En "Amalia" se ofrece una deduccion del fenómeno influenciado por Rosas que, precisamente, gira en torno al problema de la producción del pueblo. El narrador omnisciente que organiza el relato, y que muchas veces ofrece lecturas del panorama político y diagnósticos sobre la realidad cultural Argentina, afirma que el poder de Rosas se sostiene en la ausencia de un sujeto colectivo nacional; en la falta de un pueblo. Este no es un dictamen original, ya que también en "El matadero" se ve un claro antagonismo entre pueblo y chusma, siendo el primero un objeto utópico, y el segundo la definición de la plebe que se agita, como un ser monstruoso, en el lodazal sangriento del matadero: una plebe que no podría constituirse en nación, porque es dirigida por Rosas como una masa desprovista de individualidad; como una banda de vampiros que sólo puede ser representada en clave gótica (Dabove), y que (tácitamente) debe ser exterminada y suplantada por inmigrantes europeos.