Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán
Este libro trata sobre la muerte del "ilustre" don Diego de Almagro, conquistador.
"1108860974"
Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán
Este libro trata sobre la muerte del "ilustre" don Diego de Almagro, conquistador.
4.99 In Stock
Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán

Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán

by Alonso Enríquez de Guzmán
Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán

Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán

by Alonso Enríquez de Guzmán

eBook

$4.99 

Available on Compatible NOOK devices, the free NOOK App and in My Digital Library.
WANT A NOOK?  Explore Now

Related collections and offers

LEND ME® See Details

Overview

Este libro trata sobre la muerte del "ilustre" don Diego de Almagro, conquistador.

Product Details

ISBN-13: 9788499533018
Publisher: Linkgua
Publication date: 08/31/2010
Series: Historia , #135
Sold by: Bookwire
Format: eBook
Pages: 464
File size: 1 MB
Language: Spanish

About the Author

Alonso Enríquez de Guzmán

Read an Excerpt

Libro de La Vida y Costumbres de Don Alonso Enríquez de Guzmán


By Alonso Enríquez de Guzmán

Red Ediciones

Copyright © 2015 Red Ediciones S. L.
All rights reserved.
ISBN: 978-84-9953-301-8


CHAPTER 1

CAPÍTULO DE MI QUEDADA


Capítulo

Cómo fue el príncipe a ver a las señoras infantas sus hermanas de Madrid Alcalá y cómo me llevó consigo y me favoreció

Esta es una carta que luego que llegué a Madrid, antes quél partiese para Zaragoza, escribí al príncipe nuestro señor, porque me lo mandó que le escribiese y me encomendó el negocio en ella contenido:

Esta es una carta que escribí a una señora en la villa de Madrid, sobrina del cardenal fray Francisco Jiménez, rica y hermosa y casada con un pariente suyo a quien ella menosprecia. Y tiene razón. Y llámase doña María Cisneros. Y por la carta se verá el propósito y lo demás; que es esta que se sigue

Lo que me pasó con una dama en Madrid en el año de 1543, mes de mayo. Y porque es caso de admiración e indiscreción, está prohibido contarlo a los vivos. Y doy por testigo a la ilustrísima señora doña María de Mendoza y a la ilustre señora doña Francisca de Sarmiento su hermana y al señor don Álvaro de Mendoza

CHAPTER 2

CAPÍTULO EN QUE SE TRATARÁN TRES COSAS: LLEGADA Y ESTADA DE ALCALÁ; Y UN RAZONAMIENTO QUE ME HIZO EN CORTE EL ARZOBISPO DE TOLEDO; Y UNA PROTESTACIÓN QUE ACERCA DELLO YO HICE AL PRÍNCIPE NUESTRO SEÑOR


Lo que sucedió en el viaje y casamiento del marqués de Camarasa, hijo del comendador mayor de León y de la excelente su mujer, en la ciudad de Zaragoza, reino de Aragón

Esta es una carta de don Alonso Enríquez, actor deste libro, que escribió a Juan Vázquez de Molina, secretario del emperador don Carlos y rey nuestro señor, estando Su Majestad, y él con él, en Flandes, sobre la muerte y vacante del conde de Gelves, de contraria opinión del autor y en su patria:

Esta es una respuesta de don Alonso Enríquez, autor deste libro, a esta carta supraescrita del sobredicho Pero Mejía, como en ella veréis

De cómo partí de la villa de Valladolid a la ciudad de Salamanca con el príncipe nuestro señor, do se casó

Capítulo cómo salí desta Corte para irme a Sevilla, mi propia naturaleza, en cabo de un año que salí della. Y no me dejara Su Alteza, si no dierala palabra de volver a su servicio y conversación.

