¿Pueden nuestros seres queridos vernos desde el más allá?: y 33 preguntas que revelan la realidad del cielo

¿Pueden nuestros seres queridos vernos desde el más allá?: y 33 preguntas que revelan la realidad del cielo

by Cecil Murphey
¿Pueden nuestros seres queridos vernos desde el más allá?: y 33 preguntas que revelan la realidad del cielo

¿Pueden nuestros seres queridos vernos desde el más allá?: y 33 preguntas que revelan la realidad del cielo

by Cecil Murphey

eBook

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Overview

Basado en la segunda mitad del libro Creo en el cielo.

En estos tiempos difíciles, cuando la vida en la tierra es difícil para muchas personas, hay un anhelo por el cielo, no como un escape de nuestras "tribulaciónes momentáneas" (2 Corintios 4:17), sino como una promesa de que hay un hogar eterno esperando a aquellos que ponen su confianza en Dios. En ¿Pueden nuestros seres queridos vernos desde el más allá? - Cecil Murphey y Twila Belk dan respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes sobre el cielo.

El estilo edificante y reconfortante de Cecil Murphey ayudó a su libro 90 minutos en el cielo a ser un best seller del New York Times y seguramente hará de este nuevo libro una lectura obligatoria.  

Based on the second half of the book “Creo en el cielo

In these challenging times, when life on earth is difficult for many people, there is a longing for heaven, not as an escape from our “momentary troubles” (2 Corinthians 4:17), but as a promise that there is an eternal home waiting for those who put their trust in God. In ¿Pueden nuestros seres queridos vernos desde el más allá? - Cecil Murphey and Twila Belk have answered some of the most asked questions about heaven. 


Product Details

ISBN-13: 9780529109361
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 12/30/2014
Sold by: HarperCollins Publishing
Format: eBook
Pages: 144
File size: 593 KB
Language: Spanish

About the Author

Cecil Murphey es el autor o coautor de más de 100 libros, entre ellos Making Sense When Life Doesn't. Ha escrito cuatro libros con Don Piper, comenzando con 90 minutos en el cielo. Gifted Hands, escrito por el Dr. Ben Carson, ha seguido siendo un éxito de ventas desde que se publicó en 1990 y se encuentra ahora en su 73 ª impresión.

Read an Excerpt

¿Pueden Nuestros Seres Queridos Vernos Desde El Más Allá?


By CECIL MURPHEY, Twila Belk

Grupo Nelson

Copyright © 2014 Grupo Nelson
All rights reserved.
ISBN: 978-0-529-10936-1



CHAPTER 1

¿Qué quiere decir la Biblia con "cielo"?

Cuando intentamos descifrar lo que la Biblia dice acerca del cielo, necesitamos recordar que probablemente nos estemos haciendo preguntas que no les importaban a los creyentes del primer siglo. Aquellas cuestiones se desarrollaron después de que el cristianismo se convirtiese en la religión oficial del Imperio Romano. Jeffrey Burton Russell lo dice así:

No existe en el Nuevo Testamento una visión única del cielo, lo que deja muchas cuestiones sin resolver y abiertas para debatir en los siglos posteriores. Las epístolas y los evangelios dicen poco acerca de un paraíso celestial, porque los primeros escritores cristianos esperaban el inminente regreso de Cristo y el fin del mundo [...] Al final de los tiempos, Cristo uniría a judíos y a gentiles, circuncisos e incircuncisos, en el realizado Reino de Dios o Reino de los Cielos.


La Nueva Versión Internacional señala 422 entradas para "cielo" o "cielos" con una variedad de significados, así que tenemos que determinar por el contexto lo que los escritores querían decir. La palabra hebrea más usada para el cielo en el Antiguo Testamento es samayim (las alturas), que se refiere a la atmósfera por encima de la tierra. Los antiguos representaban el mundo como una estructura en tres niveles con el lugar de los muertos debajo, la tierra en el medio y el cielo arriba.

Para nosotros, el cielo es:

• El domicilio o lugar de residencia de Dios y los ángeles;

• El destino final de todos los que confían en Jesucristo;

• Los cielos por encima de la tierra;

• El habitáculo de Dios;

• Un sinónimo de la voluntad de Dios;

• La capital del reino de Dios; y

• El domicilio eterno de los cristianos después de la resurrección de todos los creyentes.


