Desde que era niño y vivía en el Rancho escuchaba a algunos adultos decir que en Estados Unidos podías encontrar el dinero tirado en el suelo, que las personas podían ganar el dinero fácil y que, sólo viviendo aquí, en este país privilegiado, se podía conseguir lo suficiente para alcanzar los sueños.
Los que decían algo así, jamás habían venido, pero habían escuchado eso de alguien más que seguramente tampoco había venido a este país, o habían mirado la televisión.
Lo digo porque tengo una anécdota de cuando yo era niño, tenía alrededor de 6 años y estaba viendo una película donde aparecía un cómico muy empático llamado Chelelo. Otro de los personajes le preguntaba al comediante si aquí en el norte había muchos dólares, a lo que Chelelo le respondió muy convincente que en el norte llovían los dólares, pero que él sólo recogía los de 50 y los de 100 porque no era muy avaro, y que los de 10 y los de 20 los usaban para prender lumbre. El asunto es que, ¡de verdad yo creía eso! Pensaba que esa historia podía ser verdad, y muchos de mis amigos crecieron pensando lo mismo.
Los que hemos tenido la bendición de venir, sabemos que esta afirmación es en gran medida falsa. Vivir en Estados Unidos no es sinónimo de facilidad, sino de esfuerzo. En ninguna otra parte vi tanta gente esforzada, trabajadora y dispuesta en lograr lo que se propone, de la única manera posible: Trabajando duro.
Esa idea del dinero fácil fue la motivación de muchos para cruzar la frontera, pero al llegar aquí se encontraban con la dura realidad, si no se esforzaban el doble que en su país, no podrían lograr mucho, e incluso solo estarían sobreviviendo, y para marcar un cambio más rápido en lo económico se necesita al menos dos trabajos y mucho esfuerzo, ya que de lo contrario será mucho más difícil lograr sus objetivos.
