William Shakespeare ha sido considerado unánimemente como el escritor más importante de la literatura universal. Se mantiene que nació el 23 de abril de 1564 y consta que fue bautizado, tres días más tarde, en Stratford-upon-Avon, Warwickshire.
Cuatro años después de su llegada a Londres hacia 1588, ya había obtenido un notable éxito como dramaturgo y actor teatral, lo que pronto le valió el mecenazgo de Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. De haberse dedicado únicamente a la poesía, Shakespeare habría pasado de todas formas a la historia por poemas como Venus y Adonis, La violación de Lucrecia o sus Sonetos. Sin embargo, fue en el campo del teatro donde Shakespeare realizó grandes y trascendentales logros. No en vano es el responsable principal del florecimiento del teatro isabelino, uno de los mascarones de proa de la incipiente hegemonía mundial de Inglaterra.
A lo largo de su carrera escribió, modificó y colaboró en decenas de obras teatrales, de las cuales podemos atribuirle plenamente treinta y ocho, que perviven en nuestros días gracias a su genio y talento. William Shakespeare murió el 23 de abril de 1616 en su ciudad natal, habiendo conocido el favor del público y el éxito económico.
William Shakespeare ha sido considerado unánimemente como el escritor más importante de la literatura universal. Se mantiene que nació el 23 de abril de 1564 y consta que fue bautizado, tres días más tarde, en Stratford-upon-Avon, Warwickshire.
Cuatro años después de su llegada a Londres hacia 1588, ya había obtenido un notable éxito como dramaturgo y actor teatral, lo que pronto le valió el mecenazgo de Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. De haberse dedicado únicamente a la poesía, Shakespeare habría pasado de todas formas a la historia por poemas como Venus y Adonis, La violación de Lucrecia o sus Sonetos. Sin embargo, fue en el campo del teatro donde Shakespeare realizó grandes y trascendentales logros. No en vano es el responsable principal del florecimiento del teatro isabelino, uno de los mascarones de proa de la incipiente hegemonía mundial de Inglaterra.
A lo largo de su carrera escribió, modificó y colaboró en decenas de obras teatrales, de las cuales podemos atribuirle plenamente treinta y ocho, que perviven en nuestros días gracias a su genio y talento. William Shakespeare murió el 23 de abril de 1616 en su ciudad natal, habiendo conocido el favor del público y el éxito económico.
Edmundo Paz Soldán nació en 1967 en Cochabamba, Bolivia. Estudió Relaciones Internacionales en universidades de Argentina y EE.UU., donde llegó con una beca como jugador de fútbol. Una oportuna lesión y su vocación literaria le llevaron a concentrarse en su carrera académica: en 1997 se doctoró en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley, y desde ese mismo año es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell.
Es autor de las novelas Río fugitivo (1998), La materia del deseo (2001), Palacio quemado (2006) y Los vivos y los muertos (2009); y de los libros de cuentos Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994) y Amores imperfectos (1998). Ha coeditado los libros Se habla español (2000) y Bolaño salvaje (2008). Su libro más reciente es Norte (Mondadori, 2011).
Sus obras han sido traducidas a ocho idiomas, y ha recibido numerosos premios, entre los que destaca el Juan Rulfo de cuento (1997) y el Nacional de Novela en Bolivia (2002). Ha recibido una beca de la fundación Guggenheim (2006). Colabora en diversos medios, entreellos los periódicos El País y La Tercera, y las revistas Etiqueta Negra, Qué Pasa (Chile) y Vanity Fair (España).