Saliendo De La Oscuridad

Saliendo De La Oscuridad

by Willy A. Bermello
Saliendo De La Oscuridad

Saliendo De La Oscuridad

by Willy A. Bermello

eBook

$2.99  $3.99 Save 25% Current price is $2.99, Original price is $3.99. You Save 25%.

Available on Compatible NOOK devices, the free NOOK App and in My Digital Library.
WANT A NOOK?  Explore Now

Related collections and offers


Overview

Saliendo de la oscuridad nos ensea el camino de cmo un arquitecto cubano americano, transforma su vida desde el momento que su esposa lo lleva a una iglesia cristiana en el ao 1994. El libro ofrece una gua interesante de los retos y obstculos que el autor poco a poco va venciendo, cambiando no de religin, pero si su relacin con Jess Cristo, su Dios y Salvador. Este es un libro que todo cristiano debe leer.

Product Details

ISBN-13: 9781504375986
Publisher: Balboa Press
Publication date: 05/02/2017
Sold by: Barnes & Noble
Format: eBook
Pages: 144
File size: 266 KB
Language: Spanish

Read an Excerpt

CHAPTER 1

POCO A POCO

Emigré con mis padres a los EEUU el 22 de Octubre de 1960. Tenía 9 años al llegar a Miami. Yo había sido criado en una familia Católica.

Mis padres, en Cuba, fueron criados en la religión católica y sus padres antes de ellos también. Nuestra familia era característicamente tradicional dentro de la sociedad y cultura cubana. Una sociedad y cultura que aunque de forma silenciosa pero con evidentes prejuicios, despreciaba otras religiones que no fueran la católica y en lo particular las llamadas iglesias protestantes.

Desde niño, mi percepción era que estos prejuicios y las diferencias entre católico y protestante tenían como base el estatus socioeconómico más allá que las diferencias basadas en fundamentos teológicos. El Padre Nuestro era similar, el Dios era el mismo.

Por muchos años, ya adulto, casado y con dos niños, resistía con gran inflexibilidad las peticiones, invitaciones y ruegos de mi esposa Daysi para que la acompañara a una iglesia Cristiana.

Por vez primera en 1994 visité la Iglesia Alpha y Omega, una iglesia Cristiana - Evangélica- Pentecostal en el Oeste de Miami.

Mi esposa ya hacía varios años que a escondidas asistía con su hermana y algunas veces con mi hija, que fue la primera en nuestra familia en aceptar al Señor. Pero en casa durante todos estos años se hacía poca mención del tema, evadiendo discordia o una confrontación familiar.

En esos tiempos, yo en repetidas ocasiones le recordaba a mi esposa que yo era R.C.A, es decir Romano, Católico y Apostólico. Como para decir, desiste de tratar pues no me vas a cambiar.

Pero bastó un solo sermón del Reverendo Alberto Delgado en 1994 y todo dentro de mí comenzó a cambiar. Poco a poco creció en mí un despertar espiritual diferente, con sed de conocer más a aquel Dios en el cual yo siempre había creído pero del cual poco conocía.

Poco a poco comencé a vencer una serie de barreras y obstáculos que me ataban al pasado y detenían mi crecimiento espiritual, algo a lo que hasta ese momento le había dedicado poca atención.

1. USO DE RAZONAMIENTO:

La primera barrera que tuve que superar fue la dependencia en el uso del razonamiento, donde dos más dos son cuatro. Yo estaba acostumbrado a depender de datos y evidencias, al igual que hechos y pruebas para llegar a una conclusión. Yo no estaba acostumbrado a caminar por fe. Pero poco a poco, leyendo la Palabra, algo que como católico nunca había hecho, comencé a cambiar mis preocupaciones y ansiedades de negocio o de mi familia, por un descanso total en el Señor. Y poco a poco, el temor y la duda sobre lo no visto o no conocido, fue cambiado por fe.