Esta es una carta que escribí yo, el autor deste libro, a un amigo mío, consolándole de la muerte de dos hijos suyos que se le murieron en dos meses

Esta carta escribí al príncipe de España nuestro señor verdadero y natural señor, dende ocho o diez días que llegué de su real corte a esta ciudad de Sevilla, según veréis por ella; que es esta que se sigue:

De lo que me acaeció en Sevilla, mi propia naturaleza, después desto en los meses de agosto y septiembre en el año de 1544 con mi propio señor y amigo, juez asistente en ella

Esta es una carta que escribí al príncipe de España don Felipe, de quien este libro os da cuenta

La prisión que vos he contado antes destas dos cartas, en qué paró y quién lo hizo y cómo pagó

Carta del autor al príncipe nuestro señor

Carta-respuesta de don Álvaro de Córdoba por mandado del príncipe nuestro señor al autor

Esta es una carta que escribe el autor a doña María de Mendoza, la excelente, mujer del muy ilustre señor el comendador mayor de León

Respuesta de la excelente doña María

Esta es una carta que yo el autor escribí al conde de Olivares, hermano del duque de Medina-Sidonia, a quien yo tengo tanto deudo y deuda y obligación como en la dicha carta veréis y sobre lo que en ella se trata, que es la siguiente:

Esta es una sentencia dada por el emperador don Carlos, rey de España, nuestro señor, como por ella veréis. La cual me pareció poner aquí porque es cosa notable y digna de saber. Y tras ella vos diré lo que me parece y debéis saber

Autor


Esta es una carta que escribí yo el autor al príncipe de España nuestro señor don Felipe y la respuesta por su mandado de don Álvaro de Córdoba su caballerizo mayor:

Esta es la respuesta de don Álvaro de Córdoba, caballerizo mayor de su alteza, al autor y a la sobredicha carta para Su Alteza:

CHAPTER 3

CAPÍTULO DE LO SUCEDIDO QUE EN ESTE LIBRO HE COMENZADO Y TRATADO EN LAS DIFERENCIAS DE LOS GOBERNADORES DEL PERÚ Y SENTENCIA CONTRA PIZARRO


Sentencia contra Hernando Pizarro

Esta es una carta que escribí al príncipe de España nuestro señor de Sevilla en 23 de junio de 1545; y otra sucesiva tras ella para el Consejo Real de las Indias del autor deste libro sobre las cosas sucedidas en las Indias, como por ellas veréis

Esta carta escribe el autor del presente libro al Consejo Real de las Indias, de que es presidente el reverendísimo señor cardenal y arzobispo de Sevilla don fray García de Loaisa, y el doctor Bernal, obispo de Calahorra, y Gutierre Velázquez, licenciado, y el licenciado Salmerón y el licenciado Gregorio López, oidores

Aquí se vos hace saber como vino nueva a esta ciudad de Sevilla que era nacido el infante don Carlos de España y como por alegría entre otras fiestas que el cabildo y ayuntamiento desta ciudad concertó me encargó a mí mantuviese una sortija y pusiese este cartel, como puse, en 18 días del mes de julio de 1545 años. Y dende dos días en adelante, puesto con mucho regocijo y solemnidad, pompa y autoridad, vino la triste nueva como era muerta la princesa su madre nuestra señora. Y las telas de oro y sedas de color que yo para esto y muchos para jugar cañas que tres días antes habían de salir, se convirtió en luto y cumplió el refrán que "No hay risa sin lloro" en esta triste vida ni placer sin tristeza, hasta que vamos a la otra que es sin fin y toda gloria, por lo cual juro de ir a ella. Y cesó la fiesta y no el cartel de ponerse aquí por muchas causas. Que es este que sigue:

Esta es una carta que escribió el autor deste libro al príncipe nuestro señor a ruego y recomendación de Pero Mejía y un libro que hizo como en ella se contiene.

Esta carta que se prosigue es de consuelo, que escribo yo el autor del presente libro a una señora cuñada que se llama doña Mencía de Andrada, a Corte y reino de Portugal, que fue ama y aya de la princesa de Castilla nuestra señora, hasta que se casó con el príncipe nuestro señor. Y no la dejó el rey de Portugal venir con ella; de lo que usó ingratitud y crueldad, diciendo que la había de gobernar. Lo cual suele dios castigar, porque es rey de los reyes. Y por la misma carta entenderéis el caso; Que es esta que se sigue:

Esta que se sigue es una carta que yo el autor del presente libro escribí a Roma al cardenal de Burgos, don Juan de Toledo, hijo del buen duque de Alba de gloriosa memoria que está en la gloria, de cuya vida y muerte en este libro vos tengo contado. Pareciome ponella aquí por ser epístola en que concurre cuenta de mi vida. Para en fin de la jornada daré cuenta del suceso, si se efectuare; y si no, lo que lo estorbó

Capítulo de lo que me acaeció, pasó y pasé en el viaje correspondiente presente, de que vos tengo dicho, para las dichas cortes del emperador y su hijo.

