Los seis gigantes de David no son los gigantes literales como Goliat que él y sus guerreros mataron. Estos seis gigantes son problemas, decisiones o acciones que no se corrigen en la vida, por lo que luego se vuelven difíciles de superar. David lucha no solo con problemas internos más profundos, sino también con las personas. Algunos pecados tienen graves consecuencias que continúan incluso después de que hayamos fallecido. El pecado de David con Betsabé es un problema enorme que afecta a toda su familia durante muchos años. Carecer de corrección y disciplina es invitar al desastre. El Señor es misericordioso y perdona nuestros pecados, pero las consecuencias las llevamos nosotros mismos. Una lección que aprender de su vida y de este libro es respetar lo que Jesús ha hecho en la cruz por todos nosotros. Su precio en la cruz fue por nuestro pecado, pero también debemos vivir santamente con justicia. Sed santos porque Dios es santo.