¿A qué adulto no le ha ocurrido alguna vez que algún chavalillo no le haya puesto en un apuro con alguna pregunta o comentario, digamos “comprometido”? Y es que por mucho que los tiempos cambien, para muchos padres y educadores aún sigue siendo difícil abordar ciertas cuestiones con franqueza.
Con la simpatía y sencillez que la han hecho famosa, la autora demostrará que no hay pregunta ni situación, por comprometida que parezca, que no se pueda responder o afrontar. Así, en estas páginas, dirigidas especialmente a los padres, se explica desde cómo contestar al típico “¿De dónde vienen los niños?” a enfrentarse a situaciones mucho más delicadas y complejas: problemas de identidad sexual, abusos, o el SIDA.
Un libro en definitiva cuya lectura redundará en un mejor entendimiento entre padres e hijos.