta alterado completamente debido al «efecto estímulo efímero» que produce. Provoca estrés y cambios de humor, así como una conducta adictiva que busca de nuevo el «subidón» del azúcar. Con el tiempo, el sistema endocrino no consigue funcionar con eficacia y la sensación de pesadez y cansancio es constante.

La moda del azúcar no consiguió engañar a la sabiduría de algunos curanderos y curanderas, quienes veían en él un alimento dañino que había que evitar a toda costa. El motivo que alegaban era que el azúcar no era un alimento integral, no estaba bendito por la naturaleza y, por tanto, no era sagrado; además, su fin no era proteger la salud del hombre, sino que constituía una fuente de riqueza para unos pocos, culpable de muertes, problemas y guerras. Según William Dufty, estos argumentos fueron suficientes para que el colectivo de curanderos fuera perseguido por el estado y por la Iglesia, máximos beneficiarios de la industria del azúcar. Empezaba la llamada «caza de brujas» de la Edad Media. Todo aquel que practicara curas naturales y que estuviera en contra del azúcar por ser un claro enemigo de la salud era tachado de brujo y quemado en la hoguera. Para que no pareciera una carnicería sin sentido, los sacerdotes católicos y protestantes argumentaron que «si una mujer se atreve a curar sin haber estudiado, es una bruja y debe morir». Estaba claro que empezaba el reinado del terror, puesto que todo aquel que no estuviera de acuerdo con la Iglesia era tachado de hereje y también quemado en la hoguera. La Iglesia no se preocupaba de la alimentación –del pueblo– y menos de los efectos negativos del azúcar, empresa que había bendecido por ser un negocio muy lucrativo. Tacharon a las curanderas, preocupadas por la alimentación y la buena salud de los demás, de «esas personas que tratan de inducir a otras a ejecutar maravillas demoníacas [...] sobrepasando a todos los seres en maldad».


(Continues...)

Excerpted from Stevia by Alba Sánchez. Copyright © 2010 Ediciones Obelisco, S. L.. Excerpted by permission of EDICIONES OBELISCO.
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Table of Contents

Contents

1. Conoce la planta dulce, 7,
2. Propiedades de la stevia, 9,
3. El esteviósido, un edulcorante natural, 13,
4. Cómo y cuándo consumir stevia, 17,
5. Cómo plantar tu propia stevia, 19,
6. El azúcar, veneno dulce, 23,
7. Las instituciones y los edulcorantes, 35,
8. Los edulcorantes más usados en el mercado, 41,
9. La crisis de los edulcorantes, 49,
10. Edulcorantes artificiales y enfermedades, 53,
11. El edulcorante perfecto, 57,
12. Diabetes y stevia, 59,
13. La obesidad, 65,
14. Alimentos light, ¿sí o no?, 73,
15. Stevia versus la industria, 83,
16. La lucha por la stevia, 93,
17. La stevia en la historia, 97,
18. Dónde comprar stevia, 103,
19. Recetas con stevia, 107,
20. Entrevista a Josep Pàmies, 115,

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