Revised Common Lectionary, Spanish: Lectern Edition

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by Church Publishing
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Overview

• Attractive hardcover binding with foil stamping, 2 ribbon markers, and a lay-flat binding. The complete readings for the Revised Common Lectionary Years A, B, and C as authorized by the 2006 General Convention of The Episcopal Church, together with readings for the major Holy Days of the church year, in the Good News translation. This handsome, well-made cloth edition with smyth-sewn pages, two ribbon markers, 16 point type, and a lay-flat binding is ideal for use in a pulpit or lectern. The Revised Common Lectionary in Spanish uses the Good News translation, often used by Spanish-speaking congregations. The Revised Common Lectionary in Spanish is intentionally designed for use beyond The Episcopal Church and includes notations of lessons (where they differ) for the ELCA (Evangelical Lutheran Church in America), the United Methodist Church, and the Presbyterian Church in the USA. Leccionario Común Revisado, Español Edición Atril • Encuadernado en tapa dura, atractivo, embozado al relieve, 2 cintas marcadoras, encuadernación permite que el libro permanezca abierto. Lecturas completas dominicales, Leccionario Común Revisado Años A, B y C autorizadas por la Convención General 2006 de La Iglesia Episcopal. Incluye lecturas para Fiestas Principales del año eclesiástico; versión: Dios Habla Hoy. Esta edición del Leccionario Común Revisado es ideal para ser utilizada tanto en el púlpito como en el atril, elegantemente encuadernada en tela, con páginas cosidas, dos cintas marcadoras y punto tipográfico 16 pt. El Leccionario Común Revisado utiliza la traducción Dios Habla Hoy, edición frecuentemente utilizada por congregaciones hispano-hablantes. Este Leccionario Común Revisado en español ha sido creado para el uso de La Iglesia Episcopal y para otras denominaciones como la Iglesia Evangélica Luterana en América, Iglesia Metodista Unida y la Iglesia Presbiteriana (Estados Unidos de América). El Leccionario Común Revisado incluye las referencias a lecturas de estas denominaciones cuando difieren del leccionario.

Product Details

ISBN-13: 9780898699470
Publisher: Church Publishing Inc.
Publication date: 02/01/2016
Sold by: Barnes & Noble
Format: eBook
Pages: 560
File size: 634 KB
Language: Spanish

Read an Excerpt

Leccionario Común Revisado


By J. Ted Blakley, William G. Laucher

Church Publishing Incorporated

Copyright © 2015 The Domestic and Foreign Missionary Society of the Episcopal Church
All rights reserved.
ISBN: 978-0-89869-947-0



CHAPTER 1

Año A


Tiempo de Adviento

Primer domingo de Adviento

Isaías 2:1–5; Salmo 122; Romanos 13:11–14; San Mateo 24:36–44

Lectura del libro del profeta Isaías [2:1–5]

Éstas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:

En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto,
más alto que cualquier otro monte.
Todas las naciones vendrán a él;
pueblos numerosos llegarán, diciendo:
«Vengan, subamos al monte del Señor,
al templo del Dios de Jacob,
para que él nos enseñe sus caminos
y podamos andar por sus senderos.»
Porque de Sión saldrá la enseñanza del Señor,
de Jerusalén vendrá su palabra.
El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra.
¡Vamos, pueblo de Jacob,
caminemos a la luz del Señor! Palabra del Señor.


Salmo 122 [LOC 670]

Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos [13:11–14]

En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos en el mensaje. La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. Actuemos con decencia, como en pleno día. No andemos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias. Al contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.


Palabra del Señor.

Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo [24:36–44]

Jesús dijo a sus discípulos: «En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.

»Como sucedió en tiempos de Noé, así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. En aquellos tiempos antes del diluvio, y hasta el día en que Noé entró en la barca, la gente comía y bebía y se casaba. Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se los llevó a todos. Así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. En aquel momento, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra será dejada.

»Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor. Pero sepan esto, que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Por eso, ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.» El Evangelio del Señor.


Segundo domingo de Adviento

Isaías 11:1–10; Salmo 72:1–7, 18–19; Romanos 15:4–13; San Mateo 3:1–12

Lectura del libro del profeta Isaías [11:1–10]

De ese tronco que es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de sus raíces.
El espíritu del Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría, inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor del Señor.
Él no juzgará por la sola apariencia,
ni dará su sentencia fundándose en rumores.
Juzgará con justicia a los débiles
y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
Siempre irá revestido de justicia y verdad.
Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz,
el tigre y el cabrito descansarán juntos,
el becerro y el león crecerán uno al lado del otro,
y se dejarán guiar por un niño pequeño.
La vaca y la osa serán amigas,
y sus crías descansarán juntas.
El león comerá pasto, como el buey.
El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra,
podrá meter la mano en el nido de la víbora.
En todo mi monte santo
no habrá quien haga ningún daño,
porque así como el agua llena el mar,
así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
En ese tiempo
el retoño de esta raíz que es Jesé
se levantará como una señal para los pueblos;
las naciones irán en su busca,
y el sitio en que esté será glorioso. Palabra del Señor.