2. AUTORIDAD:

Desde niño para mí el símbolo de autoridad era mi padre terrenal. En segundo plano estaba el sacerdote de la iglesia y el maestro en la escuela. Poco a poco aprendí que cuando Cristo murió, Él murió por mí y murió por ti. Y que Cristo resucitó y que al aceptar a Cristo como mi Dios y Salvador, su victoria también es mi victoria. Aprendí que en Cristo tenemos la autoridad de atar y desatar. También tenemos la autoridad de declarar con nuestra boca las cosas que no son, como si fuesen.

3. EL PODER DE HABLAR:

Retrospectivamente por más de 45 años yo era mudo con mi Padre Celestial. Nunca oré en alta voz. Nunca me oyó hablar. ¿Qué pasaría si tus hijos no te hablaran? ¿Si tus hijos no se dirigieran a ti o no te solicitaran tus consejos o ayuda? Es más, ¿qué es lo que uno típicamente hace cuando está bravo o se enoja con alguien? La respuesta es que uno, enojado cierra la boca como una presa y ni un murmullo sale. Comienza la guerra del silencio. De manera que el silencio es representativo de una separación. Y lo mismo ocurre con el Señor. Poco a poco entendí la importancia de expresar con mi boca lo que sentía en mi corazón. Reconocí que no es suficiente sentir o pensar. Hay que hablar. El Señor no creó el mar y la tierra, las aves y al hombre, pensando o sintiendo. El Señor los creó hablando. En Génesis 1:3, Dios dijo: "Sea la luz y fue la luz"

4. ALABAR Y RENDIRSE AL SEÑOR:

La primera vez que fui a Alpha y Omega mi primera impresión fue que me habían llevado no a una iglesia, sino a una casa de locos. Durante el servicio la gente con las manos alzadas, alabando al Señor con cantos y oración. A veces empezaban a dar brinquitos y algunos se caían al suelo llenos del Espíritu Santo. Para mí todo esto era nuevo. La iglesia no lucía como una iglesia y el Pastor ni lucía ni actuaba bajo mis preceptos católicos de cómo se conducía un hombre de Dios. Lo que sí sé es que después de ese shock inicial, todo lo que vi y todo lo que oí, me gustó. Y quería más y más.

Poco a poco reconocí que alzar las manos era un gesto, un símbolo de un rendimiento incondicional. Un rendimiento a Él y solo a Él. Para los hombres el concepto de rendimiento no es fácil, los complejos de machista lo hace aún más difícil.

Yo fui criado por mi padre, para el cual bajo ningún concepto yo podía rendirme ante cualquier situación o persona. Lo que mi padre nunca me enseñó es que esa regla tenía un asterisco y que la única excepción era Cristo; y, frente a Él sí me podía rendir. Poco a poco estos complejos desaparecieron y vino un cambio sobre mí, pues cómo podía yo reconciliar todas las payasadas que mis amigos y yo hacíamos celebrando un gol o una victoria del equipo de los Miami Dolphins y no celebrar al que no por nuestras obras, sino por Gracia nos perdonó y nos regaló la Salvación. ¿Cómo podía justificar dar brincos, dar "high fives" cantar canticos y otros ritos más, pero limitarme a no hacer similar celebración por el Señor?

5. CONOCER ES UN REQUISITO PARA AMAR:

Desde muy pequeño si alguien me preguntaba, si yo creía en "Papa Dios", yo automáticamente respondía, que sí creía en Dios y que lo amaba. La verdad que mis palabras aunque absolutas, tenían tanta substancia como las palabras de una cotorra bien entrenada.

Poco a poco aprendí que es imposible amar de verdad a alguien que no conoces. ¡Te imaginas por un momento que mi padre o mi madre, que en Paz descansen, me hubieran escrito una carta o me hubieran dedicado una tarjeta postal durante las Navidades y que yo no me tomara el tiempo de leerla! o más aún, me hubieran escrito un libro o manual de enseñanza para mí y yo lo despreciara sin abrirlo, sin desmenuzar sus palabras y aprender de sus enseñanzas.

