Henry Huggins

Henry Huggins

by Beverly Cleary

Narrated by Neil Patrick Harris

Unabridged — 2 hours, 30 minutes

Henry Huggins

Henry Huggins

by Beverly Cleary

Narrated by Neil Patrick Harris

Unabridged — 2 hours, 30 minutes

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Overview

In Newbery Medal-winning author Beverly Cleary's first novel, boys and girls alike will instantly be charmed by an average boy whose life is turned upside-down when he meets a loveable puppy with a nose for mischief.

Just as Henry Huggins is complaining that nothing exciting ever happens, a friendly dog sits down beside him and looks pleadingly at his ice-cream cone. From that moment on, the two are inseparable. But when Ribsy's original owner appears, trying to reclaim his dog, Henry's faced with the possibility of losing his new best friend.

Has Klickitat Street seen the last of rambunctious Ribsy?

 


Editorial Reviews

Parents Magazine

A genuinely humorous story.

School Library Journal

Gr 2-5-Actor Neil Patrick Harris reads Beverly Cleary's novel (Morrow, 2000) with verve and expression in this excellent book-on-tape production of the 50th Anniversary edition of the book. Henry's discovery of a stray dog, Ribsy, is just the beginning of a year of excitement and fun. He hunts night-crawlers, raises gallons of guppies, is stuck with a horrible part in the school operetta, and nearly loses Ribsy in this delightful, classic children's book. Harris creates different voices for each character. He particularly gets into the chapter on the school play, making that section especially hilarious. At the beginning and end of the tape, there is an interview with Cleary that provides interesting insights into what inspires her and her views on the writing process. This exceptional production will delight listeners.-Teresa Bateman, Brigadoon Elementary School, Federal Way, WA Copyright 2001 Cahners Business Information.

From the Publisher

Not a dull moment!” — Booklist

“The author has a marvelous understanding of a boy’s mind.” — —School Library Journal

Booklist

Not a dull moment!

Booklist

Not a dull moment!

JUNE 95 - AudioFile

Caruso’s portrait of Henry’s well-intentioned, childlike innocence creates a huggable and lovable character. The expressions, such as her worried tone when Henry’s ingenious plans go awry, enhance the story’s comic misadventures. The adult characters’ voices are in stark contrast to those of Henry and his friends. Their stern voices are humorously exaggerated, perfectly conveying children’s perception of adults as being too serious. The hilarious situations and delightful characterizations make Henry Huggins a sure-fire hit with elementary school listeners. M.P.T. ©AudioFile, Portland, Maine

Product Details

BN ID: 2940170182404
Publisher: HarperCollins Publishers
Publication date: 09/07/2004
Series: Henry Huggins Series , #1
Edition description: Unabridged
Age Range: 8 - 11 Years

Read an Excerpt

Capítulo Uno

Henry y Ribs*

Henry Huggins estaba en tercer grado. Tenía el pelo como cepillo delimpiar piso y ya había mudado los dientes. Vivía con su mamáy su papá en una casa blanea cuadrada en la calle Klickitat. Aparte dela operación de las amígdalas a los seis años, y del brazoroto cuando se cayó de un cerezo a los siete, muy poco le sucedía aHenry.

Oialá pasara algo emocionante, pensaba Henry a menudo.

Pero nunca le pasaba nada interesante a Henry, sino hasta un miércolespor la tarde del mes de marzo. Todos los miércoles después de claseHenry iba en autobu's a la "Y. M. C. A.", a nadar. Nadaba una hora, se ibaotra vez en autobús, y Ilegaba a su casa exactamente a la. hora de lacena. Eso le gustaba, pero no era nada. del otro mundo.

Cuando Henry salió de la. "Y. M. C. A. " ese miercoles, se detuvo amirar a un hombre que estaba quitando un cartel del circo. Luego, con tresmonedas de cinco centavos y una de diez en el bolsillo, se dirigió a la.farmacia de la esquina a comprar un helado de chocolate en barquillo.Creía que iba a comerse el helado, subir al autobús, echar susdiez centavos en la ranura y andar hasta Ilegar a su casa.

Pero no fue eso lo que pasó.

Compró el barquillo y pagó con una de sus monedas de cinco. A la.salida. de la farmacia se detuvo a mirar las historietas cómicas. Era unvistazo gratis, porque sólo le quedaban dos monedas de cinco.

