La Casa De Los Espiritus

Bestseller internacional y muy admirado clásico de la literatura latinoamericana, la trascendental novela de Isabel Allende cuenta la historia épica de la numerosa y turbulenta familia Trueba de Chile, con su patriarca angustiado y sus mujeres clarividentes, trazando sus vidas desde los fines del siglo pasado, hasta los días violentos del golpe que derrocó al gobierno de Salvador Allende en 1973. En La casa de los espíritus, Allende combina lo supernatural con lo real en una versión sumamente personal de realismo mágico. Es raro, el caso, en que una primera novela lanza a su autora tan repentinamente al foro internacionales.

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La Casa De Los Espiritus

Bestseller internacional y muy admirado clásico de la literatura latinoamericana, la trascendental novela de Isabel Allende cuenta la historia épica de la numerosa y turbulenta familia Trueba de Chile, con su patriarca angustiado y sus mujeres clarividentes, trazando sus vidas desde los fines del siglo pasado, hasta los días violentos del golpe que derrocó al gobierno de Salvador Allende en 1973. En La casa de los espíritus, Allende combina lo supernatural con lo real en una versión sumamente personal de realismo mágico. Es raro, el caso, en que una primera novela lanza a su autora tan repentinamente al foro internacionales.

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La Casa De Los Espiritus

La Casa De Los Espiritus

by Isabel Allende
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Overview

Bestseller internacional y muy admirado clásico de la literatura latinoamericana, la trascendental novela de Isabel Allende cuenta la historia épica de la numerosa y turbulenta familia Trueba de Chile, con su patriarca angustiado y sus mujeres clarividentes, trazando sus vidas desde los fines del siglo pasado, hasta los días violentos del golpe que derrocó al gobierno de Salvador Allende en 1973. En La casa de los espíritus, Allende combina lo supernatural con lo real en una versión sumamente personal de realismo mágico. Es raro, el caso, en que una primera novela lanza a su autora tan repentinamente al foro internacionales.


Product Details

ISBN-13: 9788483462034
Publisher: Randomhouse Mondadori
Publication date: 01/28/2007
Product dimensions: 6.00(w) x 1.25(h) x 9.00(d)

About the Author

About The Author

Born in Peru and raised in Chile, Isabel Allende is the author of eight novels, including, most recently, Zorro, Portrait in Sepia, and Daughter of Fortune. She has also written a collection of stories; three memoirs, including My Invented Country and Paula; and a trilogy of children's novels. Her books have been translated into more than twenty-seven languages and have become bestsellers across four continents. In 2004 she was inducted into the American Academy of Arts and Letters. Isabel Allende lives in California.


Nacida en Perú y criada en Chile, Isabel Allende es la autora de nueve novelas incluyendo más recientemente Zorro, Retrato en Sepia, Hija de la Fortuna e Inés del Alma Mía. También ha escrito cuentos cortos, tres libros autobiográficos incluyendo Mi País Inventado y Paula, y una trilogía de libros para jóvenes. Sus libros han sido traducidos a más de 27 idiomas y son bestsellers a través del mundo entero. En 2004, fue nombrada a la Academia de Artes y Letras de los Estados Unidos. Vive en California.

Hometown:

San Rafael, California

Date of Birth:

August 2, 1942

Place of Birth:

Lima, Peru

Read an Excerpt

CAP�TULO PRIMERO

ROSA, LA BELLA

Barrab�lleg� a la familia por v�a mar�tima, anot� la ni�a Clara con su delicada caligraf�a. Ya entonces ten�a el h�bito de escribir las cosas importantes y m�s tarde, cuando se qued� muda, escrib�a tambi�n las trivialidades, sin sospechar que cincuenta a�os despu�s, sus cuadernos me servir�an para rescatar la memoria del pasado y para sobrevivir a mi propio espanto. El d�a que lleg� Barrab�s era Jueves Santo. Ven�a en una jaula indigna, cubierto de sus propios excrementos y orines, con una mirada extraviada de preso miserable e indefenso, pero ya se adivinaba--por el porte real de su cabeza y el tama�o de su esqueleto-- el gigante legendario que lleg� a ser. Aqu�l era un d�a aburrido y oto�al, que en nada presagiaba los acontecimientos que la ni�a escribi� para que fueran recordados y que ocurneron durante la misa de doce, en la parroquia de San Sebasti�n, a la cual asisti� con toda su familia. En se�al de duelo, los santos estaban tapados con trapos morados, que las beatas desempolvaban anualmente del ropero de la sacrist�a, y bajo las s�banas de luto, la corte celestial parec�a un amasijo de muebles esperando la mudanza, sin que las velas, el incienso o los gemidos del �rgano, pudieran contrarrestar ese lamentable efecto. Se ergu�an amenazantes bultos oscuros en el lugar de los santos de cuerpo entero, con sus rostros id�nticos de expresi�n constipada, sus elaboradas pelucas de cabello de muerto, sus rub�es, sus perlas, sus esmeraldas de vidrio pintado y sus vestuarios de nobles florentinos. El �nico favorecido con el luto era el patrono de la iglesia, san Sebasti�n, porque en Semana Santa leahorraba a los fieles el espect�culo de su cuerpo torcido en Una postura indecente, atravesado por media docena de flechas, chorreando sangre y l�grimas, como un homosexual sufriente, cuyas Ilagas, milagrosamente frescas gracias al pincel del padre Restrepo, hac�an estremecer de asco a Clara.

