Aunque trata temas que por momentos se tornan algo profundos, es una obra para cualquier lector; porque las ideas están expuesta del modo sencillo que hacen de este libro apto para que su lectura sea de provecho para todos, sin diferencia de nivel académico, religión, culturas y todo lo afín.
La presente obra no es meramente un breve tratado de teología, aunque con frecuencia se menciona el nombre de Dios, quien en todos momentos resulta ser el protagonista. Más bien, se debe considerar como un compendio de todas las especialidades donde ésta en medio de ese confuso maremágnum de opiniones y se abre camino para prevalecer y salir victorioso.
Entre todos los adversarios de la teología, que es la ciencia que trata acerca de Dios y sus divinos atributos, la historia ha sido de su más asidua enemiga que en ocasiones contradice y tergiversa los relatos, pero también es ético reconocer que también por momentos ha sido su aliada. Sin embargo, la más temible de todas es la astronomía moderna que precisamente en nuestros días está logrando tan asombrosos avances y sorprendentes hallazgos que podemos hasta imaginarnos, no es nada extraño que en lejanas galaxias existan condiciones tan propicias y semejantes para la vida como las que nos provee nuestro planeta Tierra y probablemente aún mejores. Tantas evidencias hay de lo anterior que mismo el autor no descarta cuando Jesucristo prometió a sus discípulos que iría a preparar un lugar para que donde Él estuviese allí también estuviesen ellos. Pero esta es sólo una especulación del autor que el amable lector no tiene que estar de acuerdo.
Pero hay un tal vez omnipotente recurso con el cual puede constar y contar la teología misma que creencia y fe en Dios, que es el probablemente inmenso cúmulo de la extraordinaria abundancia de los elementos o fenómenos milagrosos o taumaturgos que siempre han acompañado a los escritos sagrados del monoteísmo, mismo que es la creencia en un solo o único Dios, el cual está integrado por el judaísmo, cristianismo e islam; y muy prioritariamente el cristianismo debido a que Jesucristo de quien el apóstol Juan afirmó hizo tantos milagros o actos de taumaturgia, qué tan numerosos son si se escribiesen de estos, se harían tantos libros que no podían caber en el planeta Tierra. Estos son los fehacientes recursos con los cuales podemos augurar el Evangelio de Jesucristo, que significa buenas nuevas o buenas noticias, está eficientemente equipado para defenderse de cualquier horroroso embate en contra suya.
