Multiplícate: Discípulos Haciendo Discípulos

Jesús le dio un mandamiento a sus seguidores: “Síganme” Y una promesa: “Yo los equiparé para encontrar a otros para que me sigan.”

Fuimos hechos para hacer discípulos.

Diseñado para ser usado en relaciones de discipulado y otros escenarios enfocados, Multiplícate te equipará para llevar a cabo el ministerio de Jesús. Cada una de las veinticuatro sesiones en el libro corresponde a un video en línea en  www.multiplymovement.com, donde el autor de libros más vendidos del New York Times David Platt se une a Francis al guiarte a través de cada parte de Multiplícate.

Uno más uno más uno. Cada copia de Multiplícate está diseñada para hacer lo que hizo Jesús: Hacer discípulos que hacen discípulos que hacen discípulos. .. Hasta que el mundo sepa la verdad de Jesucristo.

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Multiplícate: Discípulos Haciendo Discípulos

Jesús le dio un mandamiento a sus seguidores: “Síganme” Y una promesa: “Yo los equiparé para encontrar a otros para que me sigan.”

Fuimos hechos para hacer discípulos.

Diseñado para ser usado en relaciones de discipulado y otros escenarios enfocados, Multiplícate te equipará para llevar a cabo el ministerio de Jesús. Cada una de las veinticuatro sesiones en el libro corresponde a un video en línea en  www.multiplymovement.com, donde el autor de libros más vendidos del New York Times David Platt se une a Francis al guiarte a través de cada parte de Multiplícate.

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Overview

Jesús le dio un mandamiento a sus seguidores: “Síganme” Y una promesa: “Yo los equiparé para encontrar a otros para que me sigan.”

Fuimos hechos para hacer discípulos.

Diseñado para ser usado en relaciones de discipulado y otros escenarios enfocados, Multiplícate te equipará para llevar a cabo el ministerio de Jesús. Cada una de las veinticuatro sesiones en el libro corresponde a un video en línea en  www.multiplymovement.com, donde el autor de libros más vendidos del New York Times David Platt se une a Francis al guiarte a través de cada parte de Multiplícate.

Uno más uno más uno. Cada copia de Multiplícate está diseñada para hacer lo que hizo Jesús: Hacer discípulos que hacen discípulos que hacen discípulos. .. Hasta que el mundo sepa la verdad de Jesucristo.


Product Details

ISBN-13: 9780781409575
Publisher: David C Cook
Publication date: 11/01/2012
Sold by: Barnes & Noble
Format: eBook
Pages: 336
File size: 601 KB
Language: Spanish

About the Author

Un pastor y plantador de iglesias basado en San Francisco, Francis Chan es un orador que habla frente a miles de personas alrededor del mundo cada año. Conocido por su estilo apasionado y bíblico, Chan está en la Directiva de World Impact y Children’s Hunger Fund. Chan es el autor de los libros más vendidos del New York Times El Dios Olvidado, Eliminamos el infierno, y Loco Amor,  los cuales han vendido más de dos millones de copias.

Mark Beuving
sirve como Profesor Asociado de Estudios Interdisciplinarios en el Eternity Bible College. Su pasión es explorar las muchas formas en que la palabra de Dios habla y transforma cada área de la vida. Mark vive en el sur de California con su esposa e hijas.

Read an Excerpt

Multiplícate

Discípulos Haciendo Discípulos


By FRANCIS CHAN, Mark Beuving

David C. Cook

Copyright © 2012 Francis Chan, Mark Beuving
All rights reserved.
ISBN: 978-0-7814-0957-5



CHAPTER 1

¿Qué es un Discípulo?


Dos mil años atrás, Jesús se acercó a un puñado de hombres y dijo "Siganme".

Imagine ser uno de esos discípulos originales. Eran personas comúnes como somos usted o yo. Tenían trabajos, familias, entretenimientos, y vidas sociales. Y estaban en sus negocios, el día que Jesús les llamó, ninguno de ellos hubiese esperado que su vida cambiara tan rápida y completamente.