¿Eso sería un acto de amor o un acto de indiferencia?

A mí, como padre, la mayor satisfacción personal es la obediencia de mis hijos y me alegra cuando vienen a mí, cuando me buscan para que les aconseje y los ayude. Y lo mismo ocurre con el Señor, el concepto es el mismo.

En la canción "Temprano yo te buscaré" (De madrugada yo me acercaré a ti), el mensaje es que lo primero que debes hacer cuando tienes un problema, cuando estás en la disyuntiva donde tienes que tomar una decisión, lo primero que debes hacer es ir a Él, para que su palabra te guíe y descanses en Él.

LA FE ACTIVADORA

El cristianismo tiene 3 pilares: el Amor al prójimo, la Resurrección y la Fe Activadora. En Hebreos Capitulo 11 Versículo 1, se encuentra la definición de Fe Activadora: "La Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve".

Cuando en Génesis Dios dijo: "Sea la luz y fue la luz" lo que se ve, todo lo que está alrededor de nosotros, fue creado por lo que no se ve. Y para aquellos que no aceptan fácilmente el concepto de la Fe, en Hebreos 11:6 recibes un aviso importante cuando dice la Palabra: "Sin Fe es imposible agradar a Dios".

Como buen Católico, yo me crié, pensando que si solo hacía buenas obras, respetaba y toleraba la manera de pensar de otros, no hería a nadie, evitaba vicios, no me entretenía en chismes, etc., etc., en otras palabras, si solo hacía el bien, me ganaría el cielo y el amor de Dios.

Si tú te criaste igualmente, ambos estábamos bien lejos de la verdad. Pues sin Fe y si no descansas en Él, te quedarás miserablemente corto de la meta final. Pero la buena noticia, es que con Fe, todo es posible.

En Marcos 9:23 vemos un padre con su hijo, que desde niño el muchacho estaba endemoniado. Por años había tratado todo tipo de medicamentos y tratamientos, sin resultado. Es más hasta los mismos discípulos de Jesús, también trataron pero el resultado fue el mismo. Solo Jesús ministrando al padre del muchacho y a los discípulos, les enseñó que "Si puedes creer, todo es posible".

El poder de la Fe lo vemos en "high definition" – HD en Marcos 5:2134. Tenemos que recordar que Jesús recorriendo por todo el valle del rio Jordán y Galilea era como un "rock star en tour" las multitudes lo seguían de pueblo en pueblo. Una mujer que llevaba 12 años con un flujo de sangre, había oído hablar de Jesús y decide que lo quiere conocer.

Hay que tener en mente, que en los tiempos antiguos en la religión hebrea el tema de la menstruación de la mujer, la limpieza y purificación eran temas de gran importancia. Esta mujer no solo tenía un problema, sino que además, en el contexto de un foro público estaba prohibido salir a la calle durante la menstruación. En esos tiempos no era fácil cubrir o esconder las manchas del flujo y los olores de su cuerpo.

Pero esta mujer, aunque apenada por su condición, estaba determinada. Ella arrastrándose entre las multitudes, llega a donde estaba Jesús y avergonzada de su condición, la cual escondía agachándose, toca a Jesús por atrás y cuando Jesús se vira, la mujer le dice: "Si tocase solamente tu manto seré salva" y Jesús le dice a la mujer: "hija, tu fe te ha hecho salva".

Hay gran simbolismo en esta escritura, pues el número 12, representaba a las 12 tribus y la mujer a Israel. El manto de Jesús, como todo rabino tenía el "Tallit" con 613 flecos representando cada uno de los mandamientos del viejo testamento. La muchacha sabía que el manto tenía las promesas, pero la fe que ella demostró activó la promesa de sanación.

Dios te ama, y las promesas que son tuyas al aceptar a Jesús como tu Señor y Salvador, solo las puedes activar con la fe. Es como la promesa de transporte que es representada por tu carro o automóvil. Sin la llave de arranque, el carro aunque es tuyo, se queda estacionado y no te lleva a ningún lugar.

