Hablamos de guerras y una Gran Guerra; y esa dualidad es también manifiestamente vista en la guerra y el genocidio. El conflicto existe en el mundo invisible, sea demoníaco o humano: el angelical o el del intelecto; y se materializa físicamente en nuestros ejércitos listos para la batalla. Esa batalla comienza en nuestras mentes y corazones. Allí se diseña y ejecuta hasta que se reproduce materialmente entre tiempo y espacio, ocasionando destrucción y sufrimientos incalculables; igualmente cuando la relacionamos en dirección opuesta desde lo visible a lo invisible, porque ambos se relacionan recíprocamente.
Es por ello que muchas veces no nos podemos explicar abominaciones genéticas de cuerpo y comportamiento; pero ambas están relacionadas a esos dos mundos que para no extendernos llamaremos etéreo y corpóreo, invisible-visible de nuestra Creación. Hoy más que nunca nuestras escuelas ignoran al Creador y solo alaban a las criaturas, transmitiéndolo igualmente al entramado genético-social y sistémico.
Es una ignorancia casi innata que al final genera guerra y genocidio: primero en nuestras mentes y corazones afectando directamente el mundo físico (pueblos, ciudades y naciones).
CONTENIDO:
-Introducción.
-Dos mundos: visible e invisible; guerra y paz.
-Las profecías bíblicas y el sexo.
-Dos ríos: Un torrente de Dios.
-Acerca del autor.