Los discípulos podrían no tener pleno entendimiento de en qué se metían cuando respondieron al llamado de Jesús. Cualesquiera fueran las expectativas o dudas, cualquier curiosidad, emoción o incertidumbre que sentían, nada podría haberles preparado para lo que les esperaba. Todo trata de Jesús—Su enseñanza, compasión y sabiduría, Su vida, muerte y resurrección, Su poder, autoridad, y llamado—moldearía cada aspecto del resto de sus vidas.

Dentro de tan solo unos pocos años, estos simples hombres estarían parados delante de algunos de los más poderosos gobernantes sobre la tierra y serían acusados de "trastornar el mundo" (Hechos 17:6). Lo que comenzó como una simple obediencia al llamado de Jesús finalizó cambiando sus vidas, y finalmente al mundo.


¿Qué es un discípulo?

¿Qué significa ser un discípulo de Jesucristo? Como descubrirá, la respuesta es bastante simple, pero cambia su vida por completo.

La palabra discípulo se refiere a un estudiante o aprendiz. Los Discípulos, en los días de Jesús seguían a su Rabí (que significa maestro) a donde quiera que éste fuera, aprendiendo de las enseñanzas del Rabí y siendo entrenados para hacer lo que el Rabí hacía. Básicamente, un discípulo es un seguidor, pero solo si tomamos el término seguidor literalmente. El volverse un discípulo de Jesús es tán simple como obedecer Su llamado a seguir.

Cuando Jesús llamó a Sus discípulos por primera vez, ellos posiblemente no entendieron dónde les llevaría Jesús o el impacto que éste tendría sobre sus vidas, pero sabían que esto implicaba seguirle. Ellos tomaron el llamado de Jesús de forma literal y comenzaron a ir doquiera Él iba y a hacer todo lo que Él hacía.

Es imposible ser un discípulo o un seguidor de alguien y no terminar como esa persona. Jesús dijo "El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro." (Lucas 6:40) Esta es la razón de ser de un discípulo de Jesús: le imitamos a Él, continuamos Su ministerio, y nos volvemos como Él en el proceso.

Con todo, muchos han llegado a creer que una persona puede ser un "Cristiano" sin ser como Cristo. Un "seguidor" que no sigue. ¿Cómo puede tener eso sentido? Muchas personas en las iglesias han decidido tomar el nombre de Cristo y nada más. Esto sería como si Jesús se acercara a Sus discípulos y les dijera "Oigan, ¿les importaría identificarse conmigo en alguna forma? No se preocupen, no me interesa en lo absoluto si ustedes pueden hacer algo o cambiar su estilo de vida. Estoy simplemente buscando personas que esten anhelando decir que creen en mí y llamarse Cristianos" ¿De veras?

Nadie puede verdaderamente creer que esto es todo lo que significa ser un Cristiano. Pero entonces ¿Por qué tantas personas viven de esta forma? Parecería que hemos perdido la visión de lo que significa ser un seguidor de Jesús. El concepto de ser un discípulo no es difícil de entender, pero afecta todo.

1. A este punto en su vida, ¿se llamaría a usted mismo 'un seguidor de Jesucristo? ¿Por qué dice eso? ¿Ve usted evidencia de su fe como se describe en Lucas 6:40?


¿Cómo Me Convierto en un Discípulo?

Para entender como volverse un discípulo de Jesucristo, tiene mayor sentido comenzar en dónde Jesús lo hizo. Siendo verdad lo que Él dijo a Sus discípulos, "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres" (Mateo 4:19), la Biblia registra un mensaje que Él procalmó antes de eso. En Mateo 4:17, Jesús dijo, "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado."

Trate de tomar esta frase literalmente. Si alguien le advirtiese que se prepare porque un rey y su ejército están viniendo, ¿qué es lo que usted haría? Usted se aseguraría de estar preparado para enfrentarle. Si no estuviese preparado para batallar con este rey, entonces usted haría lo que fuera necesario para hacer las paces con él.

La palabra arrepentimiento significa "volver" Esto conlleva la idea de cambiar de dirección y encaminarse hacia el lado opuesto. Involucra acción. En este contexto, Jesús estaba llamando a las personas a prepararse ellas mismas—para cambiar lo que sea que necesite ser cambiado—porque el reino de Dios (el reino de los cielos) se estaba acercando.

