El caballo y el muchacho (The Horse and His Boy)

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El caballo y el muchacho (The Horse and His Boy)

eBookSpanish-language Edition (Spanish-language Edition)

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Overview

This high-quality Spanish-language book can be enjoyed by fluent Spanish speakers as well as those learning the language, whether at home or in a classroom.

El caballo y el muchacho, libro tres en la serie clásica de fantasía, Las crónicas de Narnia. En un viaje desesperado, dos fugitivos se encuentran y unen junto. Aunque sólo buscan a escapar sus vidas difíciles y limitados, ellos pronto se encuentran al centro de una batalla horrible. Es una batalla que va determinar sus destinos y el destino de todo Narnia. El caballo y el muchacho es el tercero libro en la serie clásica de fantasía de C.S. Lewis, que se ha convertido en parte del canon de la literatura clásica y ha dirigido gente de todas edades a una tierra mágico donde caballos hablan y el destino le espera. Esta es una novela sola, pero si quieres regresar a Narnia, lees El príncipe Caspian, el cuarto libro de Las crónicas de Narnia.

Product Details

ISBN-13: 9780062246394
Publisher: HarperCollins
Publication date: 12/04/2012
Series: Crónicas de Narnia , #3
Sold by: HARPERCOLLINS
Format: eBook
Pages: 288
File size: 4 MB
Age Range: 8 - 18 Years
Language: Spanish

About the Author

About The Author

Clive Staples Lewis (1898-1963) was one of the intellectual giants of the twentieth century and arguably one of the most influential writers of his day. He was a Fellow and Tutor in English Literature at Oxford University until 1954, when he was unanimously elected to the Chair of Medieval and Renaissance Literature at Cambridge University, a position he held until his retirement. He wrote more than thirty books, allowing him to reach a vast audience, and his works continue to attract thousands of new readers every year. His most distinguished and popular accomplishments include Out of the Silent Planet, The Great Divorce, The Screwtape Letters, and the universally acknowledged classics The Chronicles of Narnia. To date, the Narnia books have sold over 100 million copies and have been transformed into three major motion pictures.

Clive Staples Lewis (1898-1963) fue uno de los intelectuales más importantes del siglo veinte y podría decirse que fue el escritor cristiano más influyente de su tiempo. Fue profesor particular de literatura inglesa y miembro de la junta de gobierno en la Universidad Oxford hasta 1954, cuando fue nombrado profesor de literatura medieval y renacentista en la Universidad Cambridge, cargo que desempeñó hasta que se jubiló. Sus contribuciones a la crítica literaria, literatura infantil, literatura fantástica y teología popular le trajeron fama y aclamación a nivel internacional. C. S. Lewis escribió más de treinta libros, lo cual le permitió alcanzar una enorme audiencia, y sus obras aún atraen a miles de nuevos lectores cada año. Sus más distinguidas y populares obras incluyen Las Crónicas de Narnia, Los Cuatro Amores, Cartas del Diablo a Su Sobrino y Mero Cristianismo.


Pauline Baynes has produced hundreds of wonderful illustrations for the seven books in The Chronicles of Narnia. In 1968 she was awarded the prestigious Kate Greenaway Medal for her outstanding contribution to children's literature.

Date of Birth:

November 29, 1898

Date of Death:

November 22, 1963

Place of Birth:

Belfast, Nothern Ireland

Place of Death:

Headington, England

Education:

Oxford University 1917-1923; Elected fellow of Magdalen College, Oxford in 1925

Read an Excerpt

El Caballo y el Muchacho


By C. Lewis

HarperCollins Publishers, Inc.

Copyright © 2005 C. Lewis
All right reserved.

ISBN: 0060884258

Capitulo Uno

Shasta emprende un viaje

Este es el relato de una aventura que sucedio en Narnia y Calormen, y en los territorios situados entre ambos paises, en la epoca dorada, cuando Peter era Sumo Monarca de Narnia y su hermano y sus dos hermanas eran rey y reinas bajo su gobierno.

En aquellos tiempos, en una pequena ensenada situada casi en el extremo sur de Calormen, vivia un pobre pescador llamado Arsheesh, y con el vivia un muchacho que lo llamaba padre. El nombre del muchacho era Shasta. Casi todos los dias Arsheesh salia en su bote a pescar por la mana-na, y por la tarde enganchaba su asno a un carro, cargaba el carro de pescado y recorria casi dos kilometros en direccion sur hasta el pueblo para venderlo. Si habia conseguido que se lo compraran a buen precio, regresaba a casa mas o menos de buen humor y no le decia nada a Shasta, pero si no habia obtenido las ganancias esperadas, se dedicaba a censurar todo lo que el muchacho hacia y a veces incluso le pegaba. Siempre habia algo que criticar ya que Shasta tenia trabajo en abundancia: reparar y lavar las redes, preparar la cena y limpiar la cabana en la que ambos vivian.