La fe no es constante tampoco. Puedes ser de mucha fe o de poca fe. Es como un músculo en tu cuerpo que fortaleces con ejercicio. La fe la fortaleces de acuerdo con las escrituras, con ayuno y oración, escudriñando y meditando la bendita Palabra de Dios.

CHAPTER 2

NO ME LIMITES

Si alguien me preguntara, qué es lo que más me puede frustrar o desconsolar en mi negocio, en el proceso de colaborar con asociados y colegas, bien se pudiera esperar que la respuesta fuera la falta de cumplimiento de metas donde había una gran expectativa de éxito. Es decir, el no alcanzar metas que me he trazado, sabiendo bien que tengo la capacidad, intelecto y energía necesarios para alcanzarlas.

Y aunque no hay duda de que el no satisfacer expectativas puede frustrar a cualquiera, mi mayor desconsuelo es el compartir con un colega un consejo o dar una solución para resolver una problemática o dar instrucciones o una directiva con lujo de detalles y que no sea seguido, resultando en un incumplimiento de responsabilidades y obligaciones corporativas.

En otras palabras, el sentir que mis consejos son despreciados y que mis conocimientos no son valorados.

Fuera del ámbito del mundo de los negocios y de las grandes corporaciones, en el contexto de la familia la situación es similar.

¿Alguna vez has aconsejado a un hijo o hija, diciéndole que no se asocie con fulano o fulana, que son yugos desiguales y eso tarde o temprano va a terminar mal?, y la respuesta de tu hijo o hija es "Papá o Mamá, déjame vivir mi vida, no te metas más, no te metas en lo que no te importa, que yo soy como soy".

Si eres como yo, de carne y hueso, al oír semejante comentario de un hijo o hija, sin duda tienes que sentirte frustrado y desconsolado. Te sientes rechazado por tu propia sangre; y, aunque tienes en tus manos el conocimiento y la sabiduría para guiar a tus hijos, en ese instante te sientes impotente, pues tus hijos, queriendo o sin querer, te han limitado.

Lo mismo hacemos muchas veces tú y yo con el Señor, lo limitamos. Algunas veces lo limitamos a una horita el sábado o domingo.

Él nos dejó en su Palabra un sinfín de promesas que con lujo de detalle nos explica, pero raramente profundizamos y meditamos en su Palabra. Típicamente nos concentramos en raspar solamente la superficie.

Cuando limitamos al Señor, que es omnipotente, dueño de todo el oro y la plata y para quien nada es imposible, lo que le estamos transmitiendo al Señor, es que no queremos que se meta en nuestras vidas.

Estas limitaciones las vemos más a menudo cada día. Por ejemplo hoy en día, está prohibido orar en las escuelas públicas.

Si estás almorzando o cenando en un restaurante y ves a una familia tomarse las manos y dar gracias ante los alimentos, esto es la excepción, no la regla.

Y vemos como bajo el concepto de "political correctness" se trata de eliminar a Cristo de la celebración del nacimiento de Jesús, reemplazando Merry Christmas con Happy Holidays.

Mi opinión en este último ejemplo de la creciente política de eliminar a Dios de la ecuación es simple, aquellos que sean hebreos deben poder celebrar todas sus fiestas hebreas sin limitación y no importa si es Yom Kippur o Rosh Hashanah, hay que respetar la celebración de fiestas hebreas. Lo mismo hay que respetar a los musulmanes en su celebración de Ramadán, pero bajo ningún concepto podemos permitir o tolerar esfuerzos de eliminar a "Cristo de Christmas".

Nuestra vida pasa por 4 etapas: infancia, adolescencia, adultez y vejez. Durante la infancia, no hay filtros. Hay una entrega total, producto de la inocencia; y en esta etapa los padres son todo.

En la adolescencia se desborda la aventura y nace la maldad; los padres no saben nada y el Yo comienza a desarrollarse.