Varias veces en la Biblia leemos de gente mirando hacia el cielo. En Hechos 1.9–11, leemos que después de la resurrección de Jesús, "fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo. Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. "Hombres de Galilea —les dijeron—, ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse!".

Los antiguos hebreos no tenían una palabra para "universo". Las frecuentes referencias al cielo expresan la idea por el término "cielo" y "tierra":

• "¿Acaso hay otro dios en el cielo o en la tierra que pueda hacer cosas tan grandes y poderosas como las que haces tú?" (Dt 3.24).

• "Entonces recuerda lo siguiente y tenlo siempre presente: el Señor es Dios en los cielos y en la tierra, y no hay otro" (Dt 4.39).

• "Mira, los cielos más altos, y la tierra y todo lo que hay en ella pertenecen al Señor tu Dios" (Dt 10.14).


Los hebreos creían que Dios estaba siempre presente y omnipresente, pero que el cielo era Su lugar especial. David dijo: "Hermanos de mi pueblo, escúchenme. Yo tenía el propósito de construir un templo para que en él reposara el arca del pacto del Señor nuestro Dios y sirviera como estrado de sus pies" (1 Cr 28.2, NVI). Isaías escribe: "Esto dice el Señor: "El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies" (Is 66.1).

Los escritores del Nuevo Testamento usan esta imagen varias veces. En el Sermón del Monte, cuando Jesús enseña contra hacer juramentos, insta: "No digas: "¡Por el cielo!", porque el cielo es el trono de Dios. Y no digas: "¡Por la tierra!", porque la tierra es donde descansa sus pies" (Mt 5.34–35). El Nuevo Testamento usa ouranos, una palabra griega que se refiere al cielo o al aire:

• "En el principio echaste los cimientos de la tierra y con tus manos formaste los cielos" (Heb 1.10).

• "Deliberadamente olvidan que Dios hizo los cielos al ordenarlo con una sola palabra y sacó la tierra de las aguas y la rodeó con agua" (2 P 3.5).


En resumen, el cielo es mucho más que un lugar en el que pasar la eternidad; también es el lugar donde Dios "habita". No tendremos que ver como si estuviéramos viendo por unos cristales empañados, sino que allí es donde podremos ver a Dios cara a cara. También tenemos la afirmación divina: "¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos" (Ap 21.3).

CHAPTER 2

¿Cómo podemos explicar el cielo?

La Biblia no aborda todas nuestras preguntas. Nosotros queremos respuestas específicas, pero Dios ha elegido darnos solo respuestas generales y, frecuentemente, las afirmaciones aparecen en un lenguaje altamente simbólico.

Cuando Dios nos habla del cielo, es parecido a lo que nosotros contamos a los preescolares que preguntan: "¿De dónde vienen los niños?". La respuesta que les damos a esos niños ciertamente difiere de lo que le contaríamos a un adolescente. Le damos explicaciones que se ajustan a su capacidad. ¿No tiene sentido mantener esa idea en mente cuando se trata de cuestiones acerca de las cosas eternas?

En las preguntas y respuestas que siguen en este libro, hemos elegido permanecer en silencio donde la Biblia lo guarda. Demasiadas cosas de las que nos encontramos en los escritos contemporáneos destilan de respuestas emocionales o argumentos lógicos y racionales. Pueden tener razón ... o estar equivocados. Solo Dios lo sabe.

Cuando comprendamos la verdad del cielo en el cielo, las preguntas no importarán. Nuestra intención en este libro es evitar conjeturas y suposiciones acerca de lo desconocido. Permanecemos firmes en los registros bíblicos, pero no estamos dispuestos a aceptar especulaciones como hechos.

Si realmente creemos en un Dios amante y benevolente, ¿acaso no podemos descansar seguros en su provisión más que adecuada para cada necesidad? ¿No podemos admitir que con nuestras mentes limitadas y defectuosas es imposible que nosotros comprendamos lo que Dios ha preparado para aquellos de nosotros que le amamos?

Tomamos la posición declarada por el apóstol Pablo en 1 Corintios 2.9 donde, refiriéndose a Isaías 64.4, él escribe: "Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado, lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman".

CHAPTER 3

¿Qué es el paraíso? ¿Es diferente del cielo?