Así es que ¿Cómo se prepara usted para enfrentar el reino celestial? ¿Cómo nos aseguramos que estamos en paz con el Rey que viene?

Jesús dijo que necesitamos arrepentirnos. Esto implica que todos necesitamos volvernos de la manera en que estamos pensando y viviendo. En Romanos 3:23 explica que "todos pecaron y están destituídos de la gloria de Dios." Cada persona que lee esta frase ha hecho cosas que son malas y ofensivas para este Rey. Romanos explica que "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). Por causa de nuestro pecado, el cual es una ofensa a Dios, deberíamos esperar la muerte. Pero entonces viene una verdad asombrosa.

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:8) La pena de muerte que debiéramos haber enfrentado del Rey, fue pagada por alguien más. ¡El Hijo del Rey, Jesucristo!1

Las Escrituras entonces dicen "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo" (Romanos 10:9). Somos salvos por la gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo. Todo trata acerca de quién es Jesús y lo que Él ha hecho. Parte de nuestro arrepentimiento es cambiar de creer que existe algo que nosotros podemos hacer para ser salvos, a creer que todo fue logrado por Jesucristo.

El pensar que alguien haya pagado por nuestros crímenes es extraño a la mayoría de nosotros porque desafía nuestra forma natural de pensar. Y la idea de que necesitamos confiar en el sacrificio de otra persona en lugar nuestro es aún más extraña. Pero entienda que a la vez de extraño, es también consistente con las acciones de Dios a través de las Escrituras.

Obtenemos una imagen de esto cuando leemos el libro de Éxodo. En esta historia, Moisés advirtió a Faraón en repetidas ocasiones en cuanto a lo que Dios haría si él no se arrepentía. Llegó a su clímax cuando Dios dijo que traería muerte sobre los primogénitos de cada casa si ellos no se arrepentían. Al mismo tiempo, Él le dijo a Su pueblo que si ellos colocaban sangre de un cordero en los dinteles de sus puertas, Su ángel pasaría de sus hogares y no mataría al primogénito de esa casa. Así fue que en la historia del éxodo, vemos que las personas tuvieron que confiar en la sangre de un cordero para ser salvas—y es ésta la única manera de ser salvas

2. Leamos en Efesios 2 cuidadosamente y tomemos unos momentos para examinar las verdades que presenta. ¿Cree usted en la muerte de Cristo para su salvación? ¿Ha luchado usted en cuanto a creer que necesita hacer algo para salvarse?


La Gracia del Señor

La salvación es toda por gracia de Dios. No hay absolutamente nada que usted pueda hacer para salvarse o lograr el favor de Dios. Pablo dijo "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:89). Nadie puede jactarse de sus buenas obras porque ellas no pueden salvarnos. La salvación proviene de la gracia de Dios al colocar nuestra fe en Jesucristo. Toda salvación requiere fe: ¿Crée usted que Jesús es quien dijo ser?

Pero tenga en mente que aunque esto es simple, no es sencillo. La fe en Jesucristo significa creer que Él es el Señor (como dice Romanos 10:9). ¿Há pensado alguna vez acerca de lo que significa la palabra Señor? Frecuentemente pensamos en ella como otro nombre de Dios, pero en verdad se refiere a un título. Significa maestro, dueño, o una persona que está en una posición de autoridad. Así que tome un minuto para pensar esto: ¿Crée usted verdaderamente que Jesús es su amo? ¿Crée usted que Él es su dueño—que usted le pertenece?

Pablo es tan tenaz al decirnos "¿O ignoráis ... que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo" (1 Corintios 619–20). El mismo Señor que por Su gracia nos liberó de pecado y muerte ahora nos adquiere. Le pertenecemos a Él, y Él nos llama a vivir en obediencia a Su norma.

