Devocional en un año para niños volumen 2

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Overview

Este segundo volumen sigue el original Devocional en un año para niños con otras 365 lecturas diarias. Cada día incluye una historia basada en el principio bíblico del día y unas preguntas para ayudar a los niños a aplicar la lectura a su vida. Cada historia trae un mensaje sencillo, directo y concreto. Además, cada página contiene un versículo bíblico para memorizar que usualmente está relacionado a la lectura bíblica del día. Los devocionales «En un año» están diseñados para ayudar a pasar tiempo con Dios y su Palabra cada día.

This second volume follows the original Devocional en un año para niños [One Year Devotions for Kids] with another 365 daily readings. Each day includes a story based on a biblical principle, followed by questions to help children apply the reading to their daily lives. Each story brings a simple, direct and concrete message. Also, each page contains a Bible memory verse that is usually related to the Scripture passage for the day. The One Year line of devotionals is designed to help readers spend time with God and his Word each day.


Product Details

ISBN-13: 9781496438447
Publisher: Tyndale House Publishers
Publication date: 11/05/2019
Pages: 400
Product dimensions: 6.00(w) x 8.90(h) x 1.10(d)
Language: Spanish
Age Range: 8 - 12 Years

Read an Excerpt

CHAPTER 1

ENERO 1

YO ME PROPONGO

LEE SALMO 28:6-9

— Cristian — llamó su mamá —. Por favor, sal y quita la nieve de la entrada antes de que lleguen la abuela y el abuelo.

— En un minuto — contestó Cristian. Continuó leyendo su lista de propósitos de Año Nuevo. Yo me propongo realizar mis quehaceres sin quejarme. Yo me propongo obedecer enseguida. Yo me propongo no discutir con ...

— ¡Cristian! — llamó su mamá una segunda vez. A la tercera llamada, finalmente se puso de pie, se puso el abrigo y salió por la pala.

— No sé por qué siempre termino yo quitando la nieve — murmuró infelizmente. Terminó el trabajo justo cuando su hermana salía a jugar —. Ah, ahora sales, cuando todo el trabajo está terminado — dijo —. Podrías haberme ayudado.

— ¿Por qué lo haría? Es tu trabajo — ella contestó. Trepó el montón de nieve al lado de la entrada y se deslizó.

— ¡Oye! — gritó Cristian —. ¡Estás estropeando la entrada otra vez!

Amenazó con tirarle una bola de nieve, pero justo entonces llegaron sus abuelos, y los saludó con una gran sonrisa.

Más tarde ese día, Cristian sacó su lista de propósitos.

— ¿Quieres ver mis propósitos de Año Nuevo, abuelita? — preguntó.

— ¿Así que has hecho algunos propósitos? — preguntó la abuelita. Los revisó —.

¿Y cómo te está yendo? ¿Los has cumplido hasta el momento?

Cristian se alarmó. Sabía que no los había cumplido. Se había quejado sobre sus quehaceres, no había obedecido enseguida y había discutido con su hermana. Oh, ¿de qué sirve?, pensó mientras le admitía a su abuela que ya, antes de que el primer día del nuevo año terminara, había fallado en sus propósitos.

— Veamos ahora — dijo la abuelita —. ¿Cómo comienza cada uno de tus propósitos?

— Bueno — dijo Cristian —, dicen: "Yo me propongo ..."

— ¡Detente allí! — exclamó la abuela —. Allí está el problema. El gran "Yo".

Estás tratando de hacer estas cosas con tus propias fuerzas, y no puedes. Necesitas las fuerzas del Señor para ayudarte. Él te ayudará si se lo pides. HWM

¿Y TÚ?

¿Has hecho propósitos de Año Nuevo? Querer mejorar es bueno, pero proponerte hacerlo no siempre es suficiente. Si eres un cristiano, tienes una fuente de fortaleza siempre disponible para ti. Pídele a Dios que te ayude. Él lo hará.