CHAPTER 4

CAPÍTULO DE LO QUE ME ACAECIÓ EN ZAMORA

Lo que me acaeció en Medina del Campo, viniendo de lo que dicho es de Zamora

Y de cómo llegué a Madrid a Corte del príncipe nuestro señor y lo queme acaeció allí

Esta es una carta que vino de Flandes, donde está Su Majestad, al comendador mayor de León, en que, como veréis, el correo mayor le da cuenta de razón de la orden del Tusón que Su Majestad tuvo; la cual me pareció poner aquí porque hay cosas dignas de saber y nuevas

De cómo hice saber al príncipe nuestro señor, que a la sazón estaba en Alcalá seis leguas de Madrid con las señoras infantas, mi enfermedad

De lo que le parece al autor de la gente y naciones que a visto, tratado y conversado y peleado

De cómo salgo, mediante Dios, de la villa de Madrid, do está la Corte del príncipe nuestro señor, para la del emperador su padre en Alemania

Copia de carta de don Alonso Enríquez a doña María de Mendoza, mujer de Covos, de la victoria del emperador y presión del duque de Jasa, escrita en la provincia de Sajonia a 26 de abril de 1547

Copia de una carta que escribió don Alonso Enríquez de Guzmán, caballero de la Orden de Santiago, a otro caballero de Sevilla que se dice Pero Mejía, en que le daba aviso familiarmente, como amigo, del progreso de la guerra de Sajonia y de la victoria que hubo el emperador nuestro señor en la batalla que dio al duque Juan Federico cuando fue preso

Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán

Alonso Enríquez de Guzmán

CHAPTER 5

DEDICATORIA

Muy Ilustre señor:

Cuando nuestro Dios su grandeza en la creación y dar ser a todas las cosas manifestó, de tal suerte las ordenó y compuso que para la conservación dellas mismas unas a otras así eslavonó que las superiores tuviesen cargo del regimiento, gobernación y conservación de las inferiores, como los naturales filósofos y también los sagrados teólogos prueban; sin lo cual conservar no se pudieran para que así a los pasados como presentes y por venir en memoria se representasen. Así que desta manera, muy ilustre señor, hallo yo que si las obras y razones en escrituras puestas con trabajo y afán de los que las escribieron y escribimos y escribirán no tuviesen amparo debajo del cual, en todo lo que turase el mundo, se conservasen, muy presto perecerían; y pereciendo, los entendimientos humanos no ternían luz ni carrera que los alumbrasen ni afilasen de la voto y oscuridad que de su propia naturaleza les procede.

Avida esta consideración y entrando en la recámara de mi juicio, muy ilustre señor, no hallé en España a quien con tanta razón la presente obra dirigir pudiese como a Vuestra Señoría, para que por él en luz y sustentación, que conservación llamo, sostuviese, y esto por muchos respetos.

El primero, por lo que confío de vuestra voluntad e inclinación a toda virtud y ejemplo. Lo segundo, porque don García Enríquez de Guzmán, mi padre, fue criado y deudo del vuestro, de que vos sois deudor, y por deudo y deuda que a mi voluntad de serviros tenéis, debéis, ilustrísimo señor, mirar mis cosas y con vuestro sagaz juicio enmendar, encomendándolas, como las encomiendo a Vuestra Señoría y a vuestros sucesores y descendientes dellos, especialmente al ilustre señor don Juan Claros, vuestro hijo primogénito que hoy vive.