El problema es que muchas iglesias quieren "confesar que Jesús es el Señor" y no creen que Él sea su amo. ¿Ve usted la contradicción en esto? El llamado a ser un discípulo de Jesucristo está abierto a todos, pero no llegamos a escribir nuestra propia descripción de tareas. Si Jesús es el Señor, entonces Él establece la agenda. Si Jesucristo es Señor, entonces su vida le pertenece. Él tiene un plan, una agenda y le llama. Usted no llega a decirle a Él lo que usted quiere hacer hoy, o qué cosa hará el resto de su vida.

3. Evalúe su acercamiento a seguir a Jesús. ¿Diría usted que ve a Jesús como su Señor, Amo y Dueño? ¿Por qué? O ¿Por qué no?


Todo se Reduce al Amor

No se quede con la impresión de que seguir a Jesús se trata únicamente de un sacrificio sombrío. Más que nada, seguir a Jesús conjuga dos mandamientos que Él dijo eran los más importantes de la Ley del Antiguo Testamento.

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (Mateo 22:40)


Todo se reduce al amor. Pedro lo expresó bien para personas como nosotros, que no vieron a Jesús en esta tierra pero no obstante lo siguen, "a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso" (1 Pedro 1:8).

Seguir a Jesús no implica guardar diligentemente un conjunto de normas o conjurar una fuerza moral que conduzca a vivir buenas vidas, sino que consiste en amar a Dios y disfrutar de Él.

Pero, para que no pensemos que podemos amar a Dios y vivir del modo que querramos, Jesús nos dijo muy claramente "Si me amáis, guardad mis mandamientos." (Juan 14:15). El amor a Dios en el primer mandamiento es puesto en práctica en el amor por nuestros vecinos, en el segundo mandamiento. Juan de hecho, nos dijo que si no amamos a las personas, las cuales podemos ver a nuestro alrededor, entonces no podemos amar a Dios, a quien no vemos (1 Juan 4:20).

El verdadero amor consiste en sacrificio, a causa de los que usted ama: "En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos" (1 Juan 3:16). Cuando entendemos el amor a la luz de esto, no es difícil entender que el Amor a Dios y la obediencia a Jesucristo no pueden ser separados. El amor a Dios nos cambia desde dentro hacia afuera y redefine cada aspecto de nuestras vidas.

4. Al mirar su vida, ¿Cómo diría que su amor por Dios es mostrado mediante sus acciones? (Si usted está teniendo problemas en encontrar una respuesta, tómese algún tiempo para pensar en algunos cambios que usted necesita hacer en su estilo de vida)


Tenga en cuenta el Costo

Al avanzar por este material será desafiado a considerar lo que significa ser seguidor de Jesús. Usted pensará lo que la Biblia enseña y las implicancias que tiene para vivir su vida hoy. Todo lo que usted estudie tendrá el propósito de aplicarse a su vida y enseñar a otras personas a hacer de igual modo. Pero antes de que usted se proponga enseñar a otros a ser discípulos de Jesús, necesita examinar su corazón y asegurarse que es un discípulo.

Lea las siguientes palabras de Jesús lenta y cuidadosamente. Entienda que Jesús está hablando estas palabras para usted. Piense en lo que Jesús está diciendo y cómo es que debería afectar la forma en que usted se aproxima a este material y en cuanto a su relacionamiento con Él. Después de haber leído esta sección, utilice las preguntas debajo para ayudarle a considerar el costo de seguir a Jesucristo.

Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:25–33)

5. Si usted escoge obedecer el llamado de Jesús para seguirle, ¿Qué podría costarle? (Evite ser impreciso. Si seguir a Jesús le costaría posesiones específicas, confort, o relaciones, enumérelas debajo)


6. ¿Qué podría podría hacerle detener en cuanto a seguir a Jesús en este punto? ¿Está dispuésto a dejar ir estas cosas si es necesario?


7. Antes de que acabe esta sesión, pase unos momentos en oración. Pídale a Dios que obre en su corazón y que le prepare para lo que está adelante. Usted no necesita tener todas las respuestas o saber específicamente Cómo le utilizará Dios. Él simplemente le llama a seguirle donde quiera que Él le guíe. Mientras ora, sea honesto acerca de sus dudas y temores. Pídale que le de fortaleza para proceder y seguirle no importa el costo. En otras palabras, colocar su fe en Él.