Salmo 72:1–7, 18–19 [LOC 581]

Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos [15:4–13]

Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza. Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Así pues, acéptense los unos a los otros, como también Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios. Puedo decirles que Cristo vino a servir a los judíos para cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados y demostrar así que Dios es fiel a lo que promete. Vino también para que los no judíos alaben a Dios por su misericordia, según dice la Escritura:

«Por eso te alabaré entre las naciones
y cantaré himnos a tu nombre.»


En otra parte, la Escritura dice:

«¡Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios!»


Y en otro lugar dice:

«Naciones y pueblos todos,
¡alaben al Señor!»


Isaías también escribió:

« Brotará la raíz de Jesé,
que se levantará para gobernar a las naciones,
las cuales pondrán en él su esperanza.»

Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo. Palabra del Señor.


Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo [3:1–12]

Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. En su proclamación decía: «¡Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!»

Juan era aquel de quien Dios había dicho por medio del profeta Isaías:

«Una voz grita en el desierto:
"Preparen el camino del Señor;
ábranle un camino recto."»


La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; su comida era langostas y miel del monte. La gente de Jerusalén y todos los de la región de Judea y de la región cercana al Jordán salían a oírle. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Pero cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: «¡Raza de víboras! ¿Quién les ha dicho a ustedes que van a librarse del terrible castigo que se acerca? Pórtense de tal modo que se vea claramente que se han vuelto al Señor, y no presuman diciéndose a sí mismos: "Nosotros somos descendientes de Abraham"; porque les aseguro que incluso a estas piedras Dios puede convertirlas en descendientes de Abraham. El hacha ya está lista para cortar los árboles de raíz. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. Yo, en verdad, los bautizo con agua para invitarlos a que se vuelvan a Dios; pero el que viene después de mí los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle sus sandalias. Trae su pala en la mano y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará.» El Evangelio del Señor.


Tercer domingo de Adviento

Isaías 35:1–10; Salmo 146:5–10 [= 146:4–9 LOC]

o San Lucas 1:46b–55 [= Cántico 8 LOC];

Santiago 5:7–10; San Mateo 11:2–11


Lectura del libro del profeta Isaías [35:1–10]

Que se alegre el desierto, tierra seca;
que se llene de alegría, que florezca,
que produzca flores como el lirio,
que se llene de gozo y alegría.
Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano,
tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón.
Todos verán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortalezcan a los débiles,
den valor a los cansados,
digan a los tímidos:
«¡Ánimo, no tengan miedo!
¡Aquí está su Dios para salvarlos,
y a sus enemigos los castigará como merecen!»
Entonces los ciegos verán
y los sordos oirán;
los lisiados saltarán como venados
y los mudos gritarán.
En el desierto, tierra seca,
brotará el agua a torrentes.
El desierto será un lago,
la tierra seca se llenará de manantiales.
Donde ahora viven los chacales,
crecerán cañas y juncos.
Y habrá allí una calzada
que se llamará «el camino sagrado».
Los que no estén purificados
no podrán pasar por él;
los necios no andarán por él.
Allí no habrá leones
ni se acercarán las fieras.
Por ese camino volverán los libertados,
los que el Señor ha redimido;
entrarán en Sión con cantos de alegría,
y siempre vivirán alegres.
Hallarán felicidad y dicha,
y desaparecerán el llanto y el dolor. Palabra del Señor.


Salmo 146:4–9 LOC [LOC 693] o Cántico 8: Cántico de María [LOC 54]

San Lucas 1:46b–55


Lectura de la carta de Santiago [5:7–10]

Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia. Ustedes también tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor.

Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el Juez está ya a la puerta. Hermanos míos, tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Palabra del Señor.


Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo [11:2–11]

Juan, que estaba en la cárcel, tuvo noticias de lo que Cristo estaba haciendo. Entonces envió algunos de sus seguidores a que le preguntaran si él era de veras el que había de venir, o si debían esperar a otro.

Jesús les contestó: «Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso aquel que no encuentre en mí motivo de tropiezo!»

