Sherlock Holmes es un personaje creado en 1887 por el escritor escocés sir Arthur Conan Doyle, es un detective inglés de finales del siglo XIX, que destaca por su inteligencia, su hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles. Es protagonista de una serie de cuatro novelas y cincuenta y seis relatos de ficción. Este detective inglés, es uno de los personajes de ficción más famosos de la historia de la literatura y de sus aventuras se han realizado numerosas adaptaciones, tanto para el cine como para la televisión o el teatro.
Sherlock Holmes es el arquetipo de investigador cerebral por excelencia e influyó en gran medida en la ficción detectivesca posterior a su aparición. Aunque se considera a Auguste Dupine, creado por Edgar Allan Poe, como un personaje predecesor muy similar, la genialidad excéntrica de éste no alcanzó la enorme popularidad que Holmes y su autor alcanzaron en vida de éste.
Famoso por su increíble capacidad deductiva y su vasto conocimiento tanto del comportamiento humano como de la ciencia natural aplicada al estudio forense, Holmes es un personaje cuya influencia es notable en toda la ficción detectivesca posterior a su época.
Acompañado del Dr. Watson con quien convivió en el conocido 221B de Baker Street y que fue utilizado como narrador para contar sus aventuras, Holmes tiene unas características muy conocidas, como puede ser su afición a fumar en pipa, el hecho de que toque el violín cuando necesita pensar o su afición a inyectarse cocaína.
Holmes es frío, calculador y de razonamiento lógico, coleccionista incansable de muestras de tierra o tabaco y amante del arte del disfraz, en el que es un consumado maestro. También organizó un grupo de pillos callejeros, los irregulares de Baker Street, y tan sólo se le conoce interés por una mujer, Irene Adler, cuya aparición se da en Escándalo en Bohemia.
En cuanto a enemigos, el más destacable de todos es el Profesor Moriarty, rival en inteligencia del detective y que, en un primer momento, acabó con su vida en una confrontación en La aventura del problema final. Sin embargo, la popularidad de Sherlock Holmes era tal que Doyle volvió a traerlo de entre los muertos en 1903.
Lectura muy entretenida. Cada aventura es muy emocionante y con final desconocido. Definitivamente hay que leerlo para entrar en el mundo del razonamiento lógico con mucha inteligencia como ingrediente.