Cuando el apóstol Pablo escribe de su experiencia de ir al cielo en 2 Corintios 12, usa los términos "tercer cielo" y "paraíso" (del griego paradeisos) de forma intercambiable: "Hace catorce años fui llevado hasta el tercer cielo [...] sí sé que fui llevado al paraíso y oí cosas tan increíbles que no pueden expresarse con palabras, cosas que a ningún humano se le permite contar" (vv. 2, 4).

Paradeisos es una palabra de origen persa; la Septuaginta la usa para traducir la palabra Edén (del hebreo edhen). Significa "un huerto de placer y frutos", un jardín, un terreno de placer, o simplemente un huerto. La palabra hebrea Edhen aparece tres veces en el Antiguo Testamento: 1) Cantar de los Cantares 4.13, 2) Eclesiastés 2.5 (jardines) y 3) Nehemías 2.8 (traducido de varias maneras, aunque la NTV y la NVI utilizan "bosque").

Jesús usa la palabra solo una vez cuando le dice al ladrón arrepentido: "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23.43).

Si consideramos la palabra tal y como la usaron Jesús y Pablo y pensamos del modo en que habrían reaccionado los cristianos del primer siglo, las palabras "jardín" o "huerto" habrían tenido un poderoso significado para ellos. Les habría hecho pensar en el Edén original de la Biblia: un lugar perfecto donde Dios provee para cada necesidad.

Jesús y Pablo hablaron en un lenguaje simbólico para expresar lo inexpresable: el gozo definitivo y la providencia de Dios para los creyentes. Como dice Jeffrey Burton Russell:

Tradicionalmente, el cielo es un lugar, un sitio sagrado. La sacralidad de este espacio se expresa en metáforas de reino, jardín, ciudad o esferas celestiales. Jesús se refiere a ello casi siempre como un reinado o un reino, una metáfora de la soberanía de Dios sobre todo ello. Esto se empareja con la imaginería del trono de Dios en el centro del cielo. El reino era la metáfora más común en la tradición oriental, una ciudad en la occidental.

El jardín es la metáfora más común. Su origen está en la Biblia hebrea: el jardín del paraíso terrenal en el comienzo del mundo. Esto se enlazaba a través del "jardín privado" de la Biblia hebrea hasta las imágenes grecorromanas del [...] "lugar encantador".


Russell añade que el jardín privado "es el domicilio original de Adán y Eva. La imaginería más cercana a ello de Génesis es un huerto o un bosque".

CHAPTER 4

¿Qué diferencia hay entre el reino de Dios y el reino de los cielos?

"El reino de Dios" y "el reino de los cielos" seguramente significan lo mismo, aunque algunos ven estos dos términos usados de forma diferente.

Aquellos que insisten que son distintos siguen las enseñanzas que vienen de las notas de la Biblia de Estudio Scofield, que ha dominado la teología cristiana en lengua inglesa desde su publicación en 1909 hasta años recientes, y que todavía prevalece entre cristianos dispensacionales. Scofield distingue entre los dos términos y enseña que el reino de Dios es principalmente interior y espiritual. Él cree que tienen mucho en común, pero que los términos se fusionarán cuando Cristo ponga todas las cosas bajo sus pies.

Un modo de expresarlo es decir que "el reino de los cielos... es la esfera de una profesión que puede ser real o falsa", mientras que el reino de Dios es interior y espiritual. La gente entra en el reino de Dios solamente por medio de un nuevo nacimiento (ver Jn 3.3).

El término "reino de Dios" aparece sesenta y ocho veces en diez libros bíblicos diferentes, mientras que "reino de los cielos" solamente aparece treinta y dos veces ... y solo en el evangelio de Mateo. Muchos expertos suponen que Mateo usa el término "cielos" porque estaba escribiendo principalmente para judíos, y ese habría sido el modo en que ellos hablaban y pensaban: evitando utilizar palabras para Dios.

El modo más obvio de ver que estos dos términos se refieren a la misma cosa es comparar su uso en Mateo con el de Lucas, y ver que ambos escritores utilizan el término para señalar lo mismo. Un ejemplo está en Mateo 11.11 y Lucas 7.28, refiriéndose ambos a Juan el Bautista. Mateo dice que el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que Juan, mientras que Lucas dice que el más pequeño en el reino de Dios es mayor.