Ya de adulto, la responsabilidad familiar y económica está en la primera fila y uno empieza a conciliar y reconocer "qué razón tenía papá". Y en la vejez uno reflexiona, qué hubiera sido de mí, si hubiera sabido lo que sé hoy.

Durante la etapa de adulto, el proceso de uno hacerse responsable tanto económicamente como dentro del contexto familiar, es una función de establecer límites, protocolos, reglas de conducta y procedimientos en cuanto a los aspectos materiales e interpersonales. Es más, cuando uno describe a una persona diciendo: "Fulano o zutano es un adulto" lo que uno quiere decir es que esa persona es responsable y sabe cuáles son sus límites.

El problema surge en que todo lo material, todo lo natural fue creado por lo espiritual; y, las reglas del hombre no se aplican a lo sobrenatural. Como consecuencia tendemos a confundirnos, aplicándole al Señor las reglas y protocolos del hombre.

Si tratamos de "ser responsables" aplicando reglas del hombre al Señor, terminamos limitando nuestros sueños, limitando nuestra visión y limitando nuestra Fe.

El campo de batalla para todos nosotros es nuestra mente. La duda, el miedo, el temor y la impaciencia son los enemigos de la Fe y representan las mayores limitaciones al Señor, anulando las promesas que Él tiene para nosotros.

En el libro de Santiago 5:11 las escrituras hacen referencia a la paciencia de Job. Para mí sin embargo la historia de José, hijo de Jacob en Génesis 37-50 es posiblemente una de las historias más lindas de como descansar en el Señor y no limitarlo.

José era el más joven de 12 hermanos, y a la edad de 17 años comparte primero con sus hermanos y después con sus padres 2 sueños que había tenido donde él se veía como el centro de su familia.

El compartir sus sueños, resultó en la ira y envidia de los hermanos de José, que conspiran para matarlo y terminan vendiéndolo como esclavo. Como esclavo comienza una travesía que lleva a José a Egipto, donde es comprado por Potifar, oficial del Faraón. En casa de Potifar, José se destacó dentro de los esclavos y pronto se encontró que era el objeto de admiración de la esposa de Potifar, quien al ser rechazada por él lo acusa de violarla.

Por mucho cariño que le tuviera Potifar a José y aunque sabía bien qué ficha tenía de mujer, bajo las acusaciones de su mujer no le quedó otra opción que meter a José en la cárcel.

Imagínate por un momento, José primero es traicionado por sus hermanos y después traicionado por la esposa de su amo, ambos casos lo llevaron cerca de la muerte y suficiente para que otra persona en su lugar dejara de creer o perdiera la Fe. Pero no José, el nunca dejó de confiar en el Señor.

Después de encarcelado, José de nuevo se destaca entre todos los presos, y procede a interpretar dos sueños de 2 encarcelados que antiguamente trabajaban en el palacio del Faraón.

Su éxito en la interpretación de sueños en la cárcel, promueve a José a ser recomendado para interpretar dos sueños del Faraón que los magos en el palacio no pudieron interpretar. Un sueño era sobre unas vacas gordas y vacas flacas; y, el otro sueño era sobre unas espigas gordas y unas espigas flacas.

(Continues…)



Excerpted from "Saliendo De La Oscuridad"
by .
Copyright © 2017 Willy A. Bermello.
Excerpted by permission of Balboa Press.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

Table of Contents

Prefacio, vii,
Introducción, xi,
Capítulo 1 Poco a poco, 1,
Capítulo 2 No me limites, 9,
Capítulo 3 Descansa en mí, 19,
Capítulo 4 Libérate, 31,
Capítulo 5 Protege tus sueños, 45,
Capítulo 6 No dejes de compartir tu historia, 57,
Capítulo 7 El perdón, 71,
Capítulo 8 Dar para recibir, 85,
Capítulo 9 Un Dios de abundancia, 99,
Capítulo 10 Lo que no se ve, 113,
Biografía, 125,

From the B&N Reads Blog

Customer Reviews