El excéntrico profesor de matemáticas Charles L. Dogson, que redactaba complicados manuales científicos, también formulaba divertidos enigmas, adivinanzas y poesías absurdas. Decidido a excribir una novela para sus amigos más jóvenes, inventó un psuedónimo (Lewis Carroll) y emprendió la tarea de redactar un libro fantástico donde el mundo de los sueños era el protagonista. De este modo, el científico se alejaba de la seriedad de sus clases en la Universidad de Oxford y se entregaba a la fantástica aventura de lo imposible: las peripecias en el País de las Maravillas.
El sorprendente viaje de la joven Alicia se desenvuelve entre misterios incomprensibles, adivinanzas absurdas e historias interminables. En un paisaje donde todo es enorme o diminuto, cientos de personajes variopintos y alocados juegan al cricket o toman el té durante días y días. Es el país donde el tiempo se estira y encoge, donde Alicia crece y se hace diminuta, donde un conejo siempre llega tarde y donde una reina loca no hace sino gritar! Qué le corten la cabeza!
El excéntrico profesor de matemáticas Charles L. Dogson, que redactaba complicados manuales científicos, también formulaba divertidos enigmas, adivinanzas y poesías absurdas. Decidido a excribir una novela para sus amigos más jóvenes, inventó un psuedónimo (Lewis Carroll) y emprendió la tarea de redactar un libro fantástico donde el mundo de los sueños era el protagonista. De este modo, el científico se alejaba de la seriedad de sus clases en la Universidad de Oxford y se entregaba a la fantástica aventura de lo imposible: las peripecias en el País de las Maravillas.
El sorprendente viaje de la joven Alicia se desenvuelve entre misterios incomprensibles, adivinanzas absurdas e historias interminables. En un paisaje donde todo es enorme o diminuto, cientos de personajes variopintos y alocados juegan al cricket o toman el té durante días y días. Es el país donde el tiempo se estira y encoge, donde Alicia crece y se hace diminuta, donde un conejo siempre llega tarde y donde una reina loca no hace sino gritar! Qué le corten la cabeza!