Estaba allí parado, chupando su helado de chocolate y leyendo una de lashistorietas cuando oyó un pum, pum, pum. Henry sevolteó y vio a unperro allí a su espalda, rascándose. El perro, no era de ningunaraza especial. Era muy pequeño para, ser perro grande, pero, por otraparte, era demasiado, grande para ser perro, chico. No era blanco porquetenía partes color café y partes negras y entre, ellastenía manchas amarillentas. Tenía las orejas paradas y la colalarga y rala.

El perro, tenía hambre. Cuando Henry chupaba, éI chupaba. CuandoHenry tragaba, éI tragaba.

-- Hola, perrillo, -- dijo Henry. -- Este helado, no es para ti.

La cola hizo juip, juip, juip. Los ojos cafés pareclan decir:"Sólo, un poquito.

-- Vete, -- le ordenó Henry. Pero no lo, dijo muy fuerte. Y le, dio unaspalmaditas en la cabeza.

El perro meneaba la, cola más y más. Henry chupó unaúltima vez. -- Ay, está bien, -- dijo. -- Si tienes tantahambre, pues cómetelo.

El barquillo de helado desapareció de un mordisco.

-- Ahora vete, -- le dijo Henry al perro. -- Yo tengo que tomar elautobús para irme a casa.

El chico se dirigió a la puerta. El perro tambi6n.

-- Vete, perro flacucho. -- Henry no lo dijo en voz muy alta. -- Vete a tucasa.

El perro se echó a los pies de Henry. Henry miró al perro y elperro miró a Henry.

-- Yo creo que tú no tienes casa. Estás tan terriblemente flaco.Las costillas se te salen.

Pum, pum, pum, contestó la cola.

-- Y no tienes collar, -- dijo Henry.

El chico se puso a pensar. ¡Si se pudiera quedar con el perro! Élsiempre había querido tener un perro propio y ahora se habíaencontrado un perro que lo quenía a él. ¡No podía irse asu casa y dejar a un perro con hambre en la calle!

¡Qué dirían su mamá y su papá! Tocó las dosmonedas de cinco que tenía en el bolsillo. ¡Ya! Usaría unapara telefonear a su mamá.

-- Vamos, Ribsy. Vamos, Ribs, mi viejo. Te voy a Ilamar Ribsy porque eres tanflaco.

El perro salió trotando detrás del chico hasta la caseta delteléfono en la esquina de la farmacia. Henry lo metió en lacaseta y cerró la puerta. Él jamás había usado unteléfono público. Tuvo que poner la guía telefónicaen el piso y pararse en puntillas para alcanzar la bocina. Le dio elnúmero a la telefonista y echó una moneda en la cajilla.

-- Aló... ¿Mamá?

-- ¡Vaya, es Henry! -- Su mamá parecía sorprendida. -- ¿Dónde estás?

-- En la farmacia al pie de la "Y. M. C. A."

Ribs empezó a rascarse. Pum, pum, pum. Dentro de la caseta los golpessonaban fuertes y retumbantes.

-- Por el amor de Dios, Henry, ¿qué es ese ruido? -- lepreguntó su mamá.

Ribs se puso a gemir primero y luego a aullar. -- Henry, -- grit¿ laSra. Huggins, -- ¿estás bien?

-- Sí, estoy bien,-- contestó Henry también a gritos. Élnunca podía entender por qué su mamá pensaba siempre que aél le pasaba algo cuando no le pasaba nada. -- Es Ribsy, nomás.

-- ¿Ribsy? -- Su mamá estaba exaltada. -- Henry, ¿puedeshacerme el favor de decirme qué es lo que pasa?

-- Es lo que estoy tratando de hacer, -- dijo Henry. Ribsy aullómás fuerte. La gente se estaba juntando alrededor de la caseta paraver lo que pasaba. -- Mamá, me encontré un perro. ¡Cómome gustaría quedarme con él! Es un perro bueno y yo me encargo dedarle la comida y de bañarlo y todo lo demás. Por favor, mami.

-- No sé, mi amor. -- dijo su mamá. -- Tienes que pedirle permiso atu papá.

-- ¡Mamá!- se lamentó Henry. -- ¡Eso es lo que tú medices siempre! Henry se hallaba cansado de estar en puntillas; además,en la caseta se sentía mucho calor. -- ¡Mamá, por favor, dimeque sí y jamás pediré otra cosa en toda mi vida!

-- Bueno, está bien, Henry. Creo que no hay razón para que notengas tu perro. Pero tienes que traerlo en el autobús. Tu papáanda con el carro hoy y yo no puedo ir por ti. ¿Te las arreglas?

Henry Huggins. Copyright © by Beverly Cleary. Reprinted by permission of HarperCollins Publishers, Inc. All rights reserved. Available now wherever books are sold.

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