Shasta no sentia el menor interes por lo que estaba situado al sur de su hogar porque en una o dos ocasiones habia estado en el pueblo con Arsheesh y sabia que alli no habia nada interesante. En el pueblo solo encontraba a otros hombres que eran iguales a su padre: hombres con largas tunicas sucias, zapatos de madera con las puntas vueltas hacia arriba, turbantes en las cabezas y el rostro barbudo, que hablaban entre si muy despacio sobre cosas que parecian aburridas. Sin embargo, si le atraia en gran medida todo lo que se encontraba al norte, porque nadie iba jamas en aquella direccion y a el tampoco le permitian hacerlo. Cuando estaba sentado en el exterior remen-dando redes, y totalmente solo, a menudo dirigia ansiosas miradas en aquella direccion. No se veia nada, a excepcion de una ladera cubierta de hierba que se alzaba hasta una loma baja y, mas alla, el cielo y tal vez unas cuantas aves en el.

En ocasiones, si Arsheesh estaba alli, Shasta decia:

-- Padre mio, que hay al otro lado de la colina?

Y entonces, si estaba de malhumor, el pescador abofeteaba al muchacho y le decia que fuera a ocuparse de su trabajo. O, si se hallaba de un humor apacible, respondia:

-- Hijo mio, no permitas que tu mente se distraiga con preguntas ociosas. Pues uno de los poetas ha dicho: «La dedicacion al trabajo es la base de la prosperidad, pero aquellos que hacen preguntas que no les conciernen estan dirigiendo la nave del desatino hacia la roca de la indigencia».

Shasta pensaba que al otro lado de la colina debia de existir algun magnifico secreto que su padre deseaba ocultarle. En realidad, no obstante, el pescador hablaba de aquel modo porque no sabia que habia al norte; ni le importaba. Poseia una mentalidad muy practica.

Un dia llego del sur un extranjero que no se parecia a ningun hombre que Shasta hubiera visto antes. Montaba un recio caballo tordo de ondulantes crines y cola, y sus estribos y brida estaban adornados con incrustaciones de plata. La pua de un yelmo sobresalia de la parte central de su turbante de seda y llevaba una cota de malla. De su costado pendia una curva cimitarra; un escudo redondo tachonado con adornos de cobre colgaba a su espalda, y su mano derecha sujetaba una lanza. Su rostro era oscuro, pero eso no sorprendio a Shasta porque el de todos los habitantes de Calormen lo era; lo que si lo sorprendio fue la barba del desconocido, que estaba tenida de color carmesi, y era rizada y relucia banada en aceite perfumado. No obstante, Arsheesh si sabia, por el oro que el extranjero lucia en el brazo desnudo, que se trataba de un tarkaan o gran senor y se inclino arrodillandose ante el hasta que su barba toco la tierra, e hizo senas a Shasta para que se arrodillara tambien.

El desconocido exigio hospitalidad para aquella noche, cosa que, desde luego, el pescador no se atrevio a negar. Todo lo mejor que tenian fue colocado ante el tarkaan para que cenara, aunque a este no le parecio gran cosa, y como sucedia siempre que el pescador tenia compania, a Shasta le dieron un pedazo de pan y lo echaron de la cabana. En ocasiones como aquella el nino acostumbraba a dormir con el asno en su pequeno establo de tejado de paja; pero era aun muy temprano para irse a dormir, y Shasta, al que jamas habian ensenado que estaba mal escuchar detras de las puertas, se sento en el suelo con la oreja pegada a una rendija de la pared de madera de la cabana para escuchar lo que hablaban los adultos. Y esto fue lo que oyo:

-- Y ahora, anfitrion mio-- dijo el tarkaan -- , me gustaria comprar a ese chico tuyo.

-- Pero mi senor-- respondio el pescador; y Shasta adivino por su tono zalamero la expresion codiciosa que probablemente estaria apareciendo en su rostro mientras lo decia -- , que precio podria inducir a este siervo vuestro a vender como esclavo a su unico hijo y carne de su carne? Acaso no ha dicho uno de los poetas: «El afecto innato es mas fuerte que la sopa y la progenie, mas preciosa que los rubies»?

-- Asi es-- respondio el invitado con sequedad -- , pero otro poeta ha dicho tambien: «Aquel que intenta enganar al juicioso desnuda al hacerlo la propia espalda para el latigo». No cargues tu anciana boca con falsedades. Esta bien claro que este muchacho no es hijo tuyo, pues tus mejillas son tan negras como las mias mientras que el muchacho es rubio y blanco como los odiosos pero hermosos barbaros que habitan en el lejano norte.

Continues...


Excerpted from El Caballo y el Muchacho by C. Lewis Copyright © 2005 by C. Lewis. Excerpted by permission.
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