Para aquellos que quieran examinar los lugares donde Marcos y Lucas usan "el reino de Dios" mientras Mateo prefiere "reino de los cielos", comparen estos versículos:

• Mateo 11.11–12 con Lucas 7.28;

• Mateo 13.11 con Marcos 4.11 y Lucas 8.10;

• Mateo 13.24 con Marcos 4.26;

• Mateo 13.31–32 con Marcos 4.30–32 y Lucas 13.18–19;

• Mateo 13.33 con Lucas 13.20–21;

• Mateo 18.3–4 con Marcos 10.14–15 y Lucas 18.16–17;

• Mateo 22.2 con Lucas 13.29.


En cada ocasión, Mateo se refiere a "reino de los cielos", mientras Marcos y Lucas escriben "el reino de Dios". Dado esto, la abrumadora visión de los expertos bíblicos es que los dos términos se refieren a la misma realidad.

CHAPTER 5

¿Qué dice la Biblia acerca de la muerte?

No podemos hablar del cielo sin hablar del único suceso que nos manda allí: la muerte.

Cuando Don Piper, autor de 90 minutos en el cielo, habla con alguien que ha perdido a un ser querido, a menudo dice "Siento su pérdida temporal". Es una forma excelente de pensar en la muerte para nosotros los cristianos: una separación transitoria de nuestros seres queridos. Para aquellos que son discípulos de Jesucristo, la muerte es transitoria, aunque tengamos una variedad de entendimientos acerca de lo que ocurre inmediatamente después de morir.

Desde la perspectiva humana, la muerte significa el final de la vida personal: la vida tal y como la conocemos. También afirmamos que la muerte no es el fin definitivo, pero es la única acción requerida en el viaje que conduce a la resurrección. Todos nosotros moriremos, y excepto para aquellos que estén vivos sobre la tierra cuando Jesús regrese, es una experiencia universal.

¿Pero cómo debemos mirar la muerte?

Las figuras bíblicas que encontramos en el Antiguo Testamento ciertamente lucharon con esta cuestión. Para ellos, las bendiciones de Dios significaban una larga vida en la tierra, llena de hijos y de tierras fructíferas. El primer libro de Samuel 2.4–6, que es parte de la oración de Ana, parece coherente con la creencia de aquel periodo: "El Señor da tanto la muerte como la vida".

Al comienzo de las aflicciones de Job, él alababa a Dios y decía: "Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!" (Job 1.21).

En los Diez Mandamientos, Dios les dice a los israelitas que honren a sus padres y añade: "Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da" (Dt 5.16).

El salmo 128 declara la actitud de aquellos que seguían a Dios antes de la llegada de Jesucristo:

¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás! Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. Esa es la bendición del Señor para los que le temen. Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!


En varios lugares del Antiguo Testamento, en traducciones como la Reina Valera, leemos que alguien "era viejo y lleno de años". Las versiones modernas traducen la frase como que vivió "una vida larga y plena" (véase, como ejemplo, Job 42.17). La frase se refiere a una vida llena de la triple bendición de prosperidad, muchos hijos y una vida larga.

A veces los antiguos hablaban de la muerte como un mal y algo sobre lo que no tenían control los humanos. Lo encontramos en Salmos 89.48, donde el salmista escribe: "Nadie puede vivir para siempre; todos morirán; nadie puede escapar del poder de la tumba". En una de las canciones de alabanza de David, él dice que Dios le salvó de la muerte al igual que de sus enemigos: "La tumba me envolvió con sus cuerdas; la muerte me tendió una trampa en el camino" (2 S 22.6). David continúa diciendo que en su angustia, clamó y Dios le liberó.

En otras ocasiones, los autores del Antiguo Testamento hablan de reunirse con sus padres, como encontramos en Génesis 49.33. Este pasaje se traduce de diferentes maneras, pero el significado es claro:

• "Fue a reunirse con sus antepasados" (NVI).

• "Se reunió con sus antepasados al morir".

• "Fue reunido con sus padres" (RVR60).


Los autores bíblicos normalmente utilizaban Seol para referirse al lugar de la muerte. Algunas veces esa palabra tiene un tono neutral y simplemente significa la tumba como el destino de toda la humanidad (ver Gn 37.35). Sin embargo, también puede llevar un tono más siniestro (ver Os 13.14). Se puede incluso referir a la separación de la presencia de Dios (ver Is 38.10–11).