CHAPTER 2

El Mandamiento de Hacer Discípulos


Imagine su reacción si alguien vuleve de entre los muertos para hablarle. En serio, trate de imaginar esto ahora. ¿Cómo se sentiría? ¿Qué tan intensamente escucharía? ¿Cuán en serio tomaría sus palabras?

Piense en lo que esto debió haber sido para los discípulos. Estaban trabajando en sus tareas habituales cuando un misterioso maestro les pidió que le siguieran. Al seguirle, le vieron desafiando a los líderes religiosos, abrazando pecadores, sanando enfermos, y más aún, resucitando muertos. Sabían que Él no era un hombre común. En varias ocasiones y en diversos grados, las personas le vieron como el Mesías que traería salvación al pueblo de Dios. Pero Él nunca alcanzó las expectativas que tenían de lo que el Mesías debía hacer o decir.

Los discípulos caminaron al lado de Jesús durante todo esto. Vieron cuando le fue dada la vista a los ciegos, escucharon a Jesús perdonar a los impíos sin esperanzas y restaurar sus vidas quebrantadas. Ayudaron a pasar el pan y los pescados cuando Jesús milagrosamente alimentó a multitudes. Los discípulos parecen estár más en conocimiento de la verdadera identidad de Jesús en algunos momentos más que en otros, pero le siguieron hasta el fin, creyendo que Él era el que habría de restaurar el destino del pueblo de Dios.

Y luego Él murió, tan simple como eso. Se había terminado. Parecía que Jesús no podría hacer absolutamente nada, que tenía poder sobre la enfermedad, la muerte, sobre cada persona y cada cosa. Por medio de este poder, Jesús estaba trayendo la sanidad y redención que el mundo tan desesperadamente necesitaba. Pero los anhelos de los discípulos de un mundo mejor murieron cuando Jesús fue clavado en una cruz romana.

Es así que los discípuos pasaron tres días en confusión y desilució. Todo lo que ellos habían anhelado se había ido. Quizás habían mal gastado su tiempo siguiendo a una persona misteriosa por espacio de tres años.

Luego sucedió. ¡Él volvió de entre los muertos! Cuando Jesús reapareció al tercer día, ¡todas sus esperanzas volvieron de apuro! ¡No podía existir duda alguna! Ahora que Jesús había conquistado el pecado y la muerte, podría por cierto componer este mundo agrietado. Jesús lograría lo que todos anhelaban ver. No podría detenerle nadie.


(Continues...)

Excerpted from Multiplícate by FRANCIS CHAN, Mark Beuving. Copyright © 2012 Francis Chan, Mark Beuving. Excerpted by permission of David C. Cook.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
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Table of Contents

Contents

Prólogo,
Cómo utilizar este material,
Cómo utilizar este material,
Parte I: Viviendo como un Hacedor de Discípulos,
1: ¿Qué es un Discípulo?,
2: El Mandamiento de Hacer Discípulos,
3: El corazón de un hacedor de discípulos,
Parte II: Viviendo como Iglesia,
1: La vida en la Iglesia,
2: La Iglesia Local,
3: La Iglesia Global,
Parte III: ¿Cómo estudiar la Biblia?,
1: ¿Por qué estudiar la Biblia?,
2: Estudiando la Biblia orantemente y obedientemente,
3: Estudiando Lógicamente,
Parte IV: Comprendiendo el Antiguo Testamento,
1: Creación,
2: La Caída,
3: El Pacto de Dios con Abraham,
4: Éxodo y Redención,
5: El Pacto de Dios con Moisés,
6: Sacrificio y Expiación,
7: La Presencia de Dios en la Tierra,
8: El Reino de Dios,
9: Exilio y la Promesa de Restauración,
Parte V: Comprendiendo el Nuevo Testamento,
1: Jesús el Mesías,
2: La Gran Comisión,
3: El Espíritu de Dios,
4: La Iglesia Primitiva,
5: Buenas Nuevas para Todas las Naciones,
6: El Fin de la Historia,
Conclusión: ¿A dónde vamos de aquí?,

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