Lo tercero, porque viniendo como venís del cristianísimo y fidelísimo y esforzado caballero, don Alonso Pérez el Bueno, que estando cercado de moros, enemigos de nuestra santa fe católica, en el castillo de Tarifa, le prendieron su hijo y, para que se diese y entregase el dicho castillo, lo pusieron en un tapete en el suelo para lo degollar, creyendo hubiera dolor dél. Y no aprovechó la sangre y el amor de hijo, que es el más natural del mundo, por lo que tocaba al servicio de Dios y a la lealtad de su rey, y con animantísimo ánimo puso mano al puñal y lo arrojó, para que con él a su propio hijo degollasen. Y con valerosas y esforzadas palabras él y su mujer dijeron: "Tomá, que acá queda la fragua y el herrero para hacer otro".

Lo cuarto, porque siendo Vuestra Señoría primogénito heredero y según ley y ordenanza verdadero señor de la ilustrísima casa de Medina-Sidonia, la cual tiene y posee 70. 000 ducados de oro de renta con muchos castillos y vasallos, con un hermano mayor inhábil e incapaz de lo merecer y gobernar, estando en vuestra mano ser señor dél y dello sin trabajo ni contradición alguna, lo tomastes y la tomastes dando la obediencia a nuestro sumo Pontífice y rey, nuestros señores en lo espiritual y temporal, como muy católico siervo de Dios y fidelísimo vasallo del rey.

Y así se hicieron todas vuestras cosas como quisistes. Fuistes contra los apetitos y pompas del mundo, que esperando muchos años que se os diese por voluntad de los susodichos señores vuestros superiores, dejando de gozar del dicho estado y de vuestra mujer natural, cristianísima y de gran sangre real y hermosa y moza, forzastes a la carne, trayéndola delante de los ojos. No solamente no fuistes cruel contra el dicho vuestro hermano, pudiéndolo honesta y encubiertamente ser, haciéndole mal y daño, mas antes pusistes muy gran cobro para que otro no lo hiciese, y no solamente no lo consentistes y, como digo, lo defendistes, pero con plegarlas a Dios Todopoderoso y físicos y medicinas lo sostuvistes.

Por las cuales sobredichas razones y respetos no solo Vuestra Señoría es digno que esta pequeña obra se le dirija, del meollo de mi entendimiento salida, pero en su rectísima conciencia y virtud, amor y obligación confiando, mi ánima encomendaría, que es el mayor bien que poseer puedo. La cual obra, ilustrísimo señor, con vuestras ilustrísimas y verdaderas palabras os suplico autorizéis, y certifiquéis esto que digo y en efecto pasó, porque verdaderamente es verdad y de mí se debe creer. Porque lo hice no por pompa ni vanagloria, sino porque muchos hijos de buenos hagan y obren lo que a su estirpe y genealogía son obligados, pues cuando a luz saliere, será cuando yo por voluntad de Dios, Nuestro Sumo Señor Todopoderoso, apartándoseme el ánima de las carnes, quiera poner en la que todos deseamos, que es la eterna gloria sin fin. La cual haya Vuestra Señoría muy ilustre, como desea, y hayan los que más deseare.

Hecho en el golfo del Mar Océano, sin pensar para más a ver a Vuestra Señoría, porque voy con pensamiento de no le ver más. Año de Nuestro muy Salvador Jesu Cristo de 1534 años. Del deudo y deudor y buen servidor de Vuestra Señoría. Don Alonso Enríquez de Guzmán.

Dirigióse este libro después de hecho lo más dél, porque no me quise determinar hasta que examinase de quién sería mejor favorecido.

Al lector

CHAPTER 6

DIOS SOBRE TODO


Título del presente libro, el cual fue hecho por un caballero imitando al César Magno; el cual caballero salió de su patria por las del mundo partidas por vellas y adquirir gloria y fama para dejar de sí perpetua memoria. Es repartido en libros. En él concurren cosas saludables para el ánima y para la honra y salud del cuerpo. Veréis en él cosas de muy gran saber y aviso. En el cual veréis cartas de nuestro César que hoy reina en España para el autor y otras suyas a su Católica y Sacra Majestad y a otras personas, así de burlas como de veras; y otras de Su Majestad al serenísimo rey y reina de Portugal, sus hermanos, enviándoles a visitar y a certificar de la prisión del rey de Francia con el autor, que era su criado en el estado de los gentileshombres de su real casa. Es obra muy provechosa y necesaria para todo estado y género de personas y gran generalidad de cosas apetitosas y honrosas. Y demás de lo que a él propio acaeció toca en otras cosas que vio y oyó.