USA LAS FUERZAS DE DIOS

PARA MEMORIZAR:

«No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa». Isaías 41:10

ENERO 2

DIOS Y LAS MONTAÑAS

LEE JUAN 20:26-31

Pablo y su papá se despertaron temprano para ir de excursión al valle al pie de las montañas Teton. Mientras Pablo veía los relucientes picos nevados, su papá sacaba fotos.

— ¡Qué maravilloso Dios tenemos por haber creado esta belleza! — exclamó su papá.

Pablo se quedó quieto un momento. Luego dijo:

— Desearía que mi amigo Benjamín estuviera aquí. Dice que Dios no existe ya que no podemos verlo. Tal vez el ver estas montañas lo convencería.

— Podrías mostrarle algunas fotos de las montañas — sugirió su papá —. No podrá ver las montañas verdaderas, solo las fotos. Pero estoy seguro de que comprenderá que, aunque no podemos ver las montañas desde nuestra casa, no significa que no existan. Y ...

— Y es lo mismo con Dios, ¿verdad? — interrumpió Pablo entusiasmado.

— Correcto — concordó su papá. Pablo continuó:

— Pero tendremos fotos para que nos recuerden las montañas. No tenemos fotos reales de Jesús.

— No — reconoció su papá —. Pero tenemos la Biblia, y tenemos fe en Dios. La Biblia nos habla de la vida y las enseñanzas de Jesús, cómo vino en forma de hombre a la tierra hace muchos años, y fue crucificado. Murió y fue sepultado, pero resucitó. Después de resucitar, sus discípulos lo vieron. Desde que volvió al cielo, los que estamos en la tierra ya no podemos verlo físicamente, pero conta -mos con las verdaderas historias de aquellos que lo vieron.

Pablo asintió.

— Sé lo que le diré a Benjamín cuando lleguemos a casa — dijo pensativamente —. Le diré que puede aprender sobre nuestro viaje a través de nuestras fotografías y al escucharme. Y puede aprender sobre Jesús al leer la Biblia y escuchar sus historias. Aunque no podemos ver a Jesús, sí sabemos que existe. KEC

¿Y TÚ?

¿Recuerdas que Jesús está tan vivo hoy como lo estuvo cuando caminó sobre esta tierra? Aunque no lo podemos ver con ojos humanos, sus enseñanzas son tan reales ahora como lo fueron durante el tiempo de sus discípulos. Él es el Autor de la vida y el Conquistador de la muerte.

VIVE POR FE

PARA MEMORIZAR:

«La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver». Hebreos 11:1

ENERO 3

SIGUE TOCANDO

LEE LUCAS 18:1-8

— Amén.

Cuando la familia López terminó el devocional, Betsy se estiró.

— Todas las noches oramos por la señora Germán, pero ella solo se pone más pesada — dijo en voz alta —. Ya me cansé de orar por ella.

— Yo también — concordó Agustín —. Ayer me gritó porque mi pelota cayó en su patio.

— Más razones para orar por ella — dijo su papá —. Dios dice que debemos orar por aquellos que son malos con nosotros. Además, la señora Germán puede estar más cerca de convertirse en cristiana de lo que ustedes creen. — Tomó su abrigo —. Agustín, ¿me acompañas al correo?

— Yo me quedaré aquí y ayudaré a Betsy a lavarse el cabello — dijo su mamá.

Pronto el cabello de Betsy se convirtió en una montaña de espuma mientras se inclinaba sobre el lavabo. Cerró los ojos con fuerza.

— Creo que oigo el timbre — murmuró.

Su mamá dejó de enjabonarla y escuchó.

— Oh, cielos — dijo mientras alcanzaba una toalla. Se secó las manos —. ¡Ya voy! ¡Ya voy! — dijo mientras el timbre sonaba de nuevo.

Betsy miró a su mamá. Un poco de agua jabonosa goteó a uno de sus ojos.

— ¡Ohhh! Tengo jabón en el ojo.

