"El inconformista" se puede considerar como una mina cuyas galerías están ubicadas en diferentes profundidades entre ellas. A través de doce diálogos entre un profesor de filosofía, un escritor-astrólogo y un poeta, se toman en cuenta los grandes temas existenciales del hombre por medio del contraste entre aquel que confía ciegamente en la ciencia y quien confía en Dios y las leyes de la naturaleza. El libro, analizando también la sociedad industrial actual y sus problemas, enfatiza los falsos valores falsos que nos impone el poder del consumo y se concluye, proyectandose hacía adelante como si fuera una novela distópica, delineando el perfil de un nuevo poder totalitario todavía en fase de desarollo y del antídoto necesario para contrarrestarlo: una verdadera y completa democracia.