La victoria en la guerra no depende completamente del número o del simple valor; sólo la destreza y la disciplina la asegurarán.
Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra.
Sin esto, ¿qué oportunidad habrían tenido los insignificantes ejércitos romanos frente a las muchedumbres de los Galos? ¿O con qué éxito podría su pequeño tamaño haberse opuesto a la prodigiosa estatura de los Germanos?
Los españoles nos superaban no sólo en número, sino en fortaleza física. Siempre fuimos inferiores a los africanos en riqueza y desiguales en engaño y estratagema. Y los griegos, indudablemente, fueron muy superiores a nosotros en la destreza con las artes y toda clase de conocimientos.
Pero a todas esas ventajas, los romanos opusieron un cuidado inusual en la elección de sus levas y en su entrenamiento militar. Comprendieron completamente la importancia de endurecerse con la práctica continua y de entrenarse en cada maniobra que pudiera ocurrir en la formación y en el combate.
Tampoco fueron menos estrictos al castigar la desidia y la pereza. El valor de un soldado se enaltece con el conocimiento de su profesión, y sólo desea una oportunidad para ejecutar aquello que él está convencido de haber aprendido perfectamente.
Un puñado de hombres, curtidos en la guerra, marcharán a un victoria cierta mientras que, por el contrario, ejércitos numerosos con tropas indisciplinadas y novatas no son sino multitudes de hombres llevados al sacrificio.
1144933353
Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra.
Sin esto, ¿qué oportunidad habrían tenido los insignificantes ejércitos romanos frente a las muchedumbres de los Galos? ¿O con qué éxito podría su pequeño tamaño haberse opuesto a la prodigiosa estatura de los Germanos?
Los españoles nos superaban no sólo en número, sino en fortaleza física. Siempre fuimos inferiores a los africanos en riqueza y desiguales en engaño y estratagema. Y los griegos, indudablemente, fueron muy superiores a nosotros en la destreza con las artes y toda clase de conocimientos.
Pero a todas esas ventajas, los romanos opusieron un cuidado inusual en la elección de sus levas y en su entrenamiento militar. Comprendieron completamente la importancia de endurecerse con la práctica continua y de entrenarse en cada maniobra que pudiera ocurrir en la formación y en el combate.
Tampoco fueron menos estrictos al castigar la desidia y la pereza. El valor de un soldado se enaltece con el conocimiento de su profesión, y sólo desea una oportunidad para ejecutar aquello que él está convencido de haber aprendido perfectamente.
Un puñado de hombres, curtidos en la guerra, marcharán a un victoria cierta mientras que, por el contrario, ejércitos numerosos con tropas indisciplinadas y novatas no son sino multitudes de hombres llevados al sacrificio.
Genios de la Estrategia MiIlitar-Volumen VI El arte de la guerra en Roma Compendio de t�ctica militar
La victoria en la guerra no depende completamente del número o del simple valor; sólo la destreza y la disciplina la asegurarán.
Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra.
Sin esto, ¿qué oportunidad habrían tenido los insignificantes ejércitos romanos frente a las muchedumbres de los Galos? ¿O con qué éxito podría su pequeño tamaño haberse opuesto a la prodigiosa estatura de los Germanos?
Los españoles nos superaban no sólo en número, sino en fortaleza física. Siempre fuimos inferiores a los africanos en riqueza y desiguales en engaño y estratagema. Y los griegos, indudablemente, fueron muy superiores a nosotros en la destreza con las artes y toda clase de conocimientos.
Pero a todas esas ventajas, los romanos opusieron un cuidado inusual en la elección de sus levas y en su entrenamiento militar. Comprendieron completamente la importancia de endurecerse con la práctica continua y de entrenarse en cada maniobra que pudiera ocurrir en la formación y en el combate.
Tampoco fueron menos estrictos al castigar la desidia y la pereza. El valor de un soldado se enaltece con el conocimiento de su profesión, y sólo desea una oportunidad para ejecutar aquello que él está convencido de haber aprendido perfectamente.
Un puñado de hombres, curtidos en la guerra, marcharán a un victoria cierta mientras que, por el contrario, ejércitos numerosos con tropas indisciplinadas y novatas no son sino multitudes de hombres llevados al sacrificio.
Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra.
Sin esto, ¿qué oportunidad habrían tenido los insignificantes ejércitos romanos frente a las muchedumbres de los Galos? ¿O con qué éxito podría su pequeño tamaño haberse opuesto a la prodigiosa estatura de los Germanos?
Los españoles nos superaban no sólo en número, sino en fortaleza física. Siempre fuimos inferiores a los africanos en riqueza y desiguales en engaño y estratagema. Y los griegos, indudablemente, fueron muy superiores a nosotros en la destreza con las artes y toda clase de conocimientos.
Pero a todas esas ventajas, los romanos opusieron un cuidado inusual en la elección de sus levas y en su entrenamiento militar. Comprendieron completamente la importancia de endurecerse con la práctica continua y de entrenarse en cada maniobra que pudiera ocurrir en la formación y en el combate.
Tampoco fueron menos estrictos al castigar la desidia y la pereza. El valor de un soldado se enaltece con el conocimiento de su profesión, y sólo desea una oportunidad para ejecutar aquello que él está convencido de haber aprendido perfectamente.
Un puñado de hombres, curtidos en la guerra, marcharán a un victoria cierta mientras que, por el contrario, ejércitos numerosos con tropas indisciplinadas y novatas no son sino multitudes de hombres llevados al sacrificio.
21.99
In Stock
5
1
Genios de la Estrategia MiIlitar-Volumen VI El arte de la guerra en Roma Compendio de t�ctica militar
136Genios de la Estrategia MiIlitar-Volumen VI El arte de la guerra en Roma Compendio de t�ctica militar
136Paperback(Tapa Blanca, 134 Paginas, Blanco Y Negro ed.)
$21.99
21.99
In Stock
Product Details
ISBN-13: | 9781666231557 |
---|---|
Publisher: | Barnes & Noble Press |
Publication date: | 12/31/2020 |
Series: | Colección Estategia y Liderazgo , #6 |
Edition description: | Tapa Blanca, 134 Paginas, Blanco Y Negro ed. |
Pages: | 136 |
Product dimensions: | 6.00(w) x 9.00(h) x 0.29(d) |
Language: | Spanish |
About the Author
From the B&N Reads Blog