Su mamá le pasó una toalla.

— Solo quédate quieta — le dijo —. Regreso en un minuto.

Betsy se frotó el ojo suavemente mientras esperaba. En unos cuantos segundos, su mamá regresó.

— ¿Quién era? — preguntó Betsy.

Su mamá se encogió de hombros al tiempo que abría la llave para enjuagar el cabello de Betsy.

— No lo sé — dijo —. Un auto se marchó justo cuando llegué a la puerta.

Betsy se enredó la toalla alrededor de la cabeza. Su madre sonrió.

— Esto me recuerda la conversación sobre la señora Germán.

— ¿Por qué? — preguntó Betsy.

— Esas personas en el auto se rindieron justo antes de que atendiera la puerta ...

— ¡Tal vez Dios está a punto de contestar nuestras oraciones por la señora Germán! — terminó Betsy.

— Exactamente — respondió su mamá. BJW

¿Y TÚ?

¿Has estado orando por alguien durante un largo tiempo? ¿Te estás desanimando? No te rindas. Sigue orando.

SIGUE ORANDO

PARA MEMORIZAR:

«Siempre deben orar y nunca perder la esperanza». Lucas 18:1, PDT

ENERO 4

LA TAZA ROTA

LEE ROMANOS 12:1-2, 9

La taza se resbaló de las manos de Janet y se estrelló contra el piso.

— ¡Oh, no! — resopló. Y luego dijo una mala palabra en voz baja.

— ¡Janet Montez! — exclamó su abuelita, que estaba lavando los platos mientras Janet los secaba —. Te he dicho que no digas palabras como esas.

— Ay, abuelita, no es una mala palabra — protestó Janet, recogiendo los peda -zos de la taza rota —. Todos en la escuela la dicen.

— No me importa quién la diga — respondió su abuelita —. Aun así está mal hablar de ese modo. Ahora, cuando hayas recogido todos los pedazos, siéntate a la mesa. — Su abuelita salió para traer un tubo de pegamento —. Quiero que pegues todas esas piezas de nuevo — dijo al entrar en la cocina.

Janet trabajó un buen rato. Finalmente terminó, pero la taza no se veía como antes. Había pequeñas grietas por todos lados.

— Abuelita, ¿está bien así? — preguntó —. No puedo hacer que se vea mejor.

— No, no puedes, cariño — estuvo de acuerdo su abuelita —. Pero después de que el pegamento se seque podremos usarla de nuevo. Sabes, para Dios nuestra vida probablemente se parece mucho a esta taza. Todos hacemos cosas malas. Y cada vez que las hacemos, hay consecuencias. Las consecuencias son como las grietas en esta taza. Una consecuencia puede ser la sensación de que se nos revuelve el estómago cuando sabemos que hemos hecho algo que no debimos.

— ¿O como la cicatriz en mi dedo de cuando mi mamá me dijo que no tocara la estufa caliente cuando era pequeña, pero lo hice de todos modos? — preguntó Janet.

— Sí — contestó su abuelita —. Aun cuando Dios promete perdonarnos por lo que hacemos mal, debemos vivir con las consecuencias. Janet miró la taza.

— Pero es tan difícil no hacer lo que los otros chicos hacen. Su abuelita asintió: — Pero Jesús puede ayudarte a elegir lo correcto.

— Abuelita, tal vez esta deba ser mi taza cada vez que visite tu casa, solo para recordarme que debo hacer lo que es correcto — sugirió Janet.

— Es una gran idea — respondió su abuelita. BKO

¿Y TÚ?

¿Sigues el ejemplo de tus amigos solo cuando ellos hacen las cosas correctas? Cuando estén haciendo cosas incorrectas, pídele a Jesús que te ayude a resistir la tentación de unirte a ellos. Confía en que te ayudará a hacer y decir las cosas correctas.

