Para Susy Abbate no fue fácil expresar la profundidad de sus emociones que expresa en este libro dado que vivió encerrada en si misma por muchos años.
Ella tomó la decisión de cambiar su mente pidiéndole ayuda a Dios que la liberara de su forma de pensar. Apoyándose en El, Susy relata honestamente como El le ayudó a expresar sus más íntimas inquietudes, las cuales ella creyó que nunca diría en voz alta, como establecer una relación intima con El y como usar su palabra como el sustento de fe para cada unos de sus días.
Ahora que tiene una vida plena en Cristo ella disfruta cada momento y lo ve como un regalo. Actualmente Susy asiste a una iglesia Mesiánica, donde le gusta fortalecer, reforzar y animar a los demás compartiendo su testimonio de fe ante las situaciones difíciles en la vida. En su corazón tiene un lugar especial para todas aquellas personas que han perdido un ser querido, puesto que ella sabe lo que fue perder su única hija, Elizabeth.
A ella le gusta viajar con frecuencia conociendo las maravillas que Dios ha hecho y ha visitado más de 50 países, gracias a que Dios le concedió ese deseo. Susy vive feliz en los Estados Unidos en el estado de la Florida.