Todos tenemos un vecino.
¿También cubano?
Espero que no, porque de seguro opinará hasta de cómo te afeitas o si Aristóteles era primo de Albert Einstein...mire usted hasta dónde puede llegar.
El autor de esta historia tiene un vecino cubano al parecer, y sabe sobre todas las ciencias ocultas y descubiertas; así como amarradas y sueltas.
Tanto prometió en quedarse tranquilo el fin de año, que finalmente decidió zumbarse hasta la honorifica ciudad estelar-titular de Miami...y todo para bailar con una novia que según reveló...sabe hacer café, pero no recuerda mover sus pies ni pisadas, porque los veranos e inviernos no navegan sin timonel.
No importa vecino. ¡Diviértete mientras puedas! ¿Por qué, preguntó él? Bueno, todas las piñatas son de papel.
Esperamos que el lector tenga paciencia y entienda que Aristoteinsten se las imaginaba casi todas.
Saludos cordiales.
P/D: Esta historia es parte del libro titulado :"Visitas y Cuentos".