HAZ LO CORRECTO

PARA MEMORIZAR:

«Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno». Romanos 12:9

ENERO 5

SE NECESITAN DOS

LEE LUCAS 6:27-35

— ¡Ese Fernando Gaitán realmente me enfurece! — dijo Joaquín, sentado en la sala con su mamá —. Siempre me está diciendo cosas feas.

Justo entonces, Miguel, de tres años, entró a la habitación.

— Juega conmigo a la pelota, Joaquín — le rogó.

— Ahora no — contestó Joaquín.

— ¡Atrápala, Joaquín! — interrumpió Miguel y lanzó una suave pelota de esponja a las rodillas de Joaquín.

Joaquín miró a Miguel enojado.

— Te dije que no quiero jugar ahora — le dijo y le lanzó de vuelta la pelota. Pero Miguel se la tiró de regreso. Ahora Joaquín estaba realmente molesto —. ¡Déjame en paz! — gritó, lanzando la pelota al otro lado de la sala. Con una son -risa feliz, Miguel corrió para recogerla de debajo de la mesa. Se la lanzó a Joaquín.

— ¡Haz que pare! — se quejó Joaquín con disgusto —. ¡Me está volviendo loco! Pateó la pelota en dirección a Miguel.

— Eso es obvio — dijo su mamá secamente —. Pero también es tu culpa, ¿sabes?

— ¿Mi culpa? — reclamó Joaquín —. ¡Él es quien sigue lanzándome la pelota!

— Pero tú eres quien continúa devolviéndosela — dijo ella —. Se necesitan dos para que una pelota siga en movimiento. La próxima vez que te la lance — su -surró su mamá —, deja la pelota en el piso.

Joaquín la miró con dudas, pero siguió la sugerencia de su madre. Ciertamente, Miguel pronto se cansó del juego de una sola persona y se fue a hacer otra cosa.

— Ahora, sobre tu problema con Fernando — dijo ella —. Creo que tú también puedes ser parte del problema. Parece que a Fernando le gusta lanzarte palabras hirientes para que tú ...

— Le devuelva palabras de enojo — concluyó Joaquín —. Quizás si lo ignoro, él dejará de hacerlo.

— Tal vez — contestó mamá —. Ciertamente será un paso en la dirección correcta. Y también puedes intentar decirle cosas agradables de vez en cuando.

¿Quién sabe? Tal vez Fernando y tú sean amigos algún día. SLK

¿Y TÚ?

Recuerda, se necesitan dos para que haya una discusión. Cuando alguien te irrite, ¿por qué no intentas decir algo agradable en vez de responder con enojo? Te sorprenderá la diferencia que esto puede hacer.

NO DEVUELVAS INSULTOS

PARA MEMORIZAR:

«Deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse». Santiago 1:19

ENERO 6

LA VERDADERA FORTALEZA

LEE MARCOS 15:1-5

Beatriz escuchaba con un malestar en el estómago mientras María Elena se burlaba de ella.

«¡Qué santita eres! Crees que eres mucho mejor que yo, ahora que vas a la iglesia todo el tiempo».

María Elena frunció el ceño y le dio la espalda a Beatriz. Beatriz comenzó a decirle algo hiriente a María Elena. Sabía que esto no estaba bien. Pero Beatriz quería lastimar a María Elena por avergonzarla frente a sus amigas. Se sentía tonta por quedarse allí parada en silencio. Finalmente, Beatriz simplemente se alejó.

Esa tarde, Beatriz habló con su mamá sobre el problema con María Elena.

— Me sentí tan tonta — dijo Beatriz —. Parecía como que era demasiado tonta para pensar en algo que decir.

Su mamá asintió con la cabeza.

— Es difícil contener las palabras hirientes cuando te sientes lastimada o aver -gonzada, ¿verdad?

Después de un momento, añadió:

— Supongo que Jesús sintió lo mismo cuando las personas mintieron sobre él. Pudo haber respondido cosas hirientes, pero no lo hizo. Y yo estoy orgullosa de ti por haber hecho lo mismo. Se necesita mucha fortaleza para hacerlo.

