Cuando Moisés abrió el Mar Rojo mandó el océano a la parte abierta para que los israelitas caminar a través. Cuando Moisés cambió las aguas del Nilo de Egipto en sangre, él ordenó que el agua se convertirá en sangre. Cuando Moisés hizo el granizo que cae del cielo mandó el granizo que vienen del cielo. Todas estas son formas de la naturaleza dominante y se logra por medio cabalísticos. Todos estos actos milagrosos realizados por Moisés se realiza sólo una vez, pero ¿puede repetir una y otra vez? La respuesta es, Moisés no se puede dividir el Mar Rojo el doble porque fue hecho por Dios. La naturaleza tiene dos homólogos, el cuerpo y el espíritu de esa cosa, por lo que yo defino la Cabalá como el cuerpo y el alma de Dios. En este libro son los ejercicios de Enoc rituales para desarrollar el cuerpo y la mente para mandar a las contrapartes espirituales de la naturaleza.