Por ende, o tú, amantísimo lector, si eres curioso por saber e investigar la monarquia del orbe terreno, hágote saber que leyendo esta mi escritura abrás sabido lo que con verdad dél se puede decir, porque vi lo que escribí y escribí lo que vi.

El año de 1518 y medio, siendo yo de edad de dieciocho años, cerca de diecinueve, halléme sin padre y pobre de hacienda y rico de linaje y con una madre muy habladora, aunque honrada mujer y buena cristiana y de gran fama. La cual, no pudiéndome sustentar, viéndome crecido aunque no de edad para casar, por la necesidad me casó. Y congojado de la pobreza y deseoso de la riqueza acordé de ir a buscar mis aventuras. Y salí de la ciudad de Sevilla, do fue mi naturaleza, en este tiempo que arriba digo, con un caballo y una mula y una acémila y una cama y 60 ducados.

Acordé de escribillo aquí y propuse de escribir todo lo que me acaeciese y jurélo para no dejarlo de hacer y no hacer cosa que no debiese. A lo cual podéis dar crédito. He por nombre don Alonso Enríquez de Guzmán y llamóse mi padre don García Enríquez de Guzmán. Fue hijo de don Juan, conde de Gijón, el cual fue hijo o nieto del rey don Enrique de Portugal. Mi madre se llamó doña Catalina de Guevara.

CHAPTER 7

DE CÓMO SALÍ EN EL NOMBRE DE DIOS


Fue a Córdoba y a Granada y a Baza, y allí topé con un capitán que había nombre Montalvo. Iba a Italia y yo a la Corte del rey de Castilla, que estaba en Barcelona y habíamos de ir juntos hasta Murcia. Y allí nos habíamos de apartar, como nos apartamos, a nuestros viajes. Y a cuatro o cinco leguas de la dicha ciudad de Baza, do nos juntamos, fuimos a dormir aquella noche a una venta, do a la cabecera de la cama se me olvidaron los dichos 60 ducados, de manera que el dicho capitán los pudo tomar mientras yo salía a no me acuerdo qué, porque él me había entrado a despertar. Y con la prisa que él me dio y poco aviso que yo tenía, partimos sin yo echar menos la bolsa, que no me iba nada en ello.

Y andadas dos leguas, acordéme della y no dónde la había dejado; aunque mirado la falta que me hacía, acordé de volverla a buscar con muy gran diligencia y mayor duelo. Y echa la diligencia y no pasado el duelo, después de haberla vuelto a buscar hasta la dicha venta, pedí consuelo al capitán. El cual me dijo: "Consolaos, caballero, con que el primer descuido que hacéis no es en más de 60 ducados y con que os queda un caballo que podéis vender. Y yo, por la buena compañía y por otra tal, os daré de comer de aquí a que lo vendáis, y no por falta dello lo dejéis de vender a vuestro placer".

Yo le respondí, después de agradecerle su buen comedimiento y liberal cortesía: "Ya yo no puedo venderlo a mi placer, pues en él pensaba parecer ante el rey, con quien voy a vivir".

Entonces me dijo: "Para eso yo os quiero dar un buen remedio que aquí adelante está un gran señor que se llama el marqués de los Vélez, don Pedro Fajardo, en un lugar suyo por do pasaremos mañana, si pluguiere a Dios, que se llama Vélez el Blanco. Si vos sois, el que me habéis dicho, él terná noticia de vuestros padres o en su casa quien los conozca. Contalde vuestro duelo, que bien creo él lo remediará".


(Continues...)

Excerpted from Libro de La Vida y Costumbres de Don Alonso Enríquez de Guzmán by Alonso Enríquez de Guzmán. Copyright © 2015 Red Ediciones S. L.. Excerpted by permission of Red Ediciones.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

From the B&N Reads Blog

Customer Reviews