Cuando ellos se fueron, Jesús comenzó a hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: «¿Qué salieron ustedes a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Y si no, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Ustedes saben que los que se visten lujosamente están en las casas de los reyes. En fin, ¿a qué salieron? ¿A ver a un profeta? Sí, de veras, y a uno que es mucho más que profeta. Juan es aquel de quien dice la Escritura:

» "Yo envío mi mensajero delante de ti,
para que te prepare el camino."


Les aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.» El Evangelio del Señor.


Cuarto domingo de Adviento

Isaías 7:10–16; Salmo 80:1–7, 17–19 [= 80:1–7, 16–18 LOC];

Romanos 1:1–7; San Mateo 1:18–25


Lectura del libro del profeta Isaías [7:10–16]

El Señor dijo también a Ahaz: «Pide al Señor tu Dios que haga un milagro que te sirva de señal, ya sea abajo en lo más profundo o arriba en lo más alto.»

Ahaz contestó: «No, yo no voy a poner a prueba al Señor pidiéndole una señal.»

Entonces Isaías dijo:

«Escuchen ustedes, los de la casa real de David.
¿Les parece poco molestar a los hombres,
que quieren también molestar a mi Dios?
Pues el Señor mismo les va a dar una señal:
La joven está encinta
y va a tener un hijo,
al que pondrá por nombre Emanuel.
En los primeros años de vida del niño,
se comerá leche cuajada y miel.
Pero antes de que el niño tenga uso de razón,
el país de los dos reyes que te causan miedo
quedará abandonado.» Palabra del Señor.


Salmo 80:1–7, 16–18 LOC [LOC 597]

Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos [1:1–7]

Los saluda Pablo, siervo de Cristo Jesús llamado por él para ser apóstol y apartado para anunciar el evangelio de Dios.

Por medio de sus profetas, Dios ya lo había prometido en las santas Escrituras. Es el mensaje que trata de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, quien nació, como hombre, de la descendencia de David, pero a partir de su resurrección fue constituido Hijo de Dios con plenos poderes, como espíritu santificador.

Por medio de Jesucristo recibí el privilegio de ser apóstol, puesto a su servicio, para que en todas las naciones haya quienes crean en él y le obedezcan. Entre ellos están también ustedes, que viven en Roma. Dios los ama, y los ha llamado a ser de Jesucristo y a formar parte del pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes. Palabra del Señor.


Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo [1:18–25]

El origen de Jesucristo fue éste: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.»

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:

« La virgen quedará encinta
y tendrá un hijo,
al que pondrán por nombre Emanuel»


(que significa: «Dios con nosotros»).

Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y tomó a María por esposa. Y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús.

El Evangelio del Señor.


Tiempo de Navidad

La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

Nochebuena y Día de Navidad, 24 y 25 de diciembre


Día de Navidad I, Años ABC

Isaías 9:2–7 [= 9:1–6 DHH]; Salmo 96;

Tito 2:11–14; San Lucas 2:1–14, (15–20)


Lectura del libro del profeta Isaías [9:2–7 (= 9:1–6 DHH)]

El pueblo que andaba en la oscuridad
vio una gran luz;
una luz ha brillado
para los que vivían en tinieblas.
Señor, has traído una gran alegría;
muy grande es el gozo.
Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha,
como se alegran los que se reparten grandes riquezas.
Porque tú has deshecho
la esclavitud que oprimía al pueblo,
la opresión que lo afligía,
la tiranía a que estaba sometido.
Fue como cuando destruiste a Madián.
Las botas que hacían resonar los soldados
y los vestidos manchados de sangre
serán quemados, destruidos por el fuego.
Porque nos ha nacido un niño,
Dios nos ha dado un hijo,
al cual se le ha concedido el poder de gobernar.
Y le darán estos nombres:
Admirable en sus planes, Dios invencible,
Padre eterno, Príncipe de la paz.
Se sentará en el trono de David;
extenderá su poder real a todas partes
y la paz no se acabará;
su reinado quedará bien establecido,
y sus bases serán la justicia y el derecho
desde ahora y para siempre.
Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso.

Palabra del Señor.


Salmo 96 [LOC 619]

Lectura de la carta de San Pablo a Tito [2:11–14]

Pues Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad, mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza: el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien. Palabra del Señor.


(Continues...)

Excerpted from Leccionario Común Revisado by J. Ted Blakley, William G. Laucher. Copyright © 2015 The Domestic and Foreign Missionary Society of the Episcopal Church. Excerpted by permission of Church Publishing Incorporated.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

Table of Contents

Contents

Agradecimientos,
Acknowledgments,
Introducción,
Introduction,
El Leccionario,
Año A,
Año B,
Año C,
Días Santos,
Ocasiones especiales,
Índice bíblico,

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