Le habían dado la espalda, y desapareció misteriosamente en el punto más alto de su carrera, pero ahora está de regreso y se ha ganado los corazones de todos con su increíble historia. Y si esto fuera una película no podría estar mejor guionizado el camino del héroe, acabarán de ser testigo del mejor final de una historia que se viene cultivando desde hace más de 20 años, después de sobreponerse a las críticas, a las derrotas, hoy su autor Roberto Soto Roa lo ha conseguido, y será una serie que no tendrá media grises, donde la moralidad, el bien o el mal sencillamente no existe, se extinguió, pero, después de un ayer sombrío, Dios es muy grande y justo.
Una de las cosas que más está gustando es que muestra la parte más instintiva de su protagonista, la influencia que tuvieron espíritus codiciosos y que lo llevaron a tomar decisiones que posteriormente vamos a ver en la obra, allí, han de comprender porque su lucha contante con sus pensamientos, con la ansiedad, con la depresión, aunque son una consecuencia directa de su pasado, de su crecimiento en un mundo en el que se rompió su contrato social. En la que veremos unos villanos que están convencidos de que están haciendo el bien, pero que realmente no se dan cuenta de las consecuencias que se generan a través de sus acciones.
