Génesis es el fundamento de toda la Biblia. Génesis registra el comienzo de los cielos y de la tierra, y de la vida vegetal, animal y humana. Expresa el renacimiento y la nueva creación que siguieron al caos y la ruina del diluvio mundial. El problema del "primer pecado" de Adán ha afectado la condición del hombre en la tierra y su relación con Dios. Este primer pecado, o "pecado original", permaneció con quienes desembarcaron del arca y continúa con nosotros hoy. Sin embargo, Dios hizo ocho grandes pactos con el hombre, incluidos cuatro en el Libro del Génesis: el pacto edénico, el adámico, el noé y el abrahámico. Este último está incluido en este texto de Génesis Dos. Las escrituras del Génesis se encuentran en el Nuevo Testamento y se citan más de sesenta veces en diecisiete de los veintisiete libros. Así que las raíces de toda profecía posterior están plantadas en Génesis. Génesis no es un libro de mitos como dirían muchos hablantes no creyentes. La arqueología moderna da testimonio de la fiabilidad histórica del Génesis y la Biblia.