Era �sa una larga semana de penitencia y de ayuno, no se jugaba baraja, no se tocaba m�sica que incitara a la lujuria o al olvido y se observaba, dentro de lo posible, la mayor tristeza y castidad, a pesar de que justamente en esos d�as, el aguijonazo del demonio tentaba con mayor insistencia la d�bil carne cat�lica. El ayuno consist�a en suaves pasteles de hojaldre, sabrosos guisos de verdura, esponjosas tortillas y grandes quesos tra�dos del campo, con los que las familias recordaban la Pasi�n del Se�or, cuidand�se de no probar ni el m�s peque�o trozo de carne o de pescado, bajo pena de excomuni�n, como insist�a el padre Restrepo. Nadie se habr�a atrevido a desobedecerle. El sacerdote estaba provisto de un largo dedo incriminador para apuntar a los pecadores en p�blico y Una lengua entrenada para alborotar los sentimientos.

--�T�, ladr�n que has robado el dinero del culto� --gritaba desde el p�lpito se�alando a un caballero que fing� afanarse en Una pelusa de su solapa para no darle la cara--. �T�, desvergonzada que te prostituyes en los muelles! --y acusaba a do�a Ester Trueba, inv�lida debido a la artritis y beata de la Virgen del Carmen, que abr�a los ojos sorprendida, sin saber el significado de aquella palabra ni d�nde quedaban los muelles--. �Arrepent�os, pecadores, inmunda carro�a, indignos del sacrificio de Nuestro Se�or! �Ayunad! �Haced penitencia!.

Llevado por el entusiasmo de su celo vocacional, el sacerdote deb�a contenerse para no entrar en abierta desobediencia con las instrucciones de sus superiores eclesi�sticos, sacudidos por vientos de modernismo, que se opon�an al cilicio y a la flagelaci�n. �l era partidario de vencer las debilidades del alma con una buena azotaina de la carne. Era famoso por su oratoria desenfrenada. Lo segu�an sus fieles de parroquia en parroquia, sudaban oy�ndolo describir los tormentos de los pecadores en el infierno, las carnes desgarradas por ingeniosas m�quinas de tortura, los fuegos etemos, los garfios que traspasaban los nuembros viriles, los asquerosos reptiles que se introduc�an por los orificios femeninos y otros m�ltiples suplicios que incorporaba en cada serm�n para sembrar el terror de Dios. El mismo Satan�s era descrito hasta en sus m�s �ntimas anomal�as con el acento de Galicia del sacerdote, cuya misi�n en este mundo era sacudir las conciencias de los indolentes criollos.

Severo del Valle era ateo y mas�n, pero ten�a ambiciones politicas y no pod�a darse el lujo de faltar a la misa m�s concurrida cada domingo y fiesta de guardar, para que todos pudieran verlo. Su esposa N�vea prefer�a entenderse con Dios sin intermediarios, ten�a profunda desconfianza de las sotanas y se aburr�a con las descripciones del cielo, el purgatorio y el infierno, pero acompa�a a su marido en sus ambiciones parlamentarias, en la esperanza de que si �l ocupaba un puesto en el Congreso, ella podr�a obtener el voto femenino, por el cual luchaba desde hac�a diez a�os, sin que sus numerosos embarazos lograran desanimarla. Ese Jueves Santo el padre Restrepo hab�a llevado a los oyentes al l�mite de su resistencia con sus visiones apocal�pticas y N�vea empez� a sentir mareos. Se pregunt� si no estar�a nuevamente... La Casa De Los Espiritus. Copyright � by Isabel Allende. Reprinted by permission of HarperCollins Publishers, Inc. All rights reserved. Available now wherever books are sold.

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