Pensativa, Beatriz enredó un mechón de su cabello rojizo alrededor de su dedo.

— Supongo que nunca pensé en lo fuerte que tuvo que ser Jesús para no hacer nada — dijo —. Pero, mamá, ¿eso implica que nunca debo defenderme?

— Oh no, Beatriz — dijo su mamá —. Hay momentos en los que te enojarás y deberás defenderte. Enojarte no es malo. Es cómo manejas tu enojo lo que importa. Ahora, vamos a pensar, ¿qué pudiste haberle dicho a María Elena sin ser cruel?

— Pude haberle dicho: "No creo ser mejor que tú, y lamento que te sientas de esa manera" — sugirió Beatriz.

— Eso habría sido algo bueno que decir, Beatriz — dijo su mamá —. Creo que lo harás bien la próxima vez que suceda algo así. Dios te ayudará a saber qué decir. Y recuerda, se necesita más fortaleza para hablar con gentileza que para gritar con enojo. MLD

¿Y TÚ?

¿Crees que estás siendo fuerte cuando alzas la voz con enojo? Jesús demostró que la verdadera fortaleza se muestra a través del dominio propio. Cuando alguien lastima tus sentimientos o te avergüenza, pide a Dios que te ayude a saber cómo responder. ¡Lo hará!

SER AMABLE REQUIERE FORTALEZA

PARA MEMORIZAR:

«Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra». Mateo 5:5

ENERO 7

CARBONES ENCENDIDOS

LEE ROMANOS 12:17-21

Kevin entró al vestuario de niños. Se detuvo cuando Ramón, uno de sus compañeros de clase, lo miró. Kevin rápidamente dirigió sus pasos a su propio casillero. Ramón cerró su casillero de golpe. Luego golpeó el casillero de Kevin en su camino hacia la salida.

Kevin se sentó en la banca un buen rato. Ramón no debe actuar como un mal per -dedor solo porque su equipo perdió contra el mío en la clase de educación física, pensó.

Al ir camino a casa, un auto se detuvo junto a Kevin.

— ¿Necesitas un aventón? — dijo una voz. Era el señor Williams, su maestro de escuela dominical. Kevin sonrió y se subió al auto. Le agradaba charlar con el señor Williams. Le contó sobre la manera en que Ramón lo había tratado.

— Me quiero desquitar de Ramón — dijo Kevin —. Pero sé que usted piensa que no debería.

El señor Williams permaneció en silencio por un momento.

— Creo — dijo —, que debes amontonar carbones encendidos sobre su cabeza. Kevin lo miró con sorpresa. El señor Williams sonrió.

— La Biblia dice que hagamos eso — dijo —. En tiempos bíblicos, la gente nece -sitaba fogatas para cocinar la comida y mantenerse en un lugar cálido. En ocasio -nes las fogatas se extinguían. No había cerillos entonces, así que la manera más sencilla de comenzar un fuego era obteniendo carbones encendidos de alguien más. Una persona que necesitaba empezar un fuego colocaba una vasija sobre su cabeza y caminaba junto a las ventanas de los demás. Algunas personas le mos -trarían amabilidad al colocar unos cuantos carbones de sus propias fogatas en la vasija. Así que cuando la Biblia dice que debemos amontonar "carbones encendi -dos" en las cabezas de nuestros enemigos, nos está diciendo ...

— Que seamos amables con ellos — contestó Kevin mientras se estacionaban frente a su casa.

— Correcto — dijo el señor Williams —. Pero ser amable no significa que per -mitamos que la gente nos lastime. Puede significar hacer algo amable por una persona, alejarnos de una pelea o defendernos de un modo que no lastime a la otra persona.

— Pensaré en lo que ha dicho. Y, señor Williams, un "montón" de gracias — dijo Kevin mientras se bajaba del auto. CAD

(Continues…)


Excerpted from "Devocional en un año para niños Volume 2"
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Excerpted by permission of Tyndale House Publishers.
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