En Salmos 6.5, David escribe que los muertos no pueden alabar a Dios. Salmos 115.17 afirma que "bajan al silencio" (NVI) o "entran en el silencio de la tumba". Isaías escribe que ellos no pueden esperar en la fidelidad de Dios (ver Is 38.18).

Aunque los antiguos griegos pensaban en la muerte como un ascenso a Dios, los hebreos veían el Seol como un descenso. En Job 11.8 Zofar le dice a Job: "Tal conocimiento es más alto que los cielos y tú, ¿quién eres? Es más profundo que el averno, ¿y qué sabes tú?". David escribe: "Que la muerte aceche a mis enemigos; que la tumba [Seol] se los trague vivos" (Sal 55.15). Proverbios 15.24 afirma: "El sabio sube por el sendero de vida, para librarse de caer en el sepulcro [Seol]" (NVI).

Al hablar contra Babilonia, Isaías escribe: "¡Pero has sido arrojado al sepulcro, a lo más profundo de la fosa!" (Is 14.15, nvi). Ezequiel usa la misma imagen de descenso por medio de los cedros del Líbano: "Para que ningún árbol, por bien regado que esté, vuelva a elevar su copa hasta las nubes. Todos están destinados a la muerte, a bajar a las regiones profundas de la tierra y quedarse entre los mortales que descienden a la fosa" (Ez 31.14, NVI). Otras referencias similares se incluyen en Salmos 64.9 y en Ezequiel 32.18.


(Continues...)

Excerpted from ¿Pueden Nuestros Seres Queridos Vernos Desde El Más Allá? by CECIL MURPHEY, Twila Belk. Copyright © 2014 Grupo Nelson. Excerpted by permission of Grupo Nelson.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
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Table of Contents

Contents

Prefacio, 7,
Introducción: ¿Qué es el cielo?, 9,
¿Qué quiere decir la Biblia con "cielo"?, 11,
¿Cómo podemos explicar el cielo?, 14,
¿Qué es el paraíso? ¿Es diferente del cielo?, 16,
¿Qué diferencia hay entre el reino de Dios y el reino de los cielos?, 18,
¿Qué dice la Biblia acerca de la muerte?, 20,
¿Qué haremos en el cielo?, 26,
¿Cuándo recibimos nuestras recompensas?, 29,
¿Qué forma tendrán las recompensas?, 34,
¿Habrá diferentes castigos en el infierno?, 35,
¿Hay diferentes niveles en el cielo?, 37,
¿Qué son el nuevo cielo y la nueva tierra?, 39,
¿Quién irá al cielo?, 43,
Cuando morimos, ¿vamos inmediatamente al cielo?, 44,
¿Qué les ocurre a los impíos?, 53,
¿Qué es el infierno?, 59,
¿Existirá el tiempo en el cielo?, 61,
¿Pueden vernos ahora nuestros seres queridos que han muerto?, 64,
¿Podremos ser felices en el cielo si nuestros seres queridos están en el infierno?, 66,
¿Tendremos un cuerpo diferente en el cielo?, 69,
¿Reconoceremos a los demás en el cielo?, 73,
¿Los bebés que mueren van al cielo?, 75,
¿Habrá animales en el cielo?, 78,
¿Los cristianos creen en la reencarnación?, 81,
¿Seremos seres sexuales en el cielo?, 87,
¿Qué son las experiencias cercanas a la muerte?, 89,
¿Qué causa las experiencias cercanas a la muerte?, 93,
¿Qué es lo que suele ocurrir en las experiencias cercanas a la muerte?, 101,
¿Qué hay de aquellos que dicen haber ido al infierno?, 105,
¿No habla la Biblia de "morir una sola vez"?, 106,
¿Cuáles son los efectos secundarios de las experiencias cercanas a la muerte?, 113,
¿Cuáles son las características de las experiencias cercanas a la muerte?, 118,
¿Qué es la "conciencia cercana a la muerte"?, 125,
¿Qué hacen las personas cuando se les acerca la muerte?, 128,
¿Qué debemos considerar cuando nos comuniquemos con los moribundos?, 131,
¿Puede un ser querido fallecido aparecerse realmente a una persona?, 133,
Últimas palabras de famosos y de infames, 135,
Notas, 139,
Agradecimientos, 144,

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