Otras voces, otros ámbitos fue el deslumbrante debut de un jovencísimo Truman Capote. Una novela en la que nos mete «en los laberintos que sólo ofrece una literatura de alto voltaje» (Carmen Martín Gaite), con un universe mórbido e inquietante y unas vívidas e inesperadas imágenes de extraordinaria belleza. Es la historia de un hijo que busca a su padre, de un joven que busca su identidad. A la muerte de su madre en Nueva Orleans, un muchacho de trece años, Joel Knox, es enviado a casa de su padre, a quien jamás conoció. En una ruinosa mansión de una aislada plantación en el profundo Sur viven, con el padre de Joel, su madrastra, Miss Amy, el misterioso primo Randolph –personaje capital de la novela– y la criada, Missouri, a quien su novio apuñaló el día de su boda. Los escasos vecinos son personajes estrambóticos, fuera de lo común: las gemelas Idabel y Florabel, el diminuto centenario Jesus Fever, abuelo de Missouri, y Little Sunshine, el negro ermitaño.
At the age of twelve, Joel Knox is summoned to meet the father who abandoned him at birth. But when Joel arrives at the decaying mansion in Skully’s Landing, his father is nowhere in sight. What he finds instead is a sullen stepmother who delights in killing birds; an uncle with the face -and heart- of a debauched child; and a fearsome little girl named Idabel who may offer him the closest thing he has ever known to love.