Érase una vez... un Mago Sangriento que conquistó el reino de Elden.
La reina, para salvar a sus hijos, los envió lejos y el rey les inculcó el deseo de venganza. Un reloj mágico es lo único que conecta a los cuatro príncipes . . . y el tiempo se acaba . . .
La princesa Breena estaba soñando con su amante guerrero cuando se vio arrancada del castillo de Elden y arrojada a un mundo extraño y peligroso. Perdida y sola, rezó para sobrevivir y poder vengarse. Y encontró ambas cosas en una cabaña del bosque . . . junto a un oscuro hombre oso.
Cuando Osborn entró en su cabaña, una hermosa rubia se había comido su comida y había dormido en su cama. Y aunque él quería despertar a aquella princesa virgen a los placeres carnales, Breena quería más . . . entre otras cosas, su destreza como guerrero. Una destreza que él, que en otro tiempo había sido un legendario mercenario, había decidido enterrar. Ahora tenía que elegir: arriesgar su vida o negarle a su princesa un